Jorge se bajó del auto dejando a Silvia adentro. Después de unos minutos Silvia se desesperó y bajó del auto acercándose a Jorge.
-¿Al menos sabes arreglar un auto?-preguntó.
-No.
-Entonces ¿nada más estamos perdiendo el tiempo?
-Básicamente, si.
-¿Por que no usas tu celular y le llamas a tus padres o a tu hermano?
-Wow, que gran idea Silvia, ya lo había pensado antes.
-¿Entonces? ¡Llamales!
-El punto aquí es que no tengo crédito. Mejor llamale a tu papi para que venga por nosotros, o a tus amigos.
Silvia revisó su bolso y respondió: -Lamento informarte que dejé mi celular en el auto de Claudia.
-Entonces pasaremos la noche en el auto, o bien, puedes caminar hasta un lugar conocido y tomar un taxi.
-Prefiero caminar, ni loca paso la noche contigo.
-Pues creo que caminarás sola, ni loco abandono a mi bebé en esta calle.
-Es sólo un auto, Jorge.
-Hey, no es solamente un auto, es el amor de mi vida.
-Que ridículo. Anda Jorge, ya vamonos. O que -se acercó a Jorge colocando sus manos en el pecho de el- ¿prefieres que me vaya sola y me pase algo?
Jorge la miró y le sonrió: -Bien, vámonos.
-Que fácil eres de convencer Jorge.-rió y caminó junto a el, después de 30 minutos ya se encontraban llegando a la casa de Silvia en un taxi.
-Bien, señorita Navarro, fue un gusto volver a encontrarla.
-No digo lo mismo por que estaría mintiendo. Pero gracias por traerme a mi casa sana y salva.
-¿Nos podemos ver otro día?
-No.
Jorge rió: -Eres de esas mujeres a las que les gusta que les rueguen. Me gusta que seas así, y también me gusta rogarte.
Silvia se sonrojó y carraspeó: -Buenas noches, Jorge.
-¿Buenas noches, Jorge? ¿Así nada más?
-¿Que esperas? ¿Que te bese?
-No estaría mal.-respondió con una sonrisa.
Silvia rió: -Idiota.
-Eres una grosera. Es la segunda vez que me dices idiota, la primera fue ayer en la fiesta.
-Pues si lo eres, ahora ya vete.-respondió.
-¿Me darías tu número? Yo si quiero volver a verte.
-No.
-Bueno, al menos ya se en donde vives.-sonrió con satisfacción.
-Desgraciadamente ya lo sabes.
Jorge rió y se acercó un poco a ella: -Que tengas una linda noche, descansa.-la tomó delicadamente de su mentón y besó la comisura de sus labios. Subió nuevamente al taxi, Silvia solamente observó como se iba.
-Un mes después-
Silvia se encontraba discutiendo con sus padres, repetía una y otra vez: "No pueden obligarme".
-Silvia, es sólo un contrato. Eres la única que puedes salvarnos de la ruina.-respondió su padre irritado.
-Papá, es que no pueden casarme con un hombre que ni siquiera conozco.
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Casados por un año.
Romance-Ambos sabemos que en cuanto pase este año, nuestro infierno...será terminado.-susurró con lagrimas en los ojos. Jorge Salinas Peréz, un hombre apuesto con tan solo 24 años de edad. Un hombre responsable, duro, engreído y el próximo presidente de la...