Capítulo 3

43 4 0
                                    

Por fín es viernes. Esta semana é de admitir que ha sido muy buena. En cuanto al tema academico creo que estoy en buen camino para sacar buenas notas ya que tengo tiempo para estudiar y no estoy demasiado agobiada. No he visto a Bruno desde el martes. Habrá estado ocupado, y tampoco quiero pegarme como una lapa a él.

Al llegar a casa me he echado una siesta y después he ido a baile moderno. Desde mi punto de vista creo que se me da francamente mejor el ballet. Como las clases de moderno son de 6 a 8 me mantienen los viernes ocupados. Hacía tiempo que no estaba tan bien en mi entorno, puede que mi vida esté cambiando.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Sabado 10 de la mañana. Me despierto descansada, me levanto de la cama y miro por la ventana. Hace un día estupendo. Decido ir a correr, asi que me visto con mi conjunto Nike, me tomo una fruta para tener mas energía y me dispongo a salir por la puerta. He dejado una nota en la nevera para cuando mis padres se levanten. Estaba agachada en frente de la puerta de mi casa atándome los cordones cuando de repente oigo el sonido no muy lejano de una cerradura. Era de la casa de Bruno. Ante la posibilidad de que Bruno saliera de ahí me aseguré de que tenía el pelo medianamente bien y continué atandome las zapatillas como si no hubiera escuchado nada.

Se abre la puerta, estoy intrigada por saber quien sale de ahí. ¡Es Bruno! El corazón se me acelera y se me pone a mil. Estoy nerviosa, no sé por que exactamente. Hago como que no le he visto dodavía. No sabía si él me había visto ya cuando de repente:

- ¿Cata?

- ¡Hola Bruno!

- ¿Vas a salir a correr?

- Sí, y parece que tu también.

- ¿Pues por qué no corremos juntos?

- Me parece bien.

No parecía estar muy emocionada, pero en ese momento si que lo estaba, mucho. Empezamos a correr, espero que no acabe con la cara excesivamente roja y el pelo graso. Vamos a un ritmo al que me siento cómoda. No hace demasiado calor, lo cual no me hace sudar tanto, asi que estoy tranquila. Durante el trayecto hablamos sin parar, Bruno es muy majo y divertido, ¿y si solo quiere que seamos buenos amigos? Espero que él sienta lo mismo por mí que lo que yo siento por él.

- Ven, te quiero enseñar un sitio.

Me dirigía hacia una pequeña playa situada a tan solo unos minutos de donde nos encontrábamos.

- ¿A donde me llebas?- pregunta intrigado.

- Tendrás que averiguarlo...

Sonrie. Ibamos caminando ya que estábamos cansados. La temperatura habia aumentado en un par de grados. Nos introducimos por un camino de tierra rodeado de altos árboles.

- ¿Me quieres asesinar en medio del bosque?

- Ja-ja ¿te crees muy graciosillo verdad?

-No hace falta que me lo crea.

Nos pasabamos el día así, eso nos hacía mas cercanos. Al final del camino bajamos unas empinadas escaleras y observo su reacción mientras asimila lo maravilloso que es el lugar al que le acabo de llebar.

- Mi padre me traía aquí de vez en cuando cuando yo era pequeña y me contaba sus múltiples historias sobre su infancia. Me encantaba este sitio. Podia sentarme justo en esta roca y simplemente disfrutar de este pequeño placer de la vida. Poder sentir la brisa del mar, el sonido de las olas rompiemdo en la orilla... hace que sienta como si se me fueran todas las preocupaciones.

- ¿Sabes una cosa?

- ¿Que cosa?

- Es la primera vez que piso una playa.

Mi cara de asombro en aquel momento es inevitable. Nunca había conocido a nadie que nunca hubiera ido a la playa.

- ¿Esta es tu primera vez? ¿Y conmigo?

- Exacto.

- Es decir, que he sido la persona con la que has ido a la playa por primera vez.

- Sí ,¿y sabes? Un primer día en la playa habrá que disfrutarlo para que sea inolvidable.

- ¿Que insinuas?

- ¿Te hace ahora un chapuzón?

¿Que clase de pregunta es esa? Es una playa salvaje, sin socorristas ni nadie a tu alrededor, pero las ganas de estar con él superaba todo eso.

- No estaría mal...

Y como si de un impulso se tratara, los dos salimos escopetados hacia el agua. Al alcanzar la orilla nos descalzamos rapido y Bruno se desprende de su camiseta de deporte mostrando su marcado abdomen. Yo prefiero no quitarme nada. Entramos en el agua, estaba congelada.

- Espero que hoy te tocara lavarte el pelo.

- ¿Por qué lo dices? ¿Me lo ves mal?

- Horrible, y a parte... porque te lo voy a calar.

E inmediatamente los dos comenzamos una guerra de agua. Ya estaba mojada por completo. Cuando nos cansamos de salpicarnos mutuamente, decidimos salir. Iba hacia la orilla cuando me resbalo con una roca pequeña por debajo de la superficie del agua y proboca que caiga practicamente encima de Bruno. Parecía que lo había hecho a proposito, ya que acabamos muy cerca, casi notaba su respiración en mi boca.

- ¿Te has tropezado o simplemente era una escusa para acabar encima mio?

Sonrio por ese comentario. Me percato de que estamos muy cerca el uno del otro, de frente, mirandonos a los ojos. Unos segundos que parecían años, perdida en sus preciosos ojos. Noto como Bruno me agarra de la cintura y yo le cogo a él del cuello. Nuestros rostros se acercan lentamente hasta fundirnos en un intenso primer beso. Nuestros cuerpos estaban pegados, él me tiene sutilmente agarrada de la cintura y yo le paso la mano por el pelo. Nunca había experimentado la sensación del primer beso hasta entonces. Nuestras lenguas se entrelazaban como si estubieran bailando. É de confesar que Bruno besa realmente bien. El beso no dura mucho. Cuando nuestros labios se separan nos volvemos a mirar a los ojos.

- No sabía que besaras tan bien.

- Si no lo pruebas nunca lo averiguarías.

Los dos reimos y salimos congelados del agua. ¿Acaba de decir que beso bien? Nos sentamos en una roca al sol para intentar entrar en calor.

- Debo confesarte algo.- digo.

- Yo te he confesado lo de la playa así que es tu turno.

- Este ha sido mi primer beso.

No sabia que iba a pensar de mi, pero tenia que decirselo.

- Pues yo también tengo algo que confesar.

- ¿Algo más?

- Si. Y es que este... también ha sido mi... primer beso.

No me lo podía creer. ¿En serio había sido la primera en provar los labios de Bruno? Estaba claro que nuestra relación había cambiado, eso espero.

Diario de Cata- sexo y otras drogasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora