LA LLEGADA
Al abrir sus ojos se encontró con la hermosa vista del templo, se sorprendió al darse cuenta de que nadie la había visto desmayada en aquel lugar, se levanto tambaleante, con una debilidad hostil sobre sus musculos y dio pasos cortos en busca de lo que imaginaba la ayuda adecuada.
Abrio sus labios y no salió nada de ellos, sentía sed, una sed angustiante y fue cuando pensó que atravesaba un cuadro de deshidratación. Se sostuvo con suavidad de unos de los pilares y entonces vio algo que le llamo la atención.
Era una piedra de menos de cinco centímetros al cuadrado, hermosa y dorada, no era oro porque intuía dentro de ella una especie de liquido, se acerco con la curiosidad que la caracterizaba y se percato de que brillaba con delicadeza "Hermosa, radiante, especial" fueron las frases que se formaron en su mente y luego la duda. Miro a su alrededor viéndose sola en el sitio. Se arrodillo con miedo de ser descubierta en algún delito y la tomo entre sus manos.
"Que extraño"
La piedra parecía solida pero era en realidad moldeable, como alguna plastilina pero distinta a ella, era mas como la goma pero menos rustica, suave como la lana de alguna oveja pero solida. ¿Qué era esa piedra?
"...¡Lucy! Él te necesita..."
Aquella voz salió de la nada, ella se levanto olvidando el letargo de hacia unos momentos y miro a su alrededor con miedo.
"...Lucy debes ayudarlo..."
-¿Quién es? -Dijo con temor observando todo a su alrededor.
"...Lucy... Muestrale el camino..."
Miro la piedra como adivinando que de allí provenían los susurros. La solto inmediamente cuando volvió a retumbar de ella un susurro.
"...Liberalo del dolor..."
Tras caer se quebró, como si estuviese hecho de un cristal, pero ella sabia, sabia que no era asi. Quiso tomar los pedazos pero no podía moverse. Si tan solo ella hubiera sido mas agil, mas valiente, si tan solo hubiera huido en ese instante nada de lo que ocurrió la hubiese lastimado.
Los fragmentos a su alrededor brillaron y entre una luz cegadora la tragaron, dejando solo los pilares que yacia aun de pies en el templo.
No podía detenerse, caia a lo que parecía ser la nada, a su alrededor podía ver objetos flotando, algunos eran reconocibles como los relojes y los espejos pero otros, eran tan extraños que no los identifico. La sensación de caída y el ruido angustiante la hicieron cerrar los ojos, entregándose a lo que parecía ser un sueño embriagador, pero al contrario, podía ser la invitación perfecta hacia la muerte. Ella caia sin rumbro, caia sin destino, aquel destello que la envolvió en ese momento solo era el transporte que la acercaría a la misión que le fue encomendaba, si tan solo ella supiera a quien debía salvar, a quien debía liberar, sin tan solo ella hubiera pensado mejor en aquel momento y hubiera podido escoger otro destino.
Las nubes comenzaron aparecer a su alrededor, los truenos y relámpagos anunciaban la llegada de una tormenta, que al contrario de agua la traia ella y finalmente en medio del remoto ruido apareció en aquel reino, en aquel lugar donde solo los dioses -o magos y guerreros- podían vivir.
Estaba destinada a morir en la caída o al menos eso pensaría cualquier mortal que la hubiese visto en ese momento pero la piedra había previsto su llegada, la piedra había jugado con el destino de todos. De la nada un hombre joven y de rasgos fuertes la tomo en sus brazos, fue delicado mostrando un lado amable que su apariencia no dejaba visualizar.
Una vez sobre el suelo llego otra diosa mas, igual de curiosa que el primero. La observaron aproximadamente un minuto antes de que ella misma recobrara fuerzas y conciencia.Elevo su mano derecha con suavidad y se movio intentando descifrar porque sentía la sensación de estar siendo abrazada por alguien, movio su rostro sin abril sus ojos y sintió como alguien se tenso a su lado, abrió con lentitud sus grices orbes y le observo. Era el hombre mas guapo que había visto en su vida, de fino pero a la vez fuerte rostro, su gesto se ablando, tanto ella como el parecían estar absorto en ellos mismo, olvidando por completo lo que les rodeaba hasta que alguien, inducida por los celos aclaro su garganta.
Ella de inmediato busco la fuente de aquel sonido, viendo aquella chica parada a su lado. Parecia molesta o al menos eso imagino.
-¿Estas bien? -Pregunto la chica dejando en evidencia que no solo eran ideas de ella, al parecer había hecho algo que molestaba a la muchacha.
-Si. No... -Tanto la chica como el chico parecieron confundido con su respuesta dudativa- ¿Dónde estoy?
-En el Olimpo. Donde mas... ¿De donde vienes? -La muchacha parecía la única en aquel lugar que seguía estable y cuerda.
-Yo... No se -Sus ojos llamativo miraron de nuevo al hombre que al notar la situación le ayudo a ponerse de pies soltándola por completo.
-Al menos puedes estar de pies, eso quiere decir que estas bien -Por fin había hablado, aquel que poseía un cabello cobrizo había rozado con su voz las células y atomos de la muchacha.
-¿Y como te llamas? -En cambio la de cabello castaño proseguía atacándola con disimulo, pero no tenia respuestas para ella, hasta ese momento se dio cuenta de que estaba vacia, no sabia nada de ella pero a la vez sentía que sabia mucho, los pies de Juliet se movieron con desespero a no recibir respuestas- Al menos deberías decirnos tu nombre en agradecimiento, si no fuera por... -Observo a su amigo con algo de enojo- Si no ubiese sido por Jupiter estaría muerta.
-Lo siento mucho. Gracias -No sabia que responder y eso le robo una sonrisa sincera al muchacho, avivando los celos en su compañera.
-Hablas como tonta -Dijo con crueldad ocasionando que Jupiter la observara con asombro, jamás había visto asi a su amiga- ¿Al menos sabes tu nombre verdad?
-Yo soy... Soy -Su cabeza comenzó a dolerle, al punto del desmayo.
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LES DEJE ANEXO UNA IMAGEN DE COMO ESTABA LA TENSION ENTRE ESTOS PERSONAJES, IGNOREN LA SEXY IMAGINACION DE JUPITER HEHEHEHE
GRACIAS LINDA LAU POR COMENTAR EN CADA CAPITULO, NO SE PORQUE PERO NO PUEDO DEDICARTE EL CAPITULO COMO SE DEBE UwU
DE VERDAD GRACIAS POR SUS ESTRELLAS Y COMENTARIOS.
BESOS Y ABRAZOS
OXOXOXOXOXOXOX
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HUMANA
General FictionLa historia es parte elemental de nuestras vidas. No hay civilización que escape de ella. Lucy White tenía una vida normal, era buena hija, buena amiga, buena estudiante y con grandes y ambisiosos sueños, hasta que cayo en otro mundo olvidando sus...