-No responderé a esa pregunta, Jacob.
-No te preocupes, Jorge. Sólo no la lastimes, ella te ama.
«-Y yo la amo a ella.-pensó Jorge.»
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-9:30 pm-
Silvia se encontraba sentada sobre las piernas de Jorge mientras le acariciaba el rostro con ternura, bebían de una botella de vino en completo silencio, sólo dedicándose a observarse mutuamente.
El silencio reinaba en el departamento, un silencio cómodo y placentero, un silencio que al estar ahí, los dos, contemplándose...les parecía romántico.
-Tienes unos hermosos ojos.-rompió el silencio Jorge, generando una sonrisa por parte de Silvia.-Prometeme que esa mirada va a ser mía y de nadie más...-susurró.
Silvia rió:-Jorge, llevamos un día con esta relación...
-Pero más de cuatro meses siendo esposos.-rio.
-Bien, prometo que sólo tendré ojos para ti...-Jorge sonrió- A menos de que pase un hombre guapo junto a mi...será inevitable no mirarlo.
Jorge la miró serio.
-Ya, es broma, nadie es más guapo que tú.-depositó un beso en los labios de él y se levantó para caminar hacia la cocina.
-Un día de estos iré a hablar con tus padres.-dijo Jorge desde el sillón.
-¿Para qué?-tomó unas fresas de la cocina y volvió hacia donde Jorge se encontraba.
-Para decirles que nuestra relación va en serio.
-Jorge, no es necesario, lo más probable es que ni siquiera les importe.
-Pero a mi si me importas, así que es indispensable hablar con tus padres.
-De acuerdo, pero yo no iré contigo.
-¿Aún te molesta que te hayan casado conmigo?-dijo Jorge serio.
-No, por supuesto que no, si no me hubieran casado contigo en estos momentos no estaríamos juntos. Pero duele que no les haya importado mi felicidad.
-Fue por el bien de tu familia.
-Antes no opinabas eso.-respondió Silvia, de una forma brusca.
Jorge se levantó y besó su mejilla:-Por que antes no te amaba.
-¿Y ahora sí?-Jorge asintió de inmediato.
-¿Y tú? ¿me amas a mi?-preguntó él, mientras pasaba sus brazos por la pequeña cintura de ella, atrayéndola a su cuerpo al instante.
Silvia asintió sonriendo, después de eso se llevó una fresa a la boca saboreándola con exageración, pasó su lengua por sus labios como si estuviera limpiando algún rastro de fresas.
Jorge no supo cuando tiempo se quedó observándola lleno de deseo, deseo a esos labios, deseo a besarla...
-¿Quieres una fresa?-volvió a pasar su lengua suavemente por sus labios y le guiñó un ojo a él.
Jorge no respondió, la atrajo bruscamente a su cuerpo y la besó con lentitud, ella correspondió de inmediato y sus lenguas no tardaron en sincronizarse.
Silvia sintió que las sangre le hervía al sentir las grandes manos de él sujetándola con fuerza de la cintura.
Comenzó a jugar con el cabello de él mientras la intensidad del beso aumentaba.
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Casados por un año.
Romans-Ambos sabemos que en cuanto pase este año, nuestro infierno...será terminado.-susurró con lagrimas en los ojos. Jorge Salinas Peréz, un hombre apuesto con tan solo 24 años de edad. Un hombre responsable, duro, engreído y el próximo presidente de la...