Capitulo 10. Hoja seca del arrepentimiento

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La tarde al día siguiente, Gendell, en vez de irse para donde sus amigos se fueron para el parque con Elena.

¿Gendell, te puedo hacer una pregunta?¿Cualquiera?—Lo dijo sonriendo. ¿Vamos a hacer todo lo posible para que esto no se rompa?Claro que sí, lo haremos, siempre y cuando Dios esté a nuestro favor. Lo estará y si no lo está hay que aceptarlo.Sí —lo dijo sonriendo.

Estuvieron toda la tarde allí y se quisieron, brincaron, hablaron y hasta que se hizo de tarde salieron. Gendell la llevo a su casa que estaba en la parte oeste de la ciudad y se despidió con un beso. Cuando iba de camino a su casa vio una madre con un niño cargado, pero esta lo llevaba de una forma no correcta, lo llevaba como si fuera un bulto que lo agarra con su brazo y su costado.

—Amiga, no cree que el niño está mal puesto.

Ella lo miro con lágrimas en sus ojos y siguió caminando como si no hubiese escuchado nada. Gendell al ver esto se sorprendió y le siguió.

La mujer con el niño entro a una casa que había más personas y Gendell pudo notar que la mayoría de personas que estaban allí estaban enfermas, pero cuando vio hacia adentro he aquí un hombre con una manta negra y un palo botando humo. Este hombre estaba acompañado por más parecido a él. Gendell al ver esto siguió a su casa, pero esas cosas que había visto le pasaba por su cabeza: el hombre con la manta negra y la mujer llorando. Finalmente llego a su casa con gran preocupación y al pensar se dio cuenta de lo que pasaba y era que ese hombre era un brujo y que las personas con dolencias iban hacia él. Gendell al saber esto se enojó y tuvo pena por las personas porque su alma iba a ser desechada, y su enojo era debido a que en vez de buscar a Dios, buscaban algo que le daba la muerte.

Gendell se levantó de su cama y salió por su ventana y fue al lugar aquel, pero mientras iba solo se decía como hago que se conviertan a Dios y una piedra apareció a su frente y tropezó y escucho una voz que venía de la piedra.

—Gendell, tus pensamientos me son agradable, ahora te digo que este es tu día para realizar una gran obra de espíritu, lo único que tienes que hacer es entrar y proclamar mi nombre.

Luego la piedra se volvió cenizas y el aire se la llevo y Gendell fue de prisa al sitio marcado y cuando fue entro. Todos lo miraron y se sorprendieron porque ninguna enfermedad traía. Los hombres que estaban vestidos de negro lo miraron y comenzaron a decirle que se fuera y este comenzó a hablar:

—Oíd, todos los que están aquí, Dios es más grande que estos, en el hay salvación y vida eterna y nunca los dejara por lo que si creen en él, el los sanara porque en su venida a la tierra hizo eso y más a través de su hijo el cristo Jesús.

Las personas que estaban allí no le hicieron caso, solo le miraron, hasta que lagrimas salieron de los ojos de Gendell diciendo:

—Por qué no le quieren a él, por favor crean en lo que digo. Mi señor murió por ustedes.

Luego una brisa grande azoto por dentro de la casa y las hojas de los arboles alrededores que estaban secas se fueron volando y ellas mismas entraron a la casa y rodearon a todas las personas que estaban enfermas. Viendo esto Gendell se sonrió con los ojos cerrados y de repente abrió sus ojos y vio como las personas sanaban y el salió de allí lo más rápido que pudo y se fue corriendo para su casa con gran felicidad, mientras que las personas eran rodeadas por las hojas los brujos se quedaron sorprendidos y luego la brisa se fue y las personas se vieron sanas y creyeron en gran manera en Dios y se fueron de la casa del brujo.

.....

El aire se tornó pesado y frio volviendo a los arboles de color marrón provocando su debilidad, pero gran escándalo se armó con los brujos y con Gendell, pero nadie sabía que era él.

Unos de los brujos, el principal, se encerró en un cuarto lleno de velas y con vasijas llenas de sangre rodeando un circulo de figuras técnicos con estrellas y más llamado "circulo de transmutación": círculos que utilizaban los alquimistas para transformar los metales en oro o piedras en metales, también para a hacer conversiones entre ellas, pero por otra parte la utiliza los brujos para invocar seres malignos y para tener comunicación entre sí. El brujo llamado Tuney tenía uno de ellos que en este caso es de comunicación y se logró comunicar con su ídolo:

—Dígame usted ahora que hago, ese chico destruyo mi trabajo y nuestras fuerzas.

Luego una voz le llego a los oídos:

—No nuestras fuerzas, pero no te preocupes que tengo un plan y tú lo seguirás tal como yo te lo mando hacer.

Y hablaron sobre su plan para poder ganarle a la justicia.

Gendell tenía una gran sonrisa porque había hecho algo muy importante y su alma estaba regocijada. Estuvo en la escuela hablando con su amigo, Eduardo, que estaba muy contento también porque una chica le había aceptado. Gendell salió de su escuela y llevo a sus hermanos a la casa para reunirse con sus amigos Leiden y Ana. Pero, cuando salía sintió una presencia extraña, que provenía de lejos y en ese momento escucho un ruido de gritos y este era de Ana. Gendell se convirtió en Ángel de inmediatamente y se fue volando por instinto hacia el lugar y he aquí varias bestias rodeando a Ana que estaba sola en el sitio hasta que se convirtió en Ángel por igual y comenzó a atacarlos. Gendell al ver esto se apuró y comenzó a atacar. Leiden que llegaba se encontró con la situación y se adelantó convirtiéndose para pelear.

Las bestias eran parecidas a la otra que les ataco anteriormente pero estas eran menos débiles y sus físicos eran menos estructurados. Gendell, Leiden y Ana luchaban con las bestias, las cuales eran unas veinte y tres que morían con facilidad. Las bestias se acabaron y Gendell y los demás se sentían gozosos porque ya habían acabado con todos, pero en ese momento, apareció la bestia que le había aparecido aquel día junto con unos de los hombres con capucha negra diciendo:

—Bien hecho queridos Ángeles ahora es nuestro turno.

El hombre saco la mano derecha y con su izquierda saco un guante negro con un círculo de transmutación en la parte superior de la mano derecha poniéndoselo en dicha mano y dijo:

—Transmutación atónita—lo dijo poniendo su mano en el piso.

Lo que provoco que los Ángeles se quedaran inmóvil y luego dijo:

—Sombra viva, traédmelo aquí.

Una sombra, la de su cuerpo, salió y atrapo a Leiden y lo puso al lado de él.

—¿Qué haces malvado, que haces con mi amigo?

—Llora por él, porque por tu culpa mis gentes se fueron.

Los recuerdos llegaron a la cabeza de Gendell y se recordó de la casa de los brujos.

—No, tienes que tomarme a mí no a él.

—Lo siento, tú lo comprenderás después, adiós—Lo dijo mientras eran absorbidos por el piso.

Ana grito grandemente y de repente apareció al frente de ella la bestia que a su vez la hirió con sus garras, pero no la mato y por igual a Gendell mientras este gritaba para que dejaran a Leiden, pero ya este se había ido y la bestia se fue después de lo que hizo.

Ángel, el renacimiento de un llamado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora