Narrado por Alexander.
Los chicos la adoran, en realidad no entiendo por que razón, es la chica más sarcástica, odiosa y creida que e conocido, si no fuera mi trabajo el cuidar de ella en estos momentos estuviera a diez kilómetros lejos de ella.
Sigue diciendote eso Alexander.
-¿Podrías dejar de comerte mis papas fritas?
Miro a Ariadna quien me mira con el ceño fruncido.
-No.
-Lo juro chicos, son tan lindos juntos.
Es mi turno de fruncir el ceño en dirección de Eric.
-¿Acabas de llamarme lindo?
-Oh hombre no quise decir eso lo siento.-Sonríe en mi direccion.- Son tan adorables juntos.
Ariadna ríe a mi lado.
-Espero que sigas pensando eso después de que tengas un ojo morado.- Respondo molesto.
-Vamos tienes que aceptar que sus estúpidas peleas son adorables.
-Eric deja de molestar al chico adorable.- Interviene Lían.- No queremos avergonzarlo frente a su chica.
¿Mi chica?
¿Por que demonios no me desagrada esa palabra?
-Yo no soy su chica.- Responde ofendida mientras los chicos rien, su mirada encuentra la mía .- Tu diles.
Meto otra de sus papas fritas en mi boca sin responder.
-Hablo enserio dejen de reír.
Eric se acerca a ella.
-No sabes cuanto me alegro de eso.-Dice en forma seductora.
Tengo que apartar mi mirada para no decir algo estúpido.
-Eso no sucederá amigo.- Interviene Dave.- Mi prima está fuera de los límites.
-Pero...
-Fuera de los límites.-Interrumpe Dave.
-Gracias por dejar eso en claro primo.- Dice Ariadna sonriendole a Dave.
-Bueno chicos.- Me levanto de mi silla llevando la última de las papas fritas a mi boca.- Vallamos a casa tenemos mucho que hacer para esta noche.
[...]
-Ten mucho cuidado, cualquier cosa presiona el botón rojo y estaremos ahí.- Repite por cuarta vez Dave.
-Lose Dave relajate todo saldrá bien.
Miro cada movimiento de Ariadna disfrutando de las curvas que muestran esos ajustados jeans.
-Alexander.
Se ve hermosa, mas le vale mantener sus manos para si mismo... ese hijo de puta.
-Alexander.- La mirada confundida de Ariadna entra en mi vicion.
-Perdón ¿que decían?
-Que te apartes de la puerta necesito salir.
-Disculpe su Majestad.-Respondo mientras me siento al otro lado de la camioneta sin poder evitar mirar su trasero mientras baja.
-Ahora regreso.
Se marcha sin esperar lo que tenía que decirle.
Demonios me distraje y no le advertí que no hiciera algo estúpido de nuevo, esta chica me volverá loco.
[...]
-¿No cres que ya tardó mucho?
-Sabe lo que hace confía en ella, recuerda quien fue su gran maestro.- Respondo con amargura.
-Tienes razón ella es buena.
No respondo, sigo sin apartar la mirada de la entrada de la enorme mancion, estoy empezando a preocuparme.
-¿Cres que Crater regrese?
Apartó la mirada de la entrada para encontrar la mirada de Dave.
-¿Por que lo aria? No tiene a nadie por quien regresar.
-Estas equivocado, tu mejor que nadie sabe que el jamás deja ir a alguien que ama, estoy seguro que Ariadna lo es todo para el.
Mis puños de sierran en puños involuntariamente.
-El no la ama, no puede hacerlo.-Respondo con la mandíbula apretada.
-Ariadna es una chica fácil de amar.
Sin poder evitar mi enojo respondo.
-¿Estas queriendo decir que...?
-Sería fácil enamorarme de ella.-Interrumpe.
-Más te vale mantenerte...
-Ahí viene.- Interrumpe de nuevo.
Me guiro y un suspiro de tranquilidad escapa de mi pecho.
Ella está bien.
Más no me encuentro del todo tranquilo sabiendo lo que Dave está intentando hacer y mucho menos sabiendo que él, Crater la persona que más odio pueda estar enamorado y peor aún que regrese por ella.
Ariadna entra en la camioneta y su mirada encuentra la mía, su enorme sonrisa desaparece.
-¿Todo salió bien?-Pregunta Dave, sin embargo Ariadna no aparta su mirada preocupada de mi.
-Si todo fue bien, ahora salgamos de aquí.
Dave enciende la camioneta y nos saca de la propiedad de John mientras Ariadna se sienta a mi lado.
-¿Te encuentras bien?- Pregunta en voz baja para que sólo yo la escuché.
-Mejor que nunca.