Capítulo 8

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Hoy jueves, he estado reflexionando sobre mí, sobre mi persona. He pensado en mi presente, y en mi futuro no muy lejano. He investigado por instagram y tras ver las cuentas de innumerables famosos, me he dado cuenta de que al fin y al cabo son humanos al igual que yo. He decidido que no me voy a amargar por quedarme sabados sin salir, o por no contentarme con mi cuerpo, porque la vida es una, y la gente la está aprovechando, ya es hora de que comience a aprovechar yo la mía.

Tras esa reflexión en el autobús de vuelta a casa, escribo a Bruno:

- ¿Corres?

- Si es contigo sí.

Me sonrojo al leer su respuesta. Es tan mono. Me cambio corriendo de ropa y nos miramos por la ventana. Me regojo el pelo en una coleta y salgo por la puerta.

- Que sepas que hoy vengo motivada.

- Peligro...

Sonrie y nos damos un cálido beso. Comenzamos a correr y nos recorremos el precioso paseo que da al mar. Cuando llegamos a los 30 minutos, paramos en una campa rodeada de árboles inmensos. Nos tumbamos bocarriba en la hierba mirando al despejado cielo.

- ¿Qué haces este sábado?

Su pregunta me pilla por sorpresa.

- ¿A que se debe ese interés? ¿Me vas a pedir una cita?

- Mi padre estrena su galería de arte y me obliga a ir. Basta con que solo vaya unos minutos al comienzo y luego me escape... Y... me ha dicho que puedo llebar acompañante.- me mira con mirada cómplice- luego... si a esa acompañante le parece bien, podriamos ir al cine o a la playa...

- ¿Y quien va a ser esa acompañante misteriosa?

- Hombre, pues había pensado en varias candidatas, pero si a ti te hace ilusión...

- Haré un esfuerzo.

Nos miramos fijamente a los ojos. Le abrazo apoyando mi pierna completamente sobre él. Me agarra el muslo y nos volvemos a besar. Sus besos y su forma de agarrarme me llenan de placer, me siento en una nube. Asciende su mano hasta mis gluteos y me besa mas pasionalmente. Noto su miembro erecto sobre el mío, pero teníamos un trato.

- Esto... no esta... bien.

- ¿Por qué?- me pregunta sin dejar de besarme.

- Esto... es un lugar... público- respondo mientras recorre mi cuello con sus besos- nuestros padres... podrían pasar por aquí en cualquier instante...

- ¿No te gusta... correr riesgos?

- No si son tan arriesgados- le miro y nos sonreimos.

Nos levantamos de la campa y Bruno comienza a correr.

- ¡Quien llegue antes gana!

- ¿A sí?- comienzo a seguirle- ¿Y qué gana?

- Eso ya lo veremos...- contesta sonriendo.

Corremos durante 10 minutos hasta llegar al acantilado. Bruno desciende su velocidad con el fín de dejarme ganar.

- ¡Gané!

- No se como ha podido ser...- responde con tono irónico- te he machacado y lo sabes.

- ¡Eso nunca!- corro hacia él y me subo a su espalda haciéndole cosquillas.

- Te crees que puedes conmigo ehh...- instantaneamente me coge de la espalda y me agarra haciéndome cosquillas en la tripa.

- ¡Vale vale! ¡ Has ganado, has ganado!

- No me vale eso.

- ¡Bruno eres y siempre serás el ganador!

- Ha sonado muy falso...- canturrea a su vez que incrementa las cosquillas.

- ¡Vale! ¡Bruno eres super bueno en todo y conmigo y TE QUIERO!- grito con el fín de que acabe ya esa martilia.

Me deja cuidadosamente en el suelo y nos sentamos en un banco que da las vistas al mar.

- Me... quieres- me mira fijamente a los ojos.

- ¿Te sorprende?

- No... es solo...- mira hacia el suelo- nadie me lo había dicho antes.

- Seguro que tus padres te lo dijeron alguna vez...

- Ya... me hubiera gustado oirles.

- ¿Nunca te lo dijeron?

- Cuando yo era mas pequeño mis padres viajaban diariamente a diferentes partes del mundo por temas laborales, así que yo vivía con mi tía.

- ¿Y ahora que vives con ellos?

- Mis padres nunca han sido personas con facilidad para expresar sus sentimientos... ni siquiera conmigo.

Le abrazo por un lado apoyando mi cabeza en su hombro.

- Cata...- hace una breve pausa- creo que yo también te quiero.

Me adormizo abrazada a él durante unos minutos. Se escuchaba la música procedente de mi móvil y la brisa del mar nos golpeaba fragilmente en la cara.

- Debo irme.

- No te dejo.

- Mi profesora de ballet me va a echar la bronca si llego tarde.

- Yo hablaré con ella.

-¿Tú?- suelto una carcajada.

- Yo soy un macho alfa, soy un encantador de mujeres.

- Ya... esque a ella no se la denomina como una mujer...

- ¿Entonces que es? ¿Un alien?

- Sí.

- ¿Y como es eso posible?

- Tu charla 1 solo minuto con ella y te darás cuenta.

Continuamos con la estúpida charla por el camino de vuelta a casa. Ya eran las 7:30 y estaba oscuro. Vamos andando cogidos de la mano y noto como varias miradas por el camino se fijan en nosotros.

Llegamos a nuestra calle y nos despedimos con un beso. Entro en casa y saludo. Me visto corriendo y salgo de casa. Conecto mis auriculares y suena mi tema preferido de Adele "Hello". Camino rápida mirando al frente cuando al cruzar la esquina me encuentro con alguien:

- ¡Cata! Que raro tu por aquí- saluda irónico.

- ¡Marco! ¿Es que acaso me sigues?- rie.

- Oye...- dice un poco tímido- tengo dos entradas para el basket este sábado... se lo iba a pedir a un colega pero me apetecía...

- Lo... lo siento- le interrumpo- tengo planes para el sabado.

- Ahh... bueno... no pasa nada solo...- hace una breve pausa y coje aire- solo quería conocerte mejor.

- A mi también me hubiera gustado pero no puedo cancelarlo.

- ¿Y de que tratan esos planes tan importantes que no puedes cancelar?- pregunta divertido.

- Pues la verdad...- me daba pena responder lo que iba a responder, pero debía hacerlo- mi novio me ha invitado a un evento.

- Tu... novio...- confirma cortado.

- S...sí, veo que te sorprende.

- Ya solo... no sabía que tubieras novio.

- Bueno... no sé si se le puede llamar novio... pero sí.

- Vale no importa... pues... pasadlo bien- se despide algo decepcionado.

- Adiós- me despido fria.

No me gustó decepcionarle así, pero ¿qué podía hacer? De todas maneras se iba a enterar de alguna forma u otra.

Diario de Cata- sexo y otras drogasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora