Cayendo en picado

315 27 0
                                    

Brooke salió empujada hacia Steve y Tony. Cayó entre sus compañeros dándose un fuerte golpe en la espalda. Gimió. Steve ordenó a Stark que se pusiera el traje, éste aceptó temeroso. Después el Capitán ayudó a la chica a levantarse. Un calambre recorrió la espalda de la chica. Brooke se puso en pie con los ojos cerrados y sujetándose la espalda con una mano.
-¿Estás bien? -le preguntó preocupado Steve-.
-No es nada -aseguró la chica abriendo los ojos, estirando la espalda y soltando su mano de la de él. Sin embargo, el Capitán continuó mirándola preocupado-. Corre, tenemos que ayudar.
Cogieron unos auriculares de unos mostradores para poder escuchar las órdenes de Furia desde cualquier punto de la base. Vieron a su jefe levantarse con cuidado. El resto del equipo había desaparecido. Los cristales estaban rotos, los aparatos del laboratorio se había caído y estaban despedigados por todos lados, algunos incluso estarían estropeados por los golpes. Por los pasillos, los soldados corrían de un lado a otro armados y cumpliendo las órdenes que recibían. Brooke miró un momento a Steve, tenía un par de rasguños.
-Hill... -susurró Furia por su micrófono moviendo la cabeza para despejarse-.
El resto del equipo también pudo escuchar a la agente escuchar. La mujer lanzaba órdenes por doquier y pedía explicaciones sobre los daños que había causado la explosión.
-El motor número 3 se ha parado -informó-. ¿Pueden arrancarlo?
-La turbina parece intacta pero es imposible salir ahí a hacer reparaciones mientras estamos en el aire -escucharon decir a un soldado-.
Hill suspiró angustiada.
-No lo estaremos si perdemos otro motor -tocó el auricular con un dedo y se acercó el micro a la boca-. Alguien tiene que salir y arreglar ese motor.
Furia se apoyó en la mesa y volvió a mover la cabeza. Gruñó al escuchar las noticias de la sala de cotrol.
-Stark, ya ha oído eso -le ordenó a Tony-.
-¡Allá voy! -oyeron decir a Stark por los auriculares-.
Furia continuó dando órdenes, primero a Coulson, luego le preguntó a Natasha si ella y Bruce se encontraban bien. Más tarde mandó a Steve y a Brooke a ayudar a Tony. Ellos dos corrieron hacia el motor número 3. Preguntaron a varios soldados antes de llegar para saber la dirección exacta. Cuando llegaron allí, Tony aún no había llegado.
-¡Stark!¡Stark, estamos aquí! -lo llamó Steve-.
Aquella parte de la nave estaba destrozada, la puerta que daba al motor 3 estaba abierta a un precipio. Se podía andar por los lados, pero en el centro no había suelo. Además, una de las paredes se había caído. Iron Man entró por allí y se acercó a una de las paredes, que estaba llena de cables.
-Bien, a ver qué tenemos por aquí... -dijo el hombre de acero mientras examinaba lo que tenía delante-. Debo reconectar el sistema refrigerante con el superconector antes de acceder a los motores e intertar quitar los escombros.
Se elevó un poco ante la atenta mirada de Negrix y el capitán. Empujó un aparato de color cobrizo que sobresalía de la pared y les señaló el lugar que quería que examinasen.
-Necesito que accedáis al panel de control y me digáis qué reles están en sobrecarga -les pidió para después volar hasta otra zona-.
El Capitán y Negrix llegaron al lugar donde se encontraba el panel de control, uno saltando y otra volando. Examinaron la pared para encontrar el panel. Finalmente encontraron una puerta en la que ponía con letras bien grandes "cuidado" y sacaron un aparato con cables y aparatos amarillos de color cobrizo y amarillo.
-¿Cómo está la cosa? -preguntó Tony-.
-Funciona con alguna forma de electricidad -consiguió decir Brooke tras mirar un par de segundos aquello y mirar de reojo a Steve, que tampoco sabía explicar cómo se encontraba aquello-.
-Bueno, no os equivocáis.

Mientras tanto, en una de las zonas de fabricación de armas de la nave, Natasha intentaba calmar a Bruce. Entre la discusión que habían mantenido en el laboratorio y la posterior explosión, el científico se habia alterado más de la cuenta y empezaba a descontrolarse. La espía había mandado a dos soldados irse del lugar por miedo a que Hulk apareciese, sin embargo no serviría de mucho ella sola si Banner se convertía en él. Además, al caer su pie había quedado enganchado con un aparato y no podía soltarlo
-Doctor... Bruce -le llamó suavemente intentando soltar su pie-. Tiene que luchar contra ello, esto es justo lo que quiere Loki.
Bruce estaba a su lado, respirando aceleradamente y con las manos en la cara. Su cuerpo se retorcía y parecía que no la escuchaba.
-Todo irá bien, escúcheme -volvió a decir con cuidado-. Todo va a bien, ¿de acuerdo? Se lo juro por mi vida, le sacaré de aquí, podrá marcharse y nunca más...
-¡¿Por su vida?! -gritó Bruce, o al menos lo que quedaba de él, girándose para mirarla-.
Su cuerpo comenzaba a aumentar de tamaño y el color de su piel tenía un tono verdoso. Aquella voz era más grave que la del científico. El hombro echó su espalda para atrás, aún estando de rodillas, y se quedó mirando al techo con los brazos extendidos. Gimió. Los botones de su camisa comenzaron a soltarse a medida que su pecho y su espalda iban creciendo. Su piel pasó a ser complentamente verde. Su cuerpo se convulsionaba y debido a esto se cayó a una zona más baja de la sala.
Natasha lo miró asustada y sudando. Tiró un par de veces de su pie hasta que logró sacarlo de donde lo tenía atrapado. Cuando volvió a mirar a los ojos a Hulk antes de salir corriendo, pudo ver como aún quedaba un poco del alma de Bruce dentro de aquel monstruo. Después, la camisa de él salió disparada hecha trizas y él se levantó gimiendo y tambaleándose. Se apoyo en una cámara de gas abonbándola.
La espía bajó a donde él estaba y miró su espalda asustada. Hulk, notando unos ojos sobre él, grió su cabeza para mirarla de reojo. Gritó con furia, Natasha podría afirmar que hasta Loki lo escuchó. Y un par de segundos después, ella tuvo que salir corriendo hacia una escaleras con él detrás suyo. La chica comenzó a subir los escalones de dos en dos y, al ver que Hulk la estaba alcanzando, saltó a un pasillo para refugiarse y continuar huyendo por él.
El monstruo se deshizo de parte de la escalera y perdió de vista a Natasha, que se había agachado intentando que se la viera menos. Después, volvió a saltar a otra parte de la sala mientras que Hulk acababa con todo aquella que se interpusiera entre la chica y él.

Una nueva vengadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora