Alexander no entro a ninguna clase, todo fue tranquilo a excepción de la pequeña pelea que tuvimos en clases yo y la zorrita de Alexander, incluso el almuerzo fue bien, charle un poco con Andreu y las chicas, reímos de comentarios tontos y no me permití recordar el trago amargo que pase por la mañana.Sin embargo no e podido sacar de mi mente las palabras de Dave ¿Enamorado? ¿Arruinaría su futuro? ¿En que momento me perdí tanto? en la hora del almuerzo y las horas en clases no podía poner atención por la intensa mirada de Dave sobre mi, se que estoy actuando un poco paranoica.
[...]
-¿Lista para que pateen tu trasero?- Habla Dave sacándome de mis pensamientos.
-Estoy lista para patear traseros.- Contrataco demasiado segura de mi misma, tengo que poner en practica todos los movimientos que Esteb me enseño.
-Esa es mi chica.- Aplaude Dave saliendo del coche.
Lo sigo fuera en dirección al edificio abandonado que mi padre utiliza como zona de entrenamiento para sus hombres.
-Señorita. -Saluda un hombre mientras abre la puerta para mi.
-Gracias.
Dave sigue mis pasos por los pasillos oscuros repletos de hombres yendo y viniendo concentrados en sus asuntos.
-El señor a pedido que lo visites maña para la cena, discutiremos tu entrada.
No hay otra opción para mi, desde mañana entro a servicio de mi padre no me encuentro muy feliz ya que no quiero ser parte de esta gente. Pero alguien tiene que vengar la muerte de mi madre y hermana y quien mejor para hacerlo que yo.
Estoy un poco molesta con padre por permitirme hacer esto ¿que clase de padre convierte a su única hija en una mafiosa?
-Bien.- Fue mi respuesta antes de abrir la puerta del salón de entrenamiento donde ya se encuentra Alexander golpeando un saco de box.
Su mirada se encuentra con la mía, su enojo a desaparecido convirtiéndose en preocupación, no necesito su preocupacion, no necesito nada de el.
Me acerco a su lado y dejo mi mochila en el suelo lista para enseñarle todo lo que se.
-Yo... necesitamos hablar.
-Estoy aquí para entrenar, no para tomar el Te Alexander.- Interrumpo mirándolo a los ojos.
-Genial.- Gruñe.- Veamos que tan bien te enseño tu noviecito a disparar un arma.
Camino en dirección a una mesa que se encuentra repleta de armas, sonrio cuando miro mi preferida una CHEYTAC M200.
-Buena elección Princesita.- Dice Alexander.- Veamos que tan buena puntería tienes.
Entro a una enorme sala de simulaciones, esto será sencillo yo y Esteb salíamos a cazar animales reales, miro a los chicos al otro lado del cristal que separa las habitaciones.
Alexander hace una seña con su mano informando que tengo luz verde, de repente las luces son apagadas dejándome a oscuras, esto no me detendrá se perfectamente donde se encuentra cada muñeco no pierdo un segundo empiezo a hacer exactamente lo único que se hacer, acabar con la vida de alguien aunque en realidad solo son muñecos, disparó una última vez cuando las luces de la sala son encendidas de nuevo.
Me cuesta varios segundos acostumbrarme a la luz y mirar que le di a todos mis blancos.
-wow.- Me giro para mirar a Dave del otro lado de la habitación con la boca abierta.
Luego miro a Alexander que mira sin estar muy impresionado, idiota.
-Y bien ¿Qué sigue?- Pregunto saliendo de la habitación para encontrarme con los chicos al otro lado del cristal.