Al llegar a la tienda para medias, empiezo a rebuscar por el área de " medias largas " me decido por un par de medias negras y dos pares más color carne, al acabar en esta tienda voy directamente a la tienda de golosinas que queda a tan solo dos tiendas de lado derecho de ésta; escojo una pequeña cesta plástica que te otorga la tienda para que ahí coloques todas las golosinas que escoges. Siempre que vengo aquí lleno mi cesta hasta arriba de gusanitos, de regaliz, de ositos Haribo, al terminar con mi compra de golosinas emprendo el viaje de vuelta a casa en mi correspondiente autobús, el cual tardó unos quince minutos en pasar.
***
No pienso salir de mi habitación, no quiero verle el rostro a esas personas a las cuales debo llamarles padres, a esas personas que han hecho de mi vida un infierno , las que me han hecho tanto daño que no creo que haya algún adjetivo de cantidad como para poder definirlo, ellos han hecho en mi vida una cicatriz imborrable; pero eso el mundo no lo entenderá, y tampoco se ha parado a investigar, tan solo van juzgando a las personas sin saber porqué actúan de ese modo o como realmente son.
Estoy concentrada haciendo una investigación sobre el arte barroco, realmente esta clase ya me la habían dado años pasados pero mañana teníamos que entregar un pequeño resumen sobre este tema; yo no se gran cosa acerca de ello, por lo tanto debo de recurrir al internet ( mi mejor aliado en estos momentos).
Unos minutos después de acabar el resumen voy a tomarme un baño de agua calientita y decido buscar entre mi ropa unos pantalones jeans azúl claro y colocarme un t-shirt color violeta con mangas hasta la mitad del brazo, me pongo mis calcetines finos de color negro y escojo mis botines negros para que combinen con la bufanda que me pondré y con la chaqueta de cuero color negra igual; realmente el otoño estaba haciendo su mejor trabajo, ya las calles a estas horas están frías y no quiero agarrar un constipado, hago de mi pelo un moño descuidado y peino mi flequillo hacía alante, tan solo pongo en mis labios un poco de vaselina labial; Jayden aún no me ha enviado ningún mensaje pero quería estar lista para cuando el me avisará.
*suena mi teléfono celular*
- ¿Puedes bajar? - dice Jayden a través del aparato digital.
- Si, claro! - exalto un poco alegre.
- Te estoy esperando justo en frente de tu casa - dice.
- Esta bien - contesto.
En ese mismo instante cuelga la llamada y yo cojo mi chaqueta y entro mi celular en el bolsillo derecho de esta; al bajar las escaleras mi madre se encuentra justo en el pequeño pasillo que te conduce hasta la puerta principal de la casa, paso por su lado sin pretender avisarle hacía donde voy.
- Vuelvo en un rato - digo.
- No tengo nada que decir - escupe sus palabras como dardos.
- Pues así es mejor - le devuelvo sus palabras.
Tiro del mango de la puerta para salir a través de ella; estando ya en lo exterior veo una sombra justo al lado de la farola, que le daba un poco de vida a esta calle, voy caminando hacía él y lo primero que hace al yo llegar a su lado es abrazarme; dicho acto me dejo inmóvil, no solo me sentía abrazada, sino que también me sentía protegida de todo mal de este mundo.
-¿Ya me dirás quién demonios te hizo esto? - dijo señalando los golpes en mi cara.
Esta vez estaban al descubierto, no había nada en mi cara que pudiera siquiera esconderlos; en ese mismo instante baje la cabeza, no solo por vergüenza de que me viera en semejante estado si no porque también me daba vergüenza hablar con él acerca de que mi padre me pegó sin compasión anoche.
- April, no quiero presionarte, pero tienes que saber que estoy preocupado por eso que te pasó; quiero saber que te pasó - dice acercándose un poco más a mi.
- Esta bien, lo haré...te lo contaré, pero no aquí - deje escapar un suspiro.
- De acuerdo, vamos hacía el Starbucks más cerca - dice haciendo una seña hacía la nada.
- Está a unos veinte minutos de aquí - dije señalando hacía la dirección correcta.
- Mejor vamos a por unos pretzel y café de los que están en la siguiente cuadra y nos sentamos en el parque - dijo con una pequeña risa.
- Me parece mucho mejor - deje escapar una sonrisa.
- Eres tan vaga como yo y eso me gusta - dice poniéndose en marcha.
En el camino hacía el pequeño puesto no hubo conversación alguna, creo que cada uno estaba guardando sus palabras para aquel momento. Al llegar al puesto, Jayden se coloca en la corta fila que había y me pregunta desde donde está que cuál tipo de café prefería, por lógica humana elijo un capuccino, son mis favoritos.
Al pedir la orden para ambos tan solo esperamos un minuto para que nos dieran nuestros vasos y la bolsa de pretzel, al tener esto en nuestras manos empezamos a caminar hacía el parque del frente, elegimos el banco que estaba justo al frente de un gran árbol de almendras.
- Tienen un gran olor - digo sonriendo.
- Si! El olor de café y de harina caliente de los pretzel, encajan perfectamente - dice abriendo su bolsa de pretzel.
Doy un pequeño sorbo a mi café, que al instante lo retiro de mi labios ya que me quemé con el café; Jayden se dio cuenta de esto y empezó a reír.
- Basta de bullying - dije.
- Si hubieses visto tu cara no dijeras lo mismo - dijo en su defensa.
- Es que está caliente - dije como niña de cinco años.
- No debiste probarlo para saber que lo estaba - dijo riendo.
- El karma hará su trabajo - reí junto a él.
- Mejor comienza a contarme lo que pasó - dice con voz firme.
Mi sonrisