Capítulo 4

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7 de abril de 1964

Era un sábado por la mañana un lindo sábado, Mariel no pudo dormir en toda la noche, estaba preocupada por su mamá no sabían nada de ella, pues no llegó en toda la noche y Mariel no dejaba de recordar esos espantosos gritos que escucharon anoche.

En cambio a Erika parecía no haberle afectado que pasaran una noche de terror, pues ella dormía profundamente tranquila.

Mariel se levantó de su cama para ir a preparar el desayuno, al llegar a la cocina se fijó por la ventana que había una especie de muro lleno de púas, ella se asustó y corrió rápido a su cuarto a despertar a Erika.
-Erika! Despierta!! -grito mientras la movía-
-¿Qué sucede? ¿Por qué me levantas así? -dijo muy confundida-
-Mira por la ventana -dijo señalándole-

Erika se levantó asustada y fue directamente a ver qué sucedía.
-Pero ¿Qué es eso? -dijo sorprendida-
-No sé -dijo conteniendo las lagrima-
-Tranquila será mejor que vallamos al mercado ahí nos dirán qué sucede -le dijo abrazándola-

Ambas se cambiaron, Mariel tomo sus llaves y salieron corriendo al mercado, el pueblo parecía desierto no había nadie en las calles, de pronto escucharon voces, eran las personas que estaban en el mercado, Mariel se dirijo hacia el puesto de la esposa del granjero Gabriel.
-Hola señora ¿Cómo está? -dijo con una sonrisa-
-Bien ya me entere de lo tuyo y mi hijo -le guiño el ojo-
-Hay señora -se puso nerviosa-
-Dime suegra -lo dijo muy feliz-
-Oiga suegra sabe ¿Qué está sucediendo en el pueblo -le dijo muy seriamente-
-Bueno pues se rumora que los militares han creado una muralla perimetral para que nadie salga ni entre -le dijo muy seriamente-
-Y no sabe porque -se lo dijo muy confundida-
-No nadie sabe porque -se lo dijo con tristeza-
-Bueno seguiré investigando si se algo se lo digo -se lo dijo dudosa-
-Ten cuidado -lo dijo muy nerviosa-
-Si no se preocupe, bueno me voy adiós -se lo dijo mientras se alejaba-

Mariel siguió preguntando a personas conocidas si sabían porque estaba el muro perimetral, pero nadie se lo dijo parecía como si nadie se preocupara por saberlo. Mariel escucho un grito muy desesperante.
-Mariel!!! -grito Erika con todas sus ganas, ella estaba en la salida del mercado-
-Erika aquí estoy!!! -le grito mientras se hacía notar entre las personas-

Mariel corrió hacia Erika
-¿Qué sucede estás bien? -se lo dijo mientras la abrazaba-
-Si estoy bien pero tienes que ver esto -se lo dijo muy triste-
-¿Qué sucede? -se lo dijo preocupada-

Erika tomo de la mano a Mariel y la llevó hasta el centro del pueblo, había mucha multitud unos protestando en el palacio municipal, y personas llorando cercas del quiosco.
-¿Qué sucede ahí? -pregunto nerviosa Mariel-
-Ven vamos para que lo veas -la jalo más fuerte del brazo-

Al llegar ahí Mariel vio unos cadáveres encimados unos a otros, el que estaba hasta arriba era una mujer y tenía un letrero el cual decía:
"Si te revelas ante las autoridades esto es lo que te sucederá también a ti."
Mariel se dio cuenta que la mujer era su madre, ella se aterrorizó, y empezó a soltar el llanto Erika la abrazo por detrás, cercas de ahí estaban Samuel y Rubén.
Rubén vio lo que estaba sucediendo y le dijo a Samuel, ambos corrieron hacia ellas, Samuel vio porque estaba llorando Mariel.
-Tranquila Mariel -se lo dijo Erika abrazándola-
-Será mejor que la llevemos a su casa -dijo Rubén viendo fijamente al cadáver de la mama de Mariel-
-Si hay que llevarla para que descanse -dijo Samuel abrazando fuerte a Mariel-

Mariel ni siquiera podía ni hablar, se le había hecho un nudo en la garganta de tanta tristeza que le embargaba su cuerpo. De pronto se escuchó un disparo, lo único que Mariel podía pensar era en que esa bala la hubiera atravesado a ella y no a nadie más, afortunadamente fue un disparo hacia el aire proveniente del palacio municipal, todos los que estaban en el centro y sus alrededores se quedaron fijamente viendo que sucedía.

Al parecer se iba a dar un discurso, había militares atentos a lo que sucedía, un militar empezó a hablar por el micrófono.
-Hola querido pueblo como están hoy -lo dijo muy irónicamente-
-Al parecer ya se dieron cuenta de que sus familiares, vecinos, que se rebelaron contra nosotros están muertos, y como dice el letrero todo aquel que se rebele o haga caso omiso a las indicaciones y reglas del pueblo morirán -lo dijo soltando una carcajada-
-Bueno pues se preguntaran porque hay una muralla y para que les sirve a ustedes no es así -dijo irónicamente-
-Bueno pues en nada, no les sirve a ustedes en nada, a nosotros si nos sirve para que ustedes no escapen de este hermoso y costoso pueblo -dijo arqueando la ceja-

Un señor gritó diciéndoles "Malditos Nazis" acto seguido se escuchó un disparo el cual hizo caer al señor.
-No señor discúlpeme pero no somos nazis como usted dice -dijo guardándose el revolver-
-Se preguntaran que clase de militares somos no es así, si no somos nazis entonces que somos, pues somos una organización secreta la cual se dedica a experimentar y crear enfermedades raras en su tipo junto con su cura, nuestro creador fue el científico Kevin Monroe, el cual está aquí -dijo señalando la puerta-
-Bueno pues los dejo con su nuevo líder el Sr. Kevin Monroe -dijo felizmente-

Qué clase de loco querría experimentar con personas indefensas y por qué compraría el pueblo, mejor dicho porque el gobernador vendería el pueblo, que haría el con el dinero.
-Hola pueblo -dijo con una voz chistosa-
-Soy su nuevo gobernador y con mi equipo a el cual lo eh nombrado los "Monroe" experimentamos con ustedes, pero no se preocupen los primeros serán los niños menores de 6 años y ancianos mayores de 80 años -dijo señalando personas-
-Buenos pues me retiro ya es tarde vayan todos a sus casas y obedezcan a los militares -dijo despidiéndose de todos-

Samuel ayudó a Mariel a ir a su casa, los acompañaban Erika y Rubén al llegar todos se quedaron con Mariel, ahí comieron y platicaron un rato, Mariel no comió casi y está muy seria en ratos se soltaba en llantos y en otros platicaba sobre su mamá.

Rubén y Samuel fueron los primeros en irse Erika se quedó otra vez con Mariel para no dejarla sola. Eran alrededor de las 6 cuando Samuel y Rubén llegaron a la casa de Mariel tocaron muy fuerte, Erika se asustó pensó que era algún militar, al escuchar la voz de Rubén rápidamente abrió la puerta.
-¿Qué pasa? -pregunto preocupada Erika-
-Debemos salir del pueblo cuanto antes -dijo Rubén mientras trataba de calmarse-
-Pero cómo si el pueblo está encerrado literalmente -dijo confundida-
-Escuche a unos señores hablar de que había un lugar el cual aún no había sido sellado por completo -dijo Samuel-
-No es muy peligroso -dijo Mariel levantándose de la sala-
-Entonces como quieres que lo hagamos -preguntó Rubén-
-Es tan fácil, con el avión de tu papá -dijo Mariel señalando a alguien-
-Estas tonta mi papá no tiene un avión -le gritó Rubén-
-No te está diciendo a ti -dijo Erika-
-Pero no creo que mi papá nos saque de aquí -dijo Samuel-
-Ocupamos planear todo muy bien -dijo Mariel alejándose de ellos-
-A dónde vas Mariel -preguntó Erika-
-Por un lápiz y una hoja de papel para planear todo bien -dijo alejándose aún más-

Todos se sentaron en la sala y empezaron a planear todo, cada detalle, de cómo harían para que nadie se diera cuenta, una vez que todo estaba planeado, los chicos estaban dispuestos a irse, pues Samuel debía de ir por las llaves del avión y regresar corriendo a la casa de Mariel para pasar la noche ahí, Rubén debía de ir por ropa y algo de comida a su casa, Erika se quedaría con Mariel para esconder algo de comida, antes de irse los chicos Mariel les dijo "Nadie debe de enterarse, ni sus padres." Todos dijeron que sí.

Habían acordado que los chicos debían de llegar a las 8:30 con mucho cuidado de que nadie los viera entrar a la casa de Mariel, en lo que los chicos llegaban Erika y Mariel prepararon el cuarto para que los chicos durmieran ahí. Escucharon que los chicos venían corriendo, Erika pensó que los habían visto y que venían atrás de ellos, pero no era así simplemente corrieron porque pensaron que ya era tarde.

-Muy bien muchachos debemos descansar mañana será un largo día -dijo Mariel-

Todos se fueron a la habitación, platicaron un rato, todos estaban nerviosos en especial Mariel pues sería su primer vuelo sola y ella aun no sabía muchas cosas sobre el pilotaje de un avión, pero como ellos confiaban en ella, ella simplemente parecía segura de saber lo que hacía.




La isla de MarielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora