Kathleen gritó y aplaudió en el lugar, y yo miré aturdidamente el césped mientras mis entrañas se marchitaban. No lo había logrado.
Beth tocó mi brazo, pero no pude mirarla.
Entonces Sara se volvió a sentar y se inclinó sobre mí. -El juramento a Herman, _____(tn). Mi lugar es tuyo.
Pero sacudí mi cabeza y la miré. -No quiero tu lugar. Lo ganaste. Obtener un lugar así sería como hacer trampa.
Frunció el ceño. -¿Estás segura?
Asentí, y vi el alivio en sus ojos, entonces supe que ella realmente habría renunciado a su lugar.
Pero no podía tomarlo. No de esa manera.
Una chica del universitario agarró el brazo de Sara y la felicitó, y yo apreté mis puños. Todo lo que quería hacer era irme.
Una de las entrenadoras sopló el silbato otra vez, sobre los gritos de todas las chicas. Tomó tres intento más antes que las personas se calmaran lo bastante para escuchar lo que la entrenadora Young estaba diciendo. Miré fijamente el terreno y deseé que todo terminara, apenas escuchando el grito de la entrenadora que no iba a ser mi entrenadora. -Ante el talento del equipo JV, decidimos agregar un tercer lugar a la lista._____(tn) Perkins, bienvenida al universitario.
¿Qué? Levanté mi cabeza mientras Beth gritaba a mi lado. Sara gritó mientras me envolvía en un enorme abrazo que me golpeó la espalda. Gruñí mientras caía, la incredulidad aturdiéndome. -Ambas lo hicimos -gritó Sara-. ¡Lo hiciste!
-¡Oh, Dios mío! -Beth se tiró encima de nosotras, abrazándonos a ambas-. ¡Voy a extrañarlas tanto, chicas! ¡Son tan impresionantes!
Retorciéndome a un lado para poder ver más allá del abrazo de Sara, alcé la vista hacia la entrenadora Merrill, y ella me alzó el pulgar, ahí fue cuando finalmente caí. Era una universitaria.
Era una universitaria.
Me puse de pie, gritando. -¡Lo hice! ¡Lo hice!
Mis amigas volvieron a gritar y abrazarme, y todas gritamos y bailamos. Entonces mamá vino y la abrazamos, después llamamos a papá, y pude decir que estaba contento, y me di cuenta que justin había tenido tanta razón
conmigo...justin.
Después de colgarle a papá, sostuve el teléfono en mi mano. Mi mamá estaba hablando con la entrenadora Young para averiguar las horas de práctica, y cuando eran los juegos. Vi a Sara recibir un abrazo de Kirk, y envidié a Beth mientras ella y Ross inclinaban sus cabezas en una conversación profunda.
justin podría no haber llegado hoy, y yo podría no hablarle, pero él era parte de la razón por la que había entrado al equipo. Se merecía saberlo. Estaba bastante segura que se emocionaría.
Por lo que marqué su número de memoria, esperé que respondiera el teléfono, y a la vez esperaba que no lo hiciera.
No lo hizo.
Fue al buzón de voz, y sonreí ante el sonido de su voz. Todavía me hacía sentir bien. -justin, soy ____(tn). Sólo quería dejarte saber...
-¡_____(tn)! -De repente Sara estuvo a mi lado-. Vamos a ir a Pop's a celebrar. Vienes, ¿verdad?
Luché contra mi instinto de rehusarme, y asentí. -Por supuesto que voy. No me lo perdería.
-Fantástico -besó mi mejilla, luego corrió hacia Kirk, Beth y Ross-. Ella va a venir.
-Así que, de todos modos, justin. -Continué-. Las pruebas terminaron y soy una universitaria. -Sentí una sonrisa aparecer en mi rostro-. ¿Me escuchaste? ¡Soy una universitaria! -Grité la última parte, todavía demasiado emocionada para contenerme-. Y en parte se debe a nuestras prácticas, así que gracias. ¡Tengo que irme! -Entonces apagué el teléfono, se lo di a mamá, y corrí detrás de mis amigas dentro del gimnasio.
¿A quién le importaba si justin me había dejado plantada? Había probado que podía hacerlo por mi cuenta y no iba a dejarlo arruinar mi celebración. No lo necesitaba. ¡Era una jugadora de fútbol del universitario ahora!
* * *
-Aquí están Sara y _____(tn), las jugadoras de futbol del universitario -Beth levantó su cerveza de raíz-. ¡Yay!
Estamos brindando tocando nuestros vasos plásticos rojos contra los otros. Sonreí a mis amigos, sin importarme que estuviera allí con dos parejas. ¡Era una universitaria! El fútbol era lo que importaba. ¡No los chicos! No las citas. Y ciertamente no justin.
Kirk tenía su brazo sobre el hombro de Sara, y aunque Ross y Beth no estaban cerca de esa etapa, estaban sentados del mismo lado de la mesa, casi tocándose los hombros, por lo que iban en esa dirección.
El cajero anunció el número de nuestra pizza. Kirk se levantó de un salto. -Esta noche invito yo. Voy a traerlo.
-Te ayudaré -Ross se deslizó fuera de la mesa, y los chicos se dirigieron al mostrador de nuestra comida.
Ellos no estaban saliendo conmigo, pero si querían comprar mi cena de celebración, no iba a detenerlos. Le sonreí a Beth y a Sara. -Esta es la mejor noche. Nunca pensé que tuviera una oportunidad, no después de esa horrible práctica con el universitario hace un par de semanas.
Sara ladeó su cabeza. -Anoche cuando estábamos ejercitando, no podía creer cuanto habías conseguido. Ese tiempo de práctica con justin ayudó realmente, ¿huh?
Me encogí de hombros y repentinamente me sentí deprimida. -Seguro.
Me estudió. -De todos modos, ¿qué pasó con él? De repente, es como si hubiera desaparecido del planeta.
Beth quitó su bebida del camino para poder acercarse más a mí. -Si, ¿qué pasó?
Yo jugaba con mi servilleta, picándola en pequeños trozos. -Es un im.bécil -Me encogí de hombros-. Decidí desairarlo. No hay problema.
Beth ladeó su cabeza. -¿Por qué es un im.bécil?
-Porque piensa que puede besarme cada vez que quiere y que eso no significa nada.
Dos pares de cejas se levantaron y sus mandíbulas cayeron. -¿Te besó?
-Sí.
-¿En los labios? -preguntó Sara, con ojos resplandecientes-. ¿Estuvo bien?
-Si, en los labios. -Sentí mis mejillas enrojecer-. Y si, realmente bien.
-Entonces, ¿cuál es el problema? -Sara sonaba conmocionada-. ¿Por qué lo vas a desairar? Te gusta, te besó y es fantástico, y ¿te deshiciste de él? ¿Por qué?
Me di cuenta que mi servilleta estaba despedazada por completo, así que tiré del servilletero y tomé otra libre y empecé a trabajar en esa. -Lo hizo para demostrarme que sólo éramos amigos, y...
Sara sacudió su cabeza. -No, no, tienes que empezar desde el principio.
Miré los rostros de mis amigas, dándome cuenta cuanto había extrañado charlar con ellas, y de pronto solté toda la historia.
La historia completa.
Cuando terminé, ambas estaban sonriendo.
Le fruncí el ceño a ambas. -¿Qué es tan gracioso? Me dejó con el mejor beso del mundo, y después dijo que no significaba nada. ¿Eso es tan gracioso? -Vi a Kirk y Ross terminar de pagar las pizzas y empecé a girar la cabeza hacia la mesa-. No importa. Hablaremos de eso más tarde.