Capítulo 16

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-No responderé a esa pregunta, Jacob.

-No te preocupes, Jorge. Sólo no la lastimes, ella te ama.

«-Y yo la amo a ella.-pensó Jorge

-9:30 pm-

Silvia se encontraba sentada sobre las piernas de Jorge mientras le acariciaba el rostro con ternura, bebían de una botella de vino en completo silencio, sólo dedicándose a observarse mutuamente.

El silencio reinaba en el departamento, un silencio cómodo y placentero, un silencio que al estar ahí, los dos, contemplándose...les parecía romántico.

-Tienes unos hermosos ojos.-rompió el silencio Jorge, generando una sonrisa por parte de Silvia.-Prometeme que esa mirada va a ser mía y de nadie más...-susurró.

Silvia rió:-Jorge, llevamos un día con esta relación...

-Pero más de cuatro meses siendo esposos.-rio.

-Bien, prometo que sólo tendré ojos para ti...-Jorge sonrió- A menos de que pase un hombre guapo junto a mi...será inevitable no mirarlo.

Jorge la miró serio.

-Ya, es broma, nadie es más guapo que tú.-depositó un beso en los labios de él y se levantó para caminar hacia la cocina.

-Un día de estos iré a hablar con tus padres.-dijo Jorge desde el sillón.

-¿Para qué?-tomó unas fresas de la cocina y volvió hacia donde Jorge se encontraba.

-Para decirles que nuestra relación va en serio.

-Jorge, no es necesario, lo más probable es que ni siquiera les importe.

-Pero a mi si me importas, así que es indispensable hablar con tus padres.

-De acuerdo, pero yo no iré contigo.

-¿Aún te molesta que te hayan casado conmigo?-dijo Jorge serio.

-No, por supuesto que no, si no me hubieran casado contigo en estos momentos no estaríamos juntos. Pero duele que no les haya importado mi felicidad.

-Fue por el bien de tu familia.

-Antes no opinabas eso.-respondió Silvia, de una forma brusca.

Jorge se levantó y besó su mejilla:-Por que antes no te amaba.

-¿Y ahora sí?-Jorge asintió de inmediato.

-¿Y tú? ¿me amas a mi?-preguntó él, mientras pasaba sus brazos por la pequeña cintura de ella, atrayéndola a su cuerpo al instante.

Silvia asintió sonriendo, después de eso se llevó una fresa a la boca saboreándola con exageración, pasó su lengua por sus labios como si estuviera limpiando algún rastro de fresas.

Jorge no supo cuando tiempo se quedó observándola lleno de deseo, deseo a esos labios, deseo a besarla...

-¿Quieres una fresa?-volvió a pasar su lengua suavemente por sus labios y le guiñó un ojo a él.

Jorge no respondió, la atrajo bruscamente a su cuerpo y la besó con lentitud, ella correspondió de inmediato y sus lenguas no tardaron en sincronizarse.

Silvia sintió que las sangre le hervía al sentir las grandes manos de él sujetándola con fuerza de la cintura.
Comenzó a jugar con el cabello de él mientras la intensidad del beso aumentaba.

Casados por un año.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora