Capítulo 20

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Su pie golpeo algo en las escaleras

Sora: Lo siento

Shuu: Que ruidosa

Sora: ¿No deberías estar en clase?

Shuu: Eso es molesto

Sora: No está bien que faltes a clases

Shuu: -se duerme-

Sora: -Suspira- ¿Qué tengo que hacer para que vayas a clases?

Abrió uno de sus ojos con cierto interés y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

Shuu: Dame un beso

Sora: ¿Eh?

Shuu: Lo que oíste, si quieres que vaya a clases entonces debes darme un beso

Sora: ¿Hablas enserio?

Shuu: Si

Volvió a cerrar sus ojos y parecía haberse quedado dormido. Sora bufó de molestia y le dio un beso en la mejilla. Este abrió los ojos con sorpresa al sentir la fina y delicada piel de la chica.

Sora: Listo, ahora ve a clases

Shuu: ¿Heh?

Sora: Nunca especificaste donde te debía besar, así que ve a clases

Shuu: La próxima vez seré muy específico

Sora: ¿Podrías ir a clases?

Shuu: Está bien

Se levantó y se fue directo a clases, mientras caminaba por los pasillos el rubio acarició su mejilla.

Shuu: ...Cálido

Por su parte, Sora siguió su camino hasta el aula, donde estaba Ayato dormido en su pupitre y el profesor no había llegado.

Sora: Ayato, no deberías dormir en clase

Ayato: Mmm

Sora: Ayato, despierta

Ayato: Quiero dormir

Sora: ¿No duermes en casa?

Ayato: ¿Para qué quieres saber?

Sora: Si te duermes en clase el profesor me sermonea a mí

Ayato: ¿Eh?

Sora: No importa. ¿Podrías sentarte correctamente?

Ayato: Déjame dormir

Sora: Puedes dormir en la mansión

Ayato: Después

Sora: -Suspira- ¿Por favor?

Ayato: No entiendo por qué haces esto

Sora: ¿Eh?

Ayato: ¿Por qué? ¿Por qué nos sonríes? ¿Por qué nos tratas así? ¿Por qué eres tan amable?

El pelirrojo ya parecía más molesto que adormilado. Miraba con furia a la chica y empezaba a quitarle su espacio personal.

Ayato: ¿Por qué?

Al principio se sorprendió por ese repentino cambio. Pero a los pocos segundos su rostro se tranquilizó y le regaló una tierna sonrisa.

Sora: Es natural tratar así a las personas que aprecias

Con todo el cariño del mundo Sora acarició el cabello de Ayato con una confortable sonrisa. Este acto hizo que los ojos del nombrado se abrieran y un pequeño e imperceptible sonrojo se dibujara en su rostro.

La cuidadora de los Mukami [Diabolik Lovers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora