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UNA AMISTAD SINCERA

-¡Apolo!

El llamado se extendió por todo el porche de aquella pequeña cabaña. Juliet llamaba con desespero la puerta, no porque le preocupara la extraña sino por querer alejar a Júpiter lo más rápido posible de aquella chica. Lo había visto. Se había dado cuenta de cómo el hombre parecía prendado de aquella debilucha criatura. Bufo ante aquellas ideas, él no podría sentir nada por esa cosa, era inconcebible que él, uno que renuncio a los sentimientos los fuera a sentir por una recién llegada.

-Deja de mirarla así -Júpiter observo de inmediato la cara distorsionada de Juliet- Pareces un tonto.

-¿Qué? ¿Acaso te ha sentado mal el desayuno? -Juliet miro de nuevo la puerta que se abría lento a su llamado- Buenos días Apolo... -Él nombrado se tenso ante la visita, jamás imagino que volvería a ver al heredero de la signum oscura y mucho menos con vida- Se que es de mala educación venir sin pedir una audiencia pero... -Estaba suplicando y el rostro de Apolo mostro una débil sonrisa.

-Nunca creí que te volvería a ver. Pasen, debemos ponernos al día.

Dicho esto pasaron, dejando a la inconsciente chica sobre un mueble. Apolo le reviso mientras que Júpiter y Juliet le comentaban todo lo acontecido con ella, y luego de muchos esfuerzos no encontró nada en ella que afectara su salud.

-Tienes razón Júpiter, ella no es de este reino pero... -La sonrisa de él se desvaneció- No por eso podemos asegurar que sea una humana. Ella no tiene ninguna señal de hechizo o daño, no comprendo porque se le ve tan mal.

-Es humana. Estoy seguro de ello Apolo.

-Lo ves, es inútil hablar con él, terminaran con su vida antes de que aparezca la última luna roja -Dijo con desprecio la peli castaña.

-No digas eso, en vez de protestar deberíamos ayudarlo. Júpiter te ayudare con tu investigación, pero necesitas dejármela aquí. Hay que asegurarnos de que su salud este bien, de que despierte y no se altere, hay que ayudarla a convivir con los demás dioses para así evitar sospechas.

-Ni lo pidas. Yo la cuidare y protegeré, ella es la única... -Respondió con impaciencia ante las palabras de Apolo.

-No seas terco Júpiter, solo traerás la muerte a ambos -Le interrumpió el sabio sanador, realmente conocía a Júpiter y algo muy dentro de él le decía que esa chica era especial, tal vez la familia de él siempre dijo la verdad y ella era la única que podía responder aquello.

El silencio merodeo por la habitación, negándose a abandonar el lugar.

-Yo la cuidare, y protegeré. Tú puedes hacerlo desde lejos, así evitaras que la vean como intrusa. Sabes lo celoso que son los guardianes del templo -Volvió al asecho la esperanza del rubio y amigable Apolo.

-Lo sé -Su voz era más un lamento que una certeza.

-Tu familia vivió y pago la condena. No eres de confianza para los demás pero aun así lograste vivir por tu cuenta. Júpiter... Valora el sacrificio que hizo Juno por ti.

-Madre lo merece. Tienes razón. Pero... -Observo receloso la situación- Si la lastiman la pagaran -Señalo al mago de luz para luego desviar sus dedos a Juliet- Ambos.

-¿Qué? ¿Yo porque? -Se quejo de inmediato la mujer.

-Porque somos amigos y juramos lealtad -Respondió el de cabello oscuro mostrando una sonrisa de alivio.

Ellos tenían una unión más allá de la amistad, en el peor momento de Júpiter juraron siempre estar juntos y él con su poco poder creó un conjuro eterno, una unión para el resto de sus días, un vínculo que era más poderoso que cualquier deseo, que cualquier sentimiento e incluso más poderoso que cualquier conjuro.

-Está bien. La cuidare -Dijo entre diente la muchacha ocasionando una risa suave en los dos hombres.

Poco a poco la noche hizo su entrada, entre risas y agua miel los tres amigos se pusieron al día sobre sus aprendizajes y experiencias, por supuesto cada uno en su profesión heredada.

-Entonces finalmente ganaste el signum de tu padre -Júpiter parecía pensativo mientras Apolo mostraba el tatuaje en su muñeca- Y yo que creí que sería tu hermano Pluto.

-Todos apostaban por él pero cuando cumplió la mayoría de edad recibió la bendición de las moiras* -Su sonrisa fue leve, más que una bendición el tipo de signum que recibió su hermano menor era considerada una maldición.

-Y entonces deshizo su unión con los magos de luz. No es tan malo como suena Apolo, él sigue siendo tu hermano -Le reprendió Juliet.

-Es increíble que naciendo de una familia de magos de luz él haya recibido una Signum oscura -Júpiter sonreía por la suerte del muchacho.

-Siempre ocurre, cada cierta generación, pero padre deseaba que no fuera él, podría apostar que hubiese deseado ese destino para mí -Apolo se levanto recogiendo los vasos de la mesa.

-No seas tan duro contigo, eres el mejor sanador que pudo tener esa familia -La chica se mostraba molesta por la actitud de los Green.

-No me consueles, he demostrado ser digno de esta marca pero aun así mi padre se niega a aceptarme. Es mi destino y no me molesta -Coloco los objetos en el lavado.

Mientras la conversación seguía Lucy despertaba de su sueño, observo el lugar y no reconoció nada, se sentó apoyando las manos en su cabeza al sentir una punzada de dolor. Realmente sentía un blanco extenderse sobre sus recuerdos, la imagen de una chica rubia de ojos marrones seguía en su visiones pero era tan lejana que no recordaba quien podía ser. Se levanto con la valentía de un ignorante y camino con cuidado hasta la puerta de salida, huiría de donde sea que estuviese, los susurros provenientes de otra habitación le aterraban y para su ilógico cerebro era mejor escapar.

Abrió con cuidado la puerta y los otros tres se percataron del ligero sonido, pero la rubia no llego muy lejos, frente a ella se hallaba un hombre alto de cabello enrulado y claro, sus ojos eran tan azules que podría confundir el cielo con ellos.

¿Tendría buenas o malas intenciones?


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QUERIA SUBIR UN CAPITULO DIARIO, PERO EL INTERNET NO ME AYUDA MUCHO. DISCULPENME DE VERDAD

ARRIBA LES DEJE ANEXO AL PERSONAJE QUE USARE COMO APOLO

GRACIAS POR LEER

OXOXOXOXO



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