Víctimas inocentes

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Negrix sobrevolaba las afueras de Gotham esperando encontrar alguna pista más. Hasta el momento todo lo que había encontrado le parecía demasiado fácil como para venir del dios del engaño. Había algo que no terminaba de comprender y no sabía qué era. Tenía claro que Loki había permitido que Thor y Hulk diesen la voz de alarma,además de que el comisario Gordon se enterase de que los había secuestrado. ¿Realmente los habría llevado a la Mansión Wayne o tan sólo era una táctica para distraerla?¿Tendría retenidos también a Selina y a Alfred?
Sin embargo por mucho que se esmeraba en encontrar algo en las afueras tan sólo se veía hordas de gente intentando salir de la ciudad lo antes posible mientras que los que quedaban dentro trataban de sobrevivir a los ataques de los chitauris. Algunas bombas se escuchaban desde allí arriba y el polvo camuflaba los rascacielos haciéndolos parecer grandes montañas nevadas. En un par de ocasiones pudo ver como Iron Man perseguía los pequeños montículos en los que algunos chitauris se movían.
Cuando terminó de dar su sexta vuelta decidió volver al centro de los ataques. Por lo que había escuchado por el auricular, los chitauris no parecían rendirse y los Vengadores comenzaban a quedarse sin ideas para acabar con ellos.
-Chicos, a las afueras no hay nada nuevo -informó Negrix a sus compañeros mientras se acercaba-.
-Pues por aquí tenemos a unos chitauris incansables -comentó Ojo de Halcón jadeando-.
La chica en llamas aumentó la velocidad e intentó llegar en el menor tiempo posible. Poco antes de pisar el suelo pudo ver como el Capitán perdía el equilibrio y caía lejos de su escudo, provocando que un grupo de chitauris se acercaran a él peligrosamente. Negrix gruñó y a gran velocidad cruzó la poca distancia que los separaba para disparar una bola de fuego en la cabeza de uno y subirse en la espalda de otro. Convirtiéndose en una bola de fuego le abrasó medio cuerpo e inmediatamente consiguió darle de lleno a un tercero en el estómago. El Capitán, un poco sorprendido, se levantó torpemente y dio un par de zancadas para coger su escudo y lanzarlo contra el chitauri que aun seguía en pie, dejándoselo encajado en el cuerpo. Negrix se posó en el suelo, le arrancó el escudo al chitauri y le asestó otro golpe en la cabeza cuando intentó levantarse. Después, se acercó al Capitán.
-Ten más cuidado la próxima vez -dijo a la vez que le devolvía el escudo-.
El Capitán lo cogió y volvió a colocárselo en el brazo.
-Lo tenía entre las cuerdas -respondió mientras miraba alrededor en busca de nuevas amenazas-.
Brooke levantó una ceja a la vez que se llevaba una mano al auricular.
-Creo tener una corazonada. Debo ir a la Mansión Wayne para corroborarla.
El Capitán miró a la chica preocupado. No sabía dónde estaba exactamente la Mansión Wayne, pero no parecía estar en el centro. Podría ser peligroso ir fuera.
-Oh no, Steve, no me mires así -le advirtió Negrix mientras lo señalaba con uno de sus dedos-. El equipo necesita al Capitán y el plan es que si Loki deja pruebas yo voy tras ellas.
-Me temo que Negrix tiene razón -escucharon a Nat decir por el pinganillo-.
El Capitán desvió la mirada hacia la derecha tratando de no toparse con los ojos de ella. Brooke miró al suelo un instante mientras se mordía el labio inferior. Desconectó su micrófono y le hizo un gesto a él para que hiciera lo mismo. Él obedeció, pero instantes después debió empujarla contra un coche al ver como un arma chitauri los apuntaba. Lanzó su escudo contra el extraterrestre y se acercó a ella rápidamente, que se encontraba de cuclillas observando el estado de la calle.
-Prométeme que volverás sana y salva -le rogó Steve mientras acariciaba su mano disimuladamente-.
-No iría si no supiera que volveré.
Brooke sonrió de lado y miró directamente a los ojos de Steve. Su primer instinto fue besarlo. Sentía que no lograba hacerse con la confianza de Steve. ¿O quizá tan sólo tenía miedo de perderla?Hubiera querido estar en otro sitio, no haber tenido aquellos poderes e irse con él. Nunca podrían tener una relación normal en la que ninguno temiese que el otro no fuera capaz de salvarse. Pero de pronto vio la Batmoto acercase a lo lejos y recordó que estaba en Gotham y para lo que había venido.
Encendió su micrófono y elevó su cuerpo lentamente, viendo como Steve y su padre se convertían en pequeñas hormigas. Cuando estuvo a una buena altura dejó atrás la avenida principal de Gotham y aceleró de camino a la Mansión. Aún no sabía con qué se encontraría exactamente. Tan sólo esperaba que Loki se molestara en no volver a hacer el mismo truco que empleó en sus pesadillas. Aunque una parte de su mente estaba convencida en que no lo haría de nuevo, o al menos no hoy. Sería demasiado predecible.
Sobrevoló de nuevo sobre los edificios de Gotham. Las afueras continuaban bastante bien en comparación con los destrozos que había en el centro de la ciudad. Los puentes continuaban siendo embudos de gente y no parecían estar menos colapsados que unos minutos antes. Las calles seguían mostrando grupos de gente intentando salir de allí a la carrera. Aceleró más el vuelo para poder llegar cuanto antes posible. A medida que llegaba a aquella parte de la ciudad la gente iba desapareciendo y el caos que reinaba en el centro parecía no pertenecer a aquel sitio.
La Mansión Wayne siempre se mantuvo a las afueras de la ciudad. Si por algo se había caracterizado siempre su familia era por ser una de las más famosas de la ciudad, por lo que habían acudido a las afueras en busca de discreción y tranquilidad. Sin embargo, por lo que tenía entendido su padre había transgredido ambas cosas en su juventud llenando la casa de invitados. "Bruce Wayne, excéntrico millonario", recordó que Selina le contó que así fue como se presentó una de las primeras veces que se vieron. ¿Estaría Selina allí encerrada?
Cuando vio su casa desde lo alto pudo ver como no parecía haber sufrido ningún daño. No había coches ni cacharros de los chitauris alrededor y por un momento pensó que se había confiado demasiado. Pero segundos después creyó que lo mejor era entrar para poder averiguarlo. Fue perdiendo altura poco a poco para posarse con cuidado a los pies de la escalinata que daba a la puerta principal. Miró a su alrededor. Ni siquiera corría aire y tan sólo llegaba el barullo de lo que estaba sucediendo en el centro. Desde fuera, la casa parecía estar en perfecto estado.
Se mantuvo quieta unos instantes, esperando encontrar algún signo de movimiento dentro de la casa. Estuvo a punto de darse por vencida hasta que vio moverse ligeramente una de las cortinas del piso superior. Le pareció ver a un hombre armado asomarse, por lo que corrió lo más rápido que pudo por la escalinata y se apoyó en la pared de la parte derecha, desde donde podía ver esa misma ventana. Supuso que sería del ejército de Loki pues no llevaba el uniforme policial.
Cuando el hombre hubo desaparecido, Negrix dio un par de pasos hacia la puerta. Tocó la superficie con cuidado de que pudiera tener algún sensor que la delatara, pero no encontró nada extraño. Posó la mano en el pomo y notó cómo la puerta se movía unos milímetros. Procurando que la puerta no chirriara, Brooke, que había decidido dejar los poderes a un lado, se introdujo en la Mansión Wayne. Frente a ella encontró el hall. Solitario, silencioso, sin un rasguño. La única luz que había en la habitación era la que entraba por las ventanas. Se acercó a una de las paredes tratando de no quedar a la vista de quien estuviera en la casa. Observó con detenimiento las paredes y las puertas tratando de encontrar algo, pero no fue hasta que se fijó en la escalera cuando lo vio. Había manchas de sangre en algunos escalones y en ciertas zonas de la barandilla. Aún no estaban secas.
Con el ceño fruncido chasqueó sus dedos soltando una pequeña llama y volviendo a ser Negrix. Salió de las sombras del hall y se acercó sigilosa a la escalera. Observó con más detenimiento las manchas durante unos segundos. Conducían hacia la parte de arriba de la casa. Comenzó a subir los escalones mirando hacia todos lados, pendiente de que nadie la atacara. Al llegar a un descansillo vio una placa de policía ensangrentada en el suelo. Se agachó con cuidado de no quedar demasiado expuesta y la cogió con cuidado. En la parte inferior tenía las iniciales J.W.G. Resopló con fuerza mirando hacia arriba. Pero no le dio tiempo a levantarse. Una bala rozó su cuello y por unos milímetros no la hirió. Miró en todas direcciones buscando a su atacante.
Sintió como sus poderes se desvanecían al instante, como si la hubieran congelado y unido al suelo. Sin embargo no era Loki quien tenía delante. Unos ojos marrones oscuro prácticamente negros la acechaban junto a una pistola desde lo alto de la escalera. La tranquilidad que solían transmitir al verla había desaparecido y en sustitución había aparecido una mirada seria, desconfiada y fría. Aquel no era el agente Blake de siempre.
-John, qué susto me has pegado -disimuló Brooke intentando averiguar qué había pasado con su amigo y guardándose la placa de Gordon en el traje-.
Blake continuaba sin mover un músculo. Su pistola continuaba apuntándola. Su traje estaba rasgada por varios sitios, su placa se batía por mantenerse unida a su cinturón y su labio inferior y su ceja izquierda sangraban. Tenía puntos de la cara cubiertos de polvo que seguramente provendría de los edificios de la ciudad.
-Tranquilo, no te voy a hacer. Estamos en el mismo bando, ¿recuerdas? -volvió a repetir al ver que continuaba apuntándola-.
Con las manos ligeramente echadas para delante e intentando que sus poderes se mantuvieran al margen, Brooke comenzó a ponerse de pie. Lentamente, con cuidado y en el mayor silencio posible.
-¡No te muevas!¡Al suelo, y las manos donde pueda verlas! -gritó él de pronto mientras movía hacia arriba y abajo la pistola-.
Brooke se quedó inmóvil.
-Ya estás viendo mis manos, John. No te voy a hacer daño.
-¡Cállate y obedece! -volvió a chillar el policía-.
La chica miró a los ojos a Blake intentando encontrar un ápice del chico que realmente conocía. Aquello era obra de Loki. No le quedaría otra salida que hacerlo volver en sí a la fuerza. El bueno con las palabras era Steve y estaba en la otra punta de la ciudad.
-Perdóname, John.
El policía frunció el ceño e iba a dispararla de nuevo pero Brooke más rápida. Se convirtió en Negrix y voló hacia él evitando así la bala. De una patada en las manos mandó la pistola varios metros más allá. Blake se tambaleó hacia atrás por la patada aunque segundos después se recompuso e intentó asestarle un puñetazo a Negrix en la cara. La chica lo evitó haciendo que Blake se tropezará y cayera por las escaleras. El policía se paró en el descansillo emitiendo un pequeño gemido de dolor. Estuvo unos segundos sentado e intentando recomponerse y de nuevo se levantó con la intención de atacar a Negrix, que había bajado unos cuantos escalones y estaba cerca de él.
Fue él quien comenzó a atacar pero esta vez sí logró acertar dándole un buen golpe en el pómulo a Negrix. Ésta se agachó ligeramente, cogió impulso y volvió a darle una patada al agente, esta vez en el estómago. El agente se retorció unos segundos pero se mantuvo en pie y volvió a ponerse en guardia al instante. Volvió a lanzar un puñetazo a la chica pero por unos milímetros la chica logró esquivarlo, lo cual le facilitó empujarlo de nuevo por las escaleras. El hombre cayó de espaldas. Lanzó un gran resoplido e intentó ponerse de pie, pero Negrix colocó uno de sus zapatos sobre su pecho impidiéndoselo.
