La cuidadora de los Mukami [Diabolik Lovers]

Capítulo 5

Mukamis: ¡¿Eh?!

Sora: Lo que escucharon. Esta noche iré a hablar con Karlheinz

Ruki: ¿Por qué?

Sora: No se preocupen por eso

Kou: ¿Y si te hace algo?

Sora: No me hará daño, sólo trataremos problemas de adultos

Ruki: Prométenos que no dejarás que te lastime

Sora: Lo prometo

La chica subió a arreglarse, es una cena formal que tendrá con Karlheinz, sin pensarlo mucho agarró un vestido celeste y tacones bajos. Se arregló el pelo de manera muy sencilla y bajó las escaleras.

Sora: Muy bien chicos, recuerden acostarse temprano y no les causen problemas a las sirvientas

Ruki: ¿Por qué está tan arreglada?

Sora: Es una cena formal

Azusa: Te ves...muy bonita

Sora: Gracias –Le dijo con una sonrisa-

La joven subió a la limusina y llegó al mundo de los demonios, entró a la mansión topándose con Karlheinz.

Karlheinz: Buenas noches, Megumi Sora

Sora: Buenas noches Sakamaki Karlheinz

Karlheinz: Ya lleva seis meses con mis hijos adoptivos ¿Cierto?

Sora: Está en lo correcto, son bastante inteligentes, rápidamente acataron las órdenes y no hemos tenido algún conflicto de importancia.

Karlheinz: Muy bien. Dejando ese tema de lado, hablemos de lo que realmente estamos interesados.

Sora: ¿Estamos?

Karlheinz: Señorita Sora, ¿Usted cree en la reencarnación?

Sora: No he tenido razones para creer en ella

Karlheinz: La reencarnación es posible mediante un complejo hechizo que muy pocos brujos han podido realizar. Hace muchos, muchos años conocí a una poderosa hechicera, una mujer de gran belleza cuyo objetivo era conducido por la avaricia. Esa maga se convirtió en un obstáculo para mí, nos batimos en duelo pero ella escapó. Me di cuenta de que había tenido éxito en el hechizo. Y hace poco tiempo descubrí a su sucesora. Usted.

Sora: Entonces... ¿Por qué no me mató?

Karlheinz: Porque tener a una hechicera de mi lado resulta bastante beneficioso, entonces ¿Le gustaría recuperar sus recuerdos pasados?

Sora: ¿Cuál es el precio?

Karlheinz: Por el momento no tengo planes en los que utilizarla, pero si llegara a necesitarla será mi pieza de ajedrez.

Sora: Con una condición

Karlheinz: ¿Condición?

Sora: No quiero que los Mukami se vean afectados

Karlheinz: ¿Ha? ¿Les ha agarrado afecto?

Sora: Ellos no tienen nada que ver, así que mis decisiones no les deben de afectar

Karlheinz: Acepto, entonces, déjeme quitar el sello

Sora: Si

Al igual que la última vez Sora fue dormida. Pero esta vez recordó los hechos de su vida pasada. Su pasado estaba escrito con sangre. Una mujer cuyos deseos eran nada menos que el poder. Sin interesarle la vida de otros. Corrompida por los pecados de la ira, avaricia, codicia, utilizó sus poderes para sembrar el sufrimiento y dolor en los demás. Hasta que se topó con una fuerza superior que la obligó a reencarnar en algo completamente opuesto.

Despertó horas después en una cama.

Karlheinz: Ha despertado, ¿Qué se siente saber el tipo de persona que era?

Sora: La yo de ese momento y la yo de ahora son diferentes

Karlheinz: Entonces, seguirá como si nada.

Sora: ¿Por qué no hacerlo? Es decir, esta es una nueva vida

Karlheinz: Puede utilizar magia y posee una gran fuerza. Además de que es inmortal. Pero sigue creyendo que es una humana.

Sora: Mi corazón sigue latiendo, puedo emitir calor, puedo querer a alguien, puedo sufrir. Una parte de mí es humana.

Karlheinz: Ya veo. Pero ahora que me recuerda bien ¿Qué tipo de relación tendremos?

Sora: Trabajo para usted cuidando a los Mukami. Nada más que eso.

Karlheinz: Entonces sí ha cambiado.

Sora: Ahora tengo algo que proteger.

Ambos se utilizaron hace miles de años. El amor en ese tiempo era incomprensible para los dos, llegaron a los extremos en una retorcida relación en la que terminaron matándose. Pero ahora Sora no tiene el mínimo interés.

Estaba lloviendo muy fuerte cuando Sora bajó de la limusina, entró a la mansión y se cambió de ropa. Ya era bastante tarde, por lo que le dio una pequeña inspección a la casa, topándose con los cuatro niños, que al parecer se durmieron esperándola en la sala de estar.

Sora: Azusa, -le llamó en un susurró- te cargaré a tu habitación 

Azusa era muy delgado y liviano, no fue complicado cargarlo hasta su habitación, donde abrazó las sábanas mientras seguía durmiendo.

Sora: Gracias por esperarme, duerme bien

Azusa: Bienvenida...a...casa

Se devolvió para ir por Yuma, estaba creciendo muy rápido, probablemente será muy alto cuando crezca. Lo cargó hasta su cuarto, donde abrió los ojos débilmente al sentir las sábanas.

Yuma: Sora... bienvenida

Sora: Gracias por esperarme, descansa

Ahora seguía Kou, con mucho cuidado lo alzó y lo acostó. Lo cubrió con las sábanas y le dio un beso en la frente.

Kou: Bienvenida... Sora

Sora: Ya regresé, gracias por esperarme. 

Sin hacer ruido caminó hasta la sala de estar, cargó a Ruki y lo llevó a su habitación. Este entre abrió los ojos a mitad del camino.

Ruki: Sora -Dijo bostezando- bienvenida

Sora: Estoy en casa, Ruki. ¿Me estuvieron esperando?

Ruki: Sí 

Sora: Gracias. 

Ruki: Sí, buenas noches

Cayó dormido y Sora lo acostó cubriéndolo con las sábanas. Cerró la puerta intentando hacer el menor ruido posible y fue a su habitación. 

Ella es un ser milenario, desde sus primeros días había aprendido que todos eran sus enemigos, los amigos no están permitidos en ese mundo. "Todos son crueles, todos intentarán asesinarte, mientras más sufras mejor para ellos" con esas frías palabras fue criada. Y en parte tenían razón, tanto los humanos, como los demonios y vampiros, llegan a ser muy temibles. Pero, ir a la sala de estar y darse cuenta de que esos cuatro niños estuvieron esperándola, que quisieran decirle "Bienvenida" y se preocuparan por ella, el simple hecho de que le sonrían, es de las cosas que hacen a los Mukami tan especiales. Son los únicos que la han querido sinceramente. Y es por eso que los quiere tanto.

Nota: 

He vuelto :D y qué mejor manera de volver que con un pequeño juego C: cuando tenga cuatro comentarios subiré el siguiente capítulo.