contrana caminando por la calle, eran, si sus calculos, y digamos que en mates no era muy bueno, las 8:23 de la noche. Estaba oscuro como la esquina de un armario, o peor. Pero las lamparas ayudaban en mucho, y lo agradecía. No era hora de estar ahí, caminando, y además debía esperar a Gold en la entrada del instituto, pero nunca llegó. Y, en vez de ir a casa, ¡gran idea! Caminar por oscuras calles hasta la casa de Natural. ¡Oh, sí! ¡Genialidad!
Tenía, anotado en la palma de la mano, la dirección. Estaba muy cerca, tan sólo unas casas más y llegaría.
Pudó ver algo a lo lejos, algo verde. ¡Era él! Era Natural. Entraba a la casa, bien. Ya sabía donde era exactamete. La morada. Vaya, pensó. Morado.
Pero, ¿qué lo podía decir? La respuesta era más que obvia. Lo que dijo Gold. Lo que sentía por él, al verlo. Al tenerlo cerca. Y... Complejo de colegiala ataca de nuevo, ¡ha usado Rayo!
Sí. Rayo confuso, porque, dios. Las palabras estaban más revueltas en su cabeza que hasta lo golpeaban dentro de ella.
Estaba ya a punto de llegar, cuando algo le tapa la boca.
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Entró a la casa y la visión no podía ser más perturbadora.
Se tapó los ojos y gritó:
-¡Silver! ¡Joder! ¡Existe el puto cuarto!
-¡Cállate, estoy durmiendo muy agusto!- respondió.
-Sí, arriba de mí. ¡Quitate!- gritó Gold.
-¡AHHH! Este día no podía ser más mierda- dijo, pesadamente. Silver se pusó de pie y, antes de que Gold también lo hiciera, Silver cargó a éste, como una princesa, otra vez.
-¡Bajame!- se quejó, pataleando.
-¿No que te gustaba que te cargará así?
-¡Callateee!- gritó, pegandole en la cabeza. Silver gruñó un "¡auch!" y se fue al cuarto, con Gold en brazos.
Natural, una vez ya ida la pareja, suspiró y sentó. No en "ese" sofá. No. Que asco. En el individual obviamente. Cerró los ojos. Necesitaba una buena siesta. Había corrido como nunca antes en su vida. "El ejercicio es bueno", dijeron. Bueno, en efecto, pensó, para molerte los huesos y hacer que sudes sangre.
Se iba a quedar dormido, cuando escucho un grito. Pero no era un grito de Gold, y en parte lo agradecía. Tampoco era de Silver. Era de afuera.
-¡AYUDA!- se escuchó. Esa voz...
-¡Touya!- dijo para sí. Salió corriendo de la casa, casi tirando la puerta de un golpe. Una vez fuera, volteó hacia todos lados hasta que pudó verlo. A Touya. Rodeado de 3 hombres. Dos no importaban. El primordial era el de en medio. Un gordo y chaparro. Casi calvo- ¡Touya!- gritó ahora, haciendose escuchar. Touya pareció oir, pues giró su cabeza y sus ojos brillaron de alivio.
-¡Natural!- respondió.
Natural corrió hacia él, los dos chicos parecieron asustados, pues corrieron. Sería la cara de malas que traía N, porque el, inspirar terror, no lo hacía. Era casi imposible. El único que se quedo fue el gordo aquel, que tomó a Touya, amenazandolo.
-¡Alejate!- gritó el señor.
O era imbécil o era imbécil, porque, ¿quién no se da cuenta de que alguien le va a dar un puñetazo en toda la cara? Y eso fue lo que hizo Natural. Puñetazo. Cara. Suelo. Touya. Lindo diagrama se dibujo en la mente.
Y, tal como lo dictó, el señor cayó al suelo, inconsciente al parecer. Y Touya quedó libre.
-¿Estás bien, Touya?- preguntó, más que preocupado. Temía que le hubieran hecho algo.
-Sí. No me hicieron nada, gracias- dijo, susurrando con la cabeza gacha.
"Mierda, tan lindo", pensó.
-Bueno, yo... Tengo que irme- dijo Natural, a punto de dar media vuelta, cuando algo, alguien, o más bien, Touya, lo jaló de la camisa, impidiendo la marcha- ¿Touya...?
-Natural. Quiero hablar contigo. Yo...- respiró hondo y exhalo, mirando a los ojos a N- yo... lo he pensado y... Quiero decirte que... qué tú... tú me gustas, Natural. Cuando te veo siento una confianza total, como si no fueras capaz de lastimar a nadie. Puedo ser yo mismo, hablar como quiera. A tu lado me siento feliz y cómodo, a gusto. Y aunque sólo te haya conocido hace un par de días, pienso que eres la única persona en mi vida. Alguien especial. Yo te amo. Y... también, quisiera saber si tú... Si tú me amas a mí.
Vale, eso no se lo esperaba. Estaba sin habla. ¿Cómo podía responder a ESO? ¿CÓMO? Seguramente sus ojos y su boca.estaban más abiertos que... que Gold y su bocaza.
Tragó saliva y dijo:
-Sí.
-¿Eh?
-Sí. Sí, Touya. Yo te amo.
Touya pareció feliz, pues, a parte de echarse contra él y abrazarlo, brillaba de una manera anti-natural. Jaja, chiste malo.
N correspondió el abrazo.
-Touya...- llamó.
-¿Sí?- respondió éste, girando su cabeza hacia arriba para ver el rostro de quien lo llamo, como un niño. ¿Por qué es tan jodidamente lindo?, pensó.
-¿Puedo besarte?- preguntó. Touya se sonrojo y vaciló por unos momentos, moviendo sus ojos nervioso. Al final, volvió la vista a los ojos de su contrario.
-S-sí.
-Gracias.
Natural tomó el rostro de Touya, quien, inconscientemente, cerró los ojos, con unas mejillas muy rojas.
"Lindo♥".
Unieron sus labios en un tierno beso. El tiempo que estuvieron así, tan juntos, en contacto, parecía eterno, no quería que terminará.
Era hermoso.
Un final feliz siempre es hermoso.
Tranquilos hay segunda temporada pero en unos días lo subiré, bueno bye ;3
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La chocolateria pokemon
Fanfic¡Bienvenido a la Chocolatería Pokémon! Aquí te presentamos 3 historias de amor, que esperamos disfrutes. ¿Qué chocolate prefiere? ¿Amargo, dulce, blanco, negro? ¡Hay de todo! Menú: • Chocolate blanco. Puro. La empalagosa historia de Touya, al enomo...