-Espero que si algún día recuerdas esto no me lo tengas en cuenta -dijo la chica antes de asestarle semejante golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente-.
Tras asegurarse de que respiraba y sobreviviría, Negrix se levantó y subió las escaleras deprisa. Aquello era un caramelo que le había preparado Loki para entretenerla. En su cabeza había una combinación explosiva de insultos y posibles teorías que siempre quedaban empapadas de más insultos. Loki le estaba haciendo perder tiempo y en la ciudad la necesitaban. Anduvo por uno de los pasillos del piso superior siguiendo las huellas de sangre y esperando encontrar algo. Pero aquello estaba desierto y no se escuchaba ningún ruido. Como en el hall lo único que relucía eran las manchas de sangre.
La chica resopló llevándose a la cabeza una de sus manos. Comenzó a hacerse una serie de esquemas mentales sobre las distintas estancias de la sala. La planta baja estaba sin protección, Blake tan sólo había servido para entretenerla y el reguero de sangre se acababa a mitad del pasillo superior. No tenía respuestas. No tenía nada en absoluto. Sin embargo, un extraño ruido llamó su atención. No sabía explicar qué era. En aquel pasillo seguía sin encontrar nada extraño así que decidió cambiar de lugar. Volvió a la parte de arriba del hall, donde se encontró con Blake aún tendido en el suelo inconsciente. Continuó andando y entró en otro de los pasillos, viendo de esta manera lo que sonaba. Al final del pasillo, chocando contra una ventana, pudo ver un muerciélago revoloteando tratando de salir de la casa. Negrix abrió mucho los ojos comprendiendo donde debía ir.
Comenzó a correr por ese mismo pasillo para llegar cuánto antes posible a la última puerta. La Batcueva era donde debía tener retenidos a Thor, Banner y Gordon. Sin embargo, uno de los hombres de Loki salió de otra de las puertas. Negrix paró en seco intentando no hacer mucho ruido, puesto que el soldado parecía distraído y no la había visto. El hombre se colocó en posición mirando por la ventana. La chica dio un par de pasos hacia delante con la mala suerte de que una de las tablas de madera crujió y el soldado se giró. Al verla, se giró rápidamente e intentó dispararla. Negrix se tiró al suelo evitando por segunda vez una bala dentro de la casa. Inmediatamente después se levantó y corrió hacia el soldado de Loki, a quien el arma se le había quedado encallada.
La chica llegó hasta él, le quitó de un golpe el arma y le asestó un puñetazo en la cara. El hombre cayó al suelo y Negrix aprovechó para darle una patada en las costillas e impedir que se levantara. Se separó unos segundos del hombre, arregló el arma y cogió del cuello de su uniforme al soldado.
-¿Dónde están? -preguntó ella prácticamente escupiendo las palabras a pesar de creer saber ya donde estaban-.
El soldado la escupió y se rió. Negrix le asestó un golpe en el pómulo con el arma y el hombre gimió.
-¿Quieres probar si el arma funciona o prefieres responderme? -insistió la chica-.
-Está encallada, lanzallamas.
Negrix apuntó hacia el techo y disparó, provocando que cayera un poco de polvo sobre ellos. La chica entrecerró los ojos.
-La última puerta. Dijeron algo de un sótano -se apresuró a decir el soldado-.
La chica lo soltó con fuerza, por lo que el hombre se dio un ligero golpe contra la pared. Negrix comenzó a andar hacia la puerta aún con el arma en la mano.
-¿De qué sirve tener un ejército si con un solo disparo todos cantan? -dijo la chica mirando hacia el soldado antes de entrar en la habitación que daba a la Batcueva-.
La puerta estaba desactivada, por lo que Loki debía haber averiguado la contraseña del panel. Se acercó al piano y tocó las teclas necesarias para que las estanterías se abrieran dando paso al ascensor. Negrix, aún con el arma en sus mano, tocó el botón que llamaba al aparato y esperó unos instantes a que éste llegara y abriera sus puertas. Cuando hubo llegado se topó con un pequeño cuarto con un arco que daba a la Batcueva. Vio como Alfred y Selina se encontraban en una esquina del cuarto amarrados con cuerdas y con cinta aislante en sus bocas. Selina comenzó a hacer ruidos en cuanto la vio. Brooke se tiró a ellos dejando a un lado la pistola para dejarlos libres.
-¿Cuánto lleváis aquí? Dios mío, por un momento pensé que no os encontraría en la Mansión... -dijo Negrix mientras deshacía el nudo de las cuerdas que los unía-.
Selina quería hablar, por lo que no paraba de hacer ruido para llamar la atención de Brooke. La chica la miró mal unos instantes antes de comprender lo que quería decir la mujer. Después, y tras hacerle señas de que no hablara alto, le quitó con cuidado la cinta aislante. Selina puso mala cara en un par de ocasiones pero suspiró cuando se lo quitó. Brooke le quitó también la cinta a Alfred y continuó deshaciendo el nudo dejando hablar a Selina.
-El extraterrestre tiene recluidos a dos tipos bastante raros... Uno habla y viste como él. El otro apenas ha abierto la boca en lo que llevamos aquí. La Batcueva está repleta de soldados. Todos están de su parte.
-Cuéntame algo que no sepa -susurró Brooke mientras intercambiaba la mirada entre el nudo y el espacio que le permitía ver la Batcueva-.
-El comisario Gordon está inconsciente. Ese tal Loki no paraba de decir algo de una trampa para Negrix -volvió a decir Selina, esta vez sorprendiéndola ligeramente-.
Brooke asintió terminando de deshacer el nudo y permitiendo que tanto la novia de su padre como su mayordomo se pusiera de pie y desentumecieran sus cuerpos. La chica miró la pistola, la cual estaba en el suelo, y la cogió.
-Quedárosla vosotros, yo puedo apañármelas sin ella. Hay un soldado arriba, en el pasillo. Tendrá más armas y ya está algo asustado. Confío en que tú termines de asustarlo y podáis huir -les dijo dirigiéndose sobre todo a Selina a la vez que continuaba vigilando la Batcueva-.
-¿Y tú qué harás?
-¿No está claro? -preguntó la chica levantando las cejas levemente y haciendo aparecer sus poderes-.
Selina asintió mientras preparaba el arma mientras que Alfred dio un paso hacia atrás.
-Tienes el pómulo hinchado. ¿Hay más ahí fuera? -volvió a hablar Selina-.
-El que me hizo esto está abatido. Sólo me he encontrado con dos. Ahora salid de aquí. La cosa se va a poner fea... -se despidió Negrix comenzando a andar hacia la Batcueva-.
Sin embargo, Alfred habló antes de que desapareciera.
-Señorita, tenga cuidado. Su padre la necesita más que usted a él.
Negrix asintió y continuó andando mientras escuchaba como Selina y Alfred se iban. Entró haciendo el menor ruido posible y camuflándose. El sitio estaba plagado de soldados. Algunos trataban de inspeccionar las armas o los repuestos del traje de Batman; otros intentaban sacar información de los ordenados, y los que no estaban investigando se dedicaban a vigilar. Cerca de los ordenadores pudo ver a Loki con Thor y Banner amarrados a las barandillas detrás del dios de las travesuras. Buscó con la mirada a Gordon y finalmente lo encontró apoyado en una pared inconsciente y vigilado por dos hombres. Tenía sangra en el traje a la altura del hígado, aunque aún respiraba, y le faltaba la placa.
-¡Hermano, suéltanos...!
-¿O me haréis papilla? -terminó Loki terminando la frase-. Aprende vocabulario nuevo, Thor, te repites demasiado. Pero tranquilo, hermano, no vas a tener que sufrir mucho más.
-Que no recuerdes nada de lo que aprendimos de pequeños...
-Thor, de verdad, no te esfuerces -habló esta vez Banner-. Pierdes energía por la boca y la necesitaremos luego.
Loki se giró riéndose y miró a los dos vengadores.
-No se preocupe Banner. Su amiguito verde no ha perdido energía.
Negrix salió de su escondite. La ciudad los necesitaba y allí escondidos no arreglarían nada.
-Y dime, Loki, ¿cómo va tu energía? No creo que los chitauris tengan una energía ilimitada.
El dios nórdico se giró bruscamente y las miradas de todos se posaron en ella. Loki se mostró sorprendido. Negrix rió sarcástica como respuesta.
-No me mires así, hombre. Sabes tan bien como yo que querías que te encontrara aquí.
-Chica lista -dijo él sonriendo ampliamente-. Aunque quizá no tanto... ¿Has visto ya como ha quedado tu amada ciudad? Y todo por un simple sentimiento... Los humanos sois escoria.
Loki bajó las escaleras y dio unos cuantos pasos hasta toparse con Negrix de frente. Se encontraron cara a cara y los dos se mantuvieron en silencio. Tan sólo escuchaban los ruidos de alrededor y los gritos de Thor que advertían a la chica del peligro que corría estando tan cerca de su hermano. Sin embargo ninguno de los dos se inmutaba. Tan sólo se miraban.
-Parecías diferente, pero te guías por los sentimentalismos... Como todos los malditos humanos.
-Quéjate a la fábrica. Esto viene con el número de serie -respondió Negrix levantando una ceja y acercándose peligrosamente a Loki para susurrarle-. Cuéntame, ¿qué le has dicho a Thor para dejar el mjölnir a sus pies y tan sólo forcejear?
Loki rió por lo bajo y miró de reojo a su hermano.
-No ha sido complicado. Jane Foster. Los humanos lo habéis afectado y su inteligencia ha quedado más hundida de lo que ya estaba antes de ser desterrado.
Negrix se mantuvo cerca de Loki, sin importarle lo que pudiera pasar después.
-¿Y qué hay de Gordon? Estaba en la ciudad antes de que viniera aquí. Él me advirtió.
-Era parte del plan. Un cebo como otro cualquiera -dijo Loki separándose un poco y acercándose al comisario, que continuaba inconsciente-. Con tal de que prometiera que dejaría a su familia en paz se comprometería a cualquier cosa. Él debía traerte hasta aquí.
Negrix comenzó a perder los nervios. Comenzaba a comprender lo que iba a suceder con el padre de su mejor amiga. Había vendido su alma al diablo.
-Es un hombre inocente, y los ciudadanos de Gotham también lo son -dijo con rabia mientras un par de bolas de fuego aparecían en sus manos-. Eres un ser rastrero. ¿Piensas que con tal de atacar una ciudad te saldrás con la tuya?
Un par de soldados se acercaron a ella al ver que estaba dispuesta a contraatacar. Loki negó con la cabeza impidiéndoles que operaran y volvió a acercarse a Negrix.
-Te di la posibilidad de cambiar de decisión. No obstante, continuaste aferrándote a lo mismo. ¡Tus propias decisiones son las que han provocado el mal!
-¡Brooke, no te dejes engañar! -escuchó gritar a Thor de nuevo-.
Negrix le asestó un bofetón a Loki, quien movió la cara ligeramente a causa del golpe.
-Eres un monstruo.
-El monstruo eres tú -contraatacó el dios nórdico-. Ya sabéis lo que tenéis que hacer.
Loki se dirigió a los soldados que vigilaban a Gordon, quienes comprendieron al instante lo que su jefe les quería decir. Uno de ellos cogió una pistola de su cinturón y apuntó al comisario en la cabeza. Negrix, horrorizada al ver lo que lo iba a suceder, se lanzó sobre el soldado. Sin embargo Loki fue más rápido. Agarró a la chica de la cintura, ordenó al soldado que esperase y la acercó más al comisario.
-Espero que encuentres las palabras adecuadas para contarle a tu querida amiga por qué no fuiste capaz de salvar a su padre.

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2015 ⏰

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