Sólo son las 9:00 de la mañana y ya tiene 5 pacientes esperando. Quizás sea mejor de lo que pensaba en su trabajo. O ahora que recuerdo, como dijo mi hermano, conmigo no hacía ningún trabajo... Bueno, aunque tengo muchas dudas también sobre eso no tengo ni ganas de esperar ni de pensar yo en las respuestas así que intentaré entrar antes que toda esta gente.
Su recepcionista tiene una cara que se cae de amargada. Me será difícil entrar, pero no imposible:- Buenos días, quiero hablar con Ruben, ¿está atendiendo a alguien ahora?
- En realidad no, pero la gente siempre llega antes de su cita.
-Perfecto, quiero ser la primera en entrar a su consulta.
- ¿La primera? ¿Me puede dejar ver su cita?
- No tengo
Esta mujer me resulta realmente irritante y parece que la conversación tiende a tensarse.
Se ríe burlonamete después de lo que he dicho y mi rostro inmediatamente se muestra mas serio y amenazante.- Cuando termine su estúpida risa, dile a Ruben que quiero hablar con él.
- Mira, NIÑA, aquí se respetan las horas de los clientes y no tenemos tiempo para que tu vengas a molestar.
- Dile que quiero hablar con el o monto un escándalo aquí y ahora.
Lo ha intentado señora recepcionista pero la victoria es mía. Ahora no le quedo otra opción que llamarlo. Fue más fácil de lo que pensaba.
- Buenos días Ruben. Siento molestarte antes de tiempo, pero aquí hay una pequeña que dice no tener cita para hoy pero insiste en ser la primera que atiendas - me mira confundida y ahora se dirige a mi - ¿Tu nombre?
- Laura Montes
- Se llama Laura Montes. Sí. Está bien, te la mando.
Gané. Estúpida recepcinista.
- Entra Laura, te atenderá ahora - dice a regañadientes, obviamente molesta.
- Gracias, vieja amargada.
Me voy antes de que le de tiempo a contestarme. No debí llamarla así pero ella me llamó a mi "niña" y además me ha hecho perder mucho tiempo hasta dejarme entrar. Basura de silicona.
Bueno, ahora a lo que vine, a pedir explicaciones. Entro por la puerta de la consulta de Ruben, y cuando me ve me observa sorprendido. Será por no haber tocado ni a la puerta. Pero no importa. Me siento sin que me diga nada y él hace lo mismo al otro lado de la mesa. Esta vez su expresión es seria, no tiene la sonrisa que lleva de costumbre, pero mejor así.- Bueno, ¿qué te trae por aquí?
- Quiero explicaciones.
- ¿Por donde empiezo?
- ¿Qué tipo de "experimento" querías "lograr" conmigo? ¿Por qué llevas años haciéndome creer que todo era terapia? ¿Qué piensas de mi? ¿Por qué ahora quieres dejar de verme de repente? - vale, estas dos últimas preguntas han sonado un tanto dramáticas, ¿de verdad me importa lo que piense de mi? Bueno, ya están hechas las preguntas, no me voy a rectificar.
- Laura nunca te he considerado un experimento como dices, es más, te he llegado a admirar y quería comprender tu punto de vista respecto a todo. No eres una persona normal y nunca te he visto como enferma ni con problemas. No entiendo tu odio hacia el mundo y quizás era algo que quería entender... Pero no lo he logrado, ni lo voy a lograr. Siempre he notado que te molestaba mi presencia, pero ayer me ha quedado más claro que nunca, y no quiero molestarte más. Creo que eso es todo.
Y yo creo que no tengo nada más que decir.. Fue un impulso y una idiotez venir hasta aquí para esto. No entiendo ni por qué me he preocupado por este tema ni por qué me estoy preocupando ahora por lo que estoy haciendo. Tengo mil cambios de humor y de actitudes y no me molesta. Reconozco que tengo sentimientos, aunque sean raros, y ni yo se nunca hacia donde los voy a dirigir, siempre me dejo llevar por el momento. Tengo que contestarle algo, pero no se qué y me estoy limitando a permanecer en silencio. Su mirada está seriamente dirigida a mi y la verdad, me siento algo incómoda.
- ¿Algo más?
- No, suficiente... Me voy. - me levanto y me dirijo a la puerta pero parece que la conversación no ha terminado. Él también se ha levantado y antes de salir me agarra por la mano y hace que me gire hacia él.
- Espera. Yo también tengo derecho a hacer mis preguntas.
No, no quiero que me pregunte nada. Estoy llena de frustración y no entiendo por qué pero solo quiero irme ahora mismo.
- Tengo que irme, lo siento.
- No, sientate por favor.
No queda más remedio. Esperaré lo que tenga que decir.
- ¿Porqué?
- ¿Porqué qué?
- ¿Porqué hasta ahora solo he sido una molestia para ti y ahora vienes a pedir explicaciones? Nunca me querías ni dirigir la palabra y ahora tomas la iniciativa de hablarme.
- No lo se, solo fue un impulso. Mi hermano me lo contó todo y tenía la curiosidad de saber los motivos de todo.
- Eso no contesta mi pregunta.
- No se como contestarla. Bueno... Una parte sí, mi odio hacia ti era porque me has hecho creer que todo era terapia, y las terapias son para cambiar a la gente y yo no quería cambiar.
- Espera un segundo - coge su teléfono y marca una tecla - Rosa, por favor, cancela mis citas de esta mañana, di que no estoy en condiciones para atenderles hoy.
¿Qué demonios hace? ¿Piensa tenerme aquí hablando más tiempo? No quiero, no. Solo quiero irme y no pensar más en lo que está pasando aquí.