Capitulo 8

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De camino al parque donde de supone que me encontraré con Jayden, mi mente no paraba de pensar en qué pasará en ese momento, ¿qué haremos?, ¿ para qué querrá verme?. Por estar metida en mis pensamientos no me había dado cuenta de que ya estaba frente al parque, solo debía cruzar la calle y empezar a caminar para encontrarnos justo en el centro del parque donde se situaba la fuente; la cual era una fuente muy grande con forma de una sirena con una gran caracola en la boca, la cual era sujetada por sus manos, tenía pequeñas luces en su interior.

Crucé la calle y me adentré en el parque para llegar a nuestro punto de encuentro; y justamente lo veo ahí de espaldas, con las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón, se puede decir que un poco impaciente ya que no paraba de mirar hacía los lados; realmente me quede como una tonta embobada contemplando su figura entre la luz de la luna y una pequeña ayuda de las luces de las lámparas del parque; decido moverme hacía él.

- Hey - consigo decir.

Da una pequeña vuelta hacía mi.

- Pensé que no llegarías - hizo una pequeña mueca.

- ¿Por qué pensaste eso? - pregunté algo atónita.

- Tan solo bromeo - dijo con una sonrisa en su rostro.

- Supongo que yo también lo hago - deje escapar una sonrisa.

Jayden me hizo una pequeña seña para que nos sentarnos en el pequeño banco de madera que estaba justo frente a la fuente, la cual yo asentí sin pensarlo dos veces, al sentarnos hubo un espacio de unos centímetros entre nosotros, realmente esos centímetros eran muy pequeño y creo que era la primera vez que estaba tan cerca de aquel chico que me descontrolaba mis sentidos con tan solo un pequeño roce, que me robaba el aliento con tan solo una mirada.

-¿Cómo te va todo?- preguntó como si hubiesen pasado años sin vernos o sin siquiera hablarnos.

- Supongo que todo va como siempre, ¿qué debería de cambiar?- deje salir las palabras.

- Puede que algunas cosas, y sin embargo no te haz dado cuenta- dice mirando mi rostro.

- Quisiera saber cuales son - mofé, sin quitar la vista de la fuente la cual brillaba como todas las noches; simple y llanamente no podía mirarle a la cara.

- Quizás sí dejarás de observar la fuente te dieras cuenta - dijo con voz firme.

- Es que la fuente...emm..pues está hermosa aunque no lo creas - dije nerviosa y creo que lo hice saber.

Colocó sus manos en mis mejillas haciéndolas girar hacía el de una manera tierna y suave. Creo que en este  mismo momento estoy a punto de morir y él no se ha percatado de eso.

- ¿Puedes mirarme? - dijo con una mirada penetrante.

- Ya lo estoy haciendo - no se siquiera como salieron esas palabras de mi boca.

- ¿Por qué no querías hacerlo? - preguntó aún sin soltar mis mejillas.

- ¿En serio lo preguntas? - dije.

Quizás perdí mi mirada tratando de encontrarme en la de él, eso es lo que pasa cada vez que veo esos grandes ojos, pero como el valor me falta no podía decirle eso. Simplemente me quedé en silencio sin decir nada, tan solo contemplando aquellos ojos que me volvían un poco loca, un poco inquieta, un poco rebelde y si se puede decir un poco feliz.

- No vas a responder - dijo con una voz firme.

- Hay silencios que lo dicen todo - escupí las palabras tratando de que no siga haciéndome esa pregunta.

- Pero este silencio me confunde - tan silo dijo.

- Es mi turno - dije.

- ¿Qué turno? - preguntó extrañado.

- De hacer preguntas - contesté.

- Okay, estoy preparado - soltando mis mejillas ya por fin.

- ¿Por qué buscas de mi? - pregunté sin pensarlo.

Al parecer no se esperaba está pregunta, pero realmente es algo que me viene comiendo la cabeza desde ese día en la librería. Necesitaba una respuesta antes de volverme algo más desquiciada de lo que realmente ya era.

- Creo que me he vuelto algo adicto a tu tristeza y soledad - dijo mirando mi rostro, divisando todos y cada uno de mis poros de este.

Simplemente no sabía que decir a esto, yo no lo veía venir, no me lo esperaba, realmente no me esperaba nada de esto, no me esperaba que el chico mas callado de la clase esté aquí sentado conmigo en el centro de un parque en la noche, no esperaba que ese mismo chico se aparezca en mi casa llevando comida, y mucho menos me esperaba que ese chico sienta semejante sentimiento, si es que se le puede llamar así.
- No..no..no se que decir -logré decir.

- No necesito que digas nada - empieza a acariciar suavemente el lado derecho de mi mejilla.

Empieza a acercase más a mi, al parecer esos pequeños centímetros que nos separaban desaparecieron; sin darme cuenta estaba entre los brazos de Jayden, para ser sincera eran muy formidables.

Con su mano derecha alza mi cabeza que estaba acomodada en su pecho, nos encontramos mirándonos fijamente, es primera vez que estoy an cerca de él, lo cual me hace sentir prisionera y nerviosa; realmente era algo cómodo pero era algo a lo cual no estaba acostumbrada. Con la brisa de otoño que estaba habitando el parque a estas horas estar en sus brazos era realmente una gran idea y muy acogedora también.

Sin dejar de mirarnos fijos curva sus labios para así dejar escapar una sonrisa acogedora y que transmitía algún sentimiento aunque todavía no tenía el poder de identificarlo.

- Tienes una gran sonrisa - espeté son más ni menos.

- La tuya es mucho mejor que la mía, eso tenlo por seguro - dijo en un hilo de voz.

Esto hizo que me enrojeciera un poco y dejará salir una pequeña sonrisa débil pero a la vez fue una de las más sinceras que que regalado en toda mi vida.

En ese mismo instante sentí unos pequeños labios algo calientes justo rozando los míos, fue tan instantáneo que sencillamente no me lo creía.

Mis cositas lindas que están del otro lado de la pantalla, gracias y miles de gracias por estar ahí esperando que yo publique cada capítulo, se que no somos un gran grupo de personas, pero sé que con el tiempo iremos creciendo. Espero que les haya gustado el capítulo, VOTEN Y COMENTEN por favor, quiero sus opiniones, no quiero lectores fantasmas por aquí. Vamos todos a darnos apapachos virtualmente okya hahahaha los amodoro <3

Almas Gemelas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora