Pequeña Obsesión

XIII

- Lo que mas me dio risa - Se paro y se acerco a mi al ver que no me volteaba a verlo - Que el idiota de tu amigo no pensó que hoy no abren la Universidad - Su risa ronca me puso a temblar mas de lo que ya estaba.

- Vete de aquí Sean - Su risa se escuchó por toda la habitación.

- Creo que tu no entendiste algo Clair - Su mano empezó a subir y a bajar en mi brazo haciéndome estremecer - Tu pequeña - Se acercó a mi oído - Eres mía, digas lo que digas - Me susurró.

- N,no soy tuya - Su mano se detuvo en la palma de mi mano y la agarró con fuerza haciéndome gemir de dolor.

- Si lo eres - gruñó - Eres solo mía.

- Vete, o si no Maison te verá - Dije hablando con dificultad, por el agarre de su mano en la mía.

- Para ese entonces, tu amigo no nos encontrará aquí.

Esas palabras hicieron que empezara a sudar y sentirme nerviosa. Me separé de su agarre, pero el me detuvo y puso un trapo en mi boca. 

- Duerme nena - Yo negué con lágrimas en los ojos y no respiré - Respira Clair - Negué y escuche un bufido de parte suya, para después tocarme el estómago, causando que yo abriera la boca y respirara.

Después de unos segundos, me sentí mareada y con la vista borrosa, para después caer en la oscuridad.

SEAN P.O.V 

Después de que Clair dejara de moverse, le quité el trapo y la cargué.

- Mi pequeña - La miré y sonreí - Eres mía, tu me perteneces y no puedes negar ese hecho.

Bajé las escaleras con ella en mis brazos y abrí la puerta de la entrada para dirigirme a mi camioneta. Dejé a Clair en los asientos traseros, y le puse el seguro de niños en las dos puertas, para prevenir.

Arranqué y manejé hacia mi casa. Vi por el retrovisor y vi el auto de Maison dirigiéndose hacia su casa. Idiota.

- ¿ Cómo alguien tan siquiera puede pensar en alejarme de ti princesa ? - Me reí. Nadie me puede separara de ella y haría lo que sea para tenerla junto de mí.

Mi celular empiezo a sonar y vi el nombre de Derek en la pantalla.

- ¿ Si ? - Gruñí.

- Sean hombre, ya tengo tu encargo - Sonreí.

- Bien, nos vemos mañana allá - Se escuchó una sonrisa por parte suya.

- Te escucho feliz, supongo que esa chiquilla te tiene embobado - Bufe.

- No digas estupideces - Colgué.

Mañana mismo, me llevaré a Clair conmigo, para que nadie  intente o trate quitármela. Eso sobre mi cadaver. 

- Mañana nena, tu y yo estaremos juntos - Voltee a verla y sonreí de oreja a oreja.