El señor Hanson es una persona muy importante en esta ciudad, nadie imagina como consiguió su gran fortuna ya que para la mayoría de las personas es un señor respetable y honrado.
Hoy está llevando a cabo una fiesta de caridad para los más necesitados y es ahí donde yo aparezco.
Me decido por un vestido rojo con un escote para morirse, tengo que llamar la atención de Hanson de alguna manera
El plan de padre es que tengo que ser amiga de la hija para poder llegar al padre, mi plan es otro.
Los chicos me acompañaran, Alexander entrará con migo a la fiesta y Dave esperará afuera por si las cosas se complican.
Después de terminar de arreglarme agregó un poco de perfume y salgo de la habitación para encontrarme con los chicos, cuando la puerta se cierra tras de mi Alexander se gira a mirarme, sus ojos se encuentran con los míos por varios segundos después se desplazan por todo mi cuerpo, aprovecho y hago lo mismo.
Se ve guapísimo con su traje a la medida, resaltan sus musculosos brazos y resulta que ahora estoy babeando.
-Wow... Te ves guapísima.- Dice Dave mientras sale de la cocina.
El va vestido con unos jeans negros y una cazadora del mismo color.
-Bueno gracias.-Sonrió ante su comentario.
-¿Estas consciente de que vamos a una cena para los niños pobres?
Fulmino con la mirada a Alexander.
-Si.
-¿No tienes algo más decente?
-A Dave le a gustado.- Contestó irritada.- Vamonos.
Salgo por la puerta y me dirijo al auto de Alexander.
Nos dirigimos a la fiesta en silencio, nunca ubiera creído que yo y Alexander pudiéramos estar en un espacio cerrado sin discutir.
- Sigue el plan y estaremos fuera de esto cuanto antes.
-Se lo que tengo que hacer Alexander déjame en paz.
Entramos al estacionamiento y aparcamos en un lugar cercano de la entrada, Dave estaciona enseguida de nosotros el otro automóvil.
Alexander sale del auto y abre mi puerta tendiendome su mano, la tomo y me ayuda a salir.
-¿Preparado?
[...]
Marisol, la hija de Hanson es la chica más tonta que e conocido. Y créanme cuando les digo que e conocido a muchas.
Es muy hermosa con un cuerpo que cualquier hombre desearía, pero su cerebro es inexistente.
No escucho nada de lo que dice por estar viendo todos los movimientos que hacen sus manos frente a mi cara, a acariciado su cabello y revisado su labial por más de mil ocaciones.
-Así que... ¿eres novia de Alexander?
La pregunta me toma por sorpresa, e platicando con ella por más de diez minutos y ya no la soporto.
-No.- Río a carcajadas.- Mi tio y su padre son amigos, yo... tengo una novia.
Sus ojos se abren de par en par por la sorpresa, trató con todas mis fuerzas no soltar una carcajada.
-¿Así que no te gustan...?- Pregunta con los ojos entre cerrados.
-Jamás.- Pongo cara de asco.-Acabo de conocerlo y no me parese un chico agradable, estoy aquí porque mi tío me lo pidio.
-Eres la primera chica que conosco que no se siente atraída por el. -Suelta una risita.-Todas las chicas aquí queremos llamar su atención.
- ¿Así que eres amiga de Alexander? -Pregunto interesada.
La chica suspira checando su peinado de nuevo.
-Como ya sabes Alexander ignora a todas a su alrededor.- Rueda los ojos.- Espera a que su enamorada regrese o algo así, todos hablan de eso.
¿Su enamorada? El dijo que no podía amar.
No se como sentirme respecto a su enamorada, no me gusta esa idea.
- No creo que alexander este enamorado, deverias hablar con el.- Ánimo a la chica de mala gana.
Su sonrisa coqueta aparece, Ariadna a pegate al plan y deja los celos.
-¿Cres que le guste?
-Por supuesto eres hermosa.- Afirmó.- Podríamos juntarnos un día, ya sabes yo podría ayudarte a conquistarlo.
-¿Lo dices enserio?- Un fuerte chillido sale de sus muy maquillados labios.- Me encantaría, deberías venir a mi casa cuanto antes.
Guiro y encuentro la mirada de Alexander en mi desde el otro lado del salón con una copa en su mano.
Se ve tan sexy en ese traje, sus tatuajes no se ven por ninguna parte es tan hermoso, enfocate ariadna, le sonrió y hago una seña para que se acerque. Lo piensa por varios segundos y luego camina hacia mi, todas las miradas de las chicas en el. Zorras.
-Señoritas.- Dice con su voz ronca baja bragas.
Escucho el suspiro de Marisol seguido por el mío.
Apegate al plan Ariadna.
-Alexander ¿ya conoces a Marisol? Estudia en la misma universidad que nosotros.
Me mira con el ceño fruncido.
- Por supuesto, pero nunca nos presentaron.
Se enfrenta a Marisol y le sonríe seductoramente tomando su mano.
Quiero vomitar.
-Es un placer Marisol, soy Alexander Whalen.
La chica le debuelve la misma sonrisa.
-El placer es mío Alexander.
Más vomito.
-Me disculpan, necesito ir al tocador.
Alexander me frunce el ceño mientras que Marisol me sonríe de oreja a oreja guiñandome un ojo.
-Te acompaño.- Gruñe Alexander.
-Vuelvo enseguida, no quieres dejar sola a Marisol ¿sierto?
Me alejo de la mirada asesina de Alexander para encontrar a mi presa.
Camino apurada entre los pasillos para huir de la vista de Alexander cuando alguien golpea mi brazo fuertemente causando que pierda el equilibrio y caiga al suelo.
Demonios, mi cabeza choco con algo.
- Señorita, ¿esta bien?- Corre alguien a mi lado y me ayuda a levantarme.
Miro a la persona con la que choque, es un hombre grande que se cae de borracho, luego miro a la persona que me mantiene de pie.
-¿Se encuentra bien?
Sólo asiento mirandolo a los ojos, todabia me encuentro aturdida por el golpe.
-Soy Jhon Hanson es un placer conocer a una mujer tan hermosa, aunque no en estas sircunstancias.
Todo fue más facil de lo que imaginé.
❤