XIII

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EN SU MIRADA OSCURA

A la mañana siguiente dejo preparado un desayuno que contaba con lo necesario para iniciar un buen día. Preparo lo que parecía ser una especie de tortilla de maíz blanca, huevos revueltos y jamón, mucho jamón picado en cuadritos. También preparo un juego de moras verdes, al inicio no les tenía confianza a esa fruta pero Apolo le mostro los ricas que podían ser. Baco saludo con una gran sonrisa cuando entro a la cocina, sus fosas nasales se llenaron con el preciado aroma y no dudo en admirar la forma en que la chica cocinaba.

-Qué extraña combinación has usado para cocinar –Le dijo mientras evaluaba el plato que tenia al frente.

-Te aseguro que es comestible –Le respondió mientras colocaba algunos platos en una bandeja de madera oscura.

-¿Le llevaras el desayuno a Apolo? –Aquello era más que una sorpresa, la muchacha actuaba como si fuese la pareja de su hermano, y no es que le molestara la idea solo que le parecía nuevo.

-Si, en cualquier momento pasaran por mi Mercurio y Juliet así que quiero irme con la tranquilidad de saber que ha comido –Baco sonrió probando un primer bocado.

-Esto está realmente bueno. Sabes... Pareces su esposa –La chica se sonrojo y tuvo que darle un sorbo rápido a su jugo- Me alegra saber que lo aprecies mucho –Observo lo que la chica estaba desayunando- Deberías comer más que ese jugo, las clases suelen ser pesadas.

-Estaré bien, debo apresurarme antes de que se me haga tarde –Corrió escaleras arriba con la bandeja en sus manos.

Baco observo hacia la ventana de la cocina y observo como Mercurio se acercaba a la cabaña con Juliet, la chica se veía radiante y Mercurio sonreía de forma animada. Tenía mucho sin ver a esos dos juntos. Se levanto de la cocina y se dirigió a la entrada abriendo la puerta.

Mercurio pareció sorprendido y Juliet saludo de manera enérgica al hermano mayor de Apolo. Luego de una conversación banal, él se marcho a la cocina para continuar su desayuno, mientras que ambos muchachos esperaban a Juno en la sala.

Mientras tanto la rubia estaba sentada al lado de Apolo, él comía disfrutando de los nuevos sabores que ella podía darle a su comida.

-Me gusta mucho esto ¿Qué es? –Pregunto a medida que masticaba la tortilla.

-La verdad no lo sé, solo hice lo que se –Apolo dejo de comer de inmediato.

-¿Lo que sabes? ¿Recuerdas haber hecho esto antes? –La observo de manera esperanzadora.

-No, solo está allí. No recuerdo nada pero es como si mi cuerpo estuviera acostumbrado a ello –Ella observo su vaso de jugo y suspiro.

-Deberías comer algo mas, ven... -Extendió un trozo de jamón a su boca y ella le miro sonrojada.

-No tengo hambre –Le aseguro con vergüenza.

Apolo hecho a un lado la bandeja y se acerco a ella, acariciando su liso cabello, acomodando aquellos mechones rebeldes que escapaban a su rostro, ella era hermosa, ella le cautivaba de muchas maneras y nuevamente la atrajo hacia él, a sus labios. Los necesitaba, era como si dentro de ellos encontrara el elixir de la vida, uno más poderoso que cualquier piedra maldita o que sus propias pociones.

Juno acaricio el rostro de él mientras se besaban con necesidad. Apolo reconocía todo aquello que sentía y como pudo tomo fuerza de voluntad para alejarse de sus labios, le sonrió de forma inocente y ella le regreso el gesto un poco sonrojada, ahora sí que estaba más que pérdida, para no decir confundida. Un grito por parte de Baco les indico que ya estaban esperándola y ella tuvo que levantarse de la cama aunque solo quisiese quedarse a cuidarlo.

-Yo puedo terminar de comer solo. Te están esperando.

-Aun es temprano. Come para así llevarme la bandeja... -Fue interrumpida por Baco el cual subió en su búsqueda.

-Yo puedo llevármela cuando termine. No puedes llegar tarde a la academia. Apresúrate y no te preocupes, yo lo estaré cuidando mientras no estés –La chica le sonrió a Baco y se despidió de ambos con un beso en la mejilla.

Descendió por las escaleras y saludo enérgicamente a sus amigos. Estaba feliz, su mundo podría seguir con la normalidad a la que ya se había acostumbrado, aunque muy dentro de ella algo seguía molestándola.

¿Quién era en realidad?

Una vez en clases el profesor inicio una plática algo subida de tono. Estaban viendo la biología de aquel reino y no era algo sencilla.

Magia. Poder. Células. Átomos...  ¿Realmente aquellos eran los conceptos?

Observo de reojo hacia la parte de atrás del salón y nuevamente visualizó al muchacho de ojos profundos mirándola, su cabello oscuro estaba libre sobre su rostro, la sonrisa que le dedico al verse observado le lleno de temor, él era realmente tenebroso, como si todo su ser estuviera creado de una espesa y profunda maldad y no de células y átomos como lo aseguraba su profesor. Por su parte, a su lado estaba su pareja, compañera –O lo que fuera que fuesen- Distraída con sus uñas, las observaba a medida que las tocaba, era como una adolescente normal.

¿Qué podría ser para ella normal si no recordaba nada?

Suspiro desviando su atención de nuevo al muchacho, este le dijo algo inaudible pero que si logro entender, como si lo hubiera hecho en su mente.

"Te ves hermosa hoy"

Un sonrojo decoro su rostro y miro de inmediato al frente, no podía creer que aquel chico le hubiese dicho aquello con tanta naturalidad como si ya la conociera. 

¿O si se conocían?

La rubia que permanecía a su lado lo observo entre cerrando sus ojos. Conocía perfectamente la sonrisa de su hermano. Medio hermano.

-¿No planeas jugar en la academia verdad? Porque yo no estaré allí para ayudarte si algo se sale de tus manos. Si llegas a ser expulsado nuestra tía te castigara.

-Lo sé Venus. Solo déjame disfrutar la estadía en esta estúpida escuela. No hay nada que yo ya no sepa –La sonrisa de ambos era disimulada pero no por eso maligna.

-Ella no es de aquí, tendrás que tener mucho cuidado.

Los ojos oscuros de la chica se posaron sobre la rubia que permanecía de espalda algo nerviosa, su don le permitía ver cosas que otros no, pero sobre todo predecir un futuro cercano que aunque fuese incierto para sus ojos siempre terminaba ocurriendo.

-Esa chica... –Miro a su hermano con recelo, advirtiéndole que debía mantener distancia de ella o al menos pensar bien lo que haría a partir de ese momento- Cambiara el futuro del Olimpo, lo presiento. 


*****

BUENO AQUI EL CAPITULO 13

HASTA AHORA VAMOS POR MUY BUEN CAMINO, AL MENOS ESO SIENTO YO. FALTAN MUCHAS COSAS POR CONTAR Y DESCUBRIR PERO YA POCO A POCO IRAN LEYENDOLAS, DE VERDAD GRACIAS POR EL APOYO, NO CREI QUE UNA HISTORIA FUERA CAPAS DE LEVANTARME EL ANIMO PERO LO HACE, HE TENIDO ALGO DE DEPRESION PERO CURIOSAMENTE ESTO ME HA ANIMADO, LO TOMARE COMO UNA TERAPIA, DE CORAZON GRACIAS A TODOS.

ARRIBA LE DEJO ANEXO A QUIEN VEO COMO VENUS.

BESOS Y ABRAZOS 

OXOXOXOXO





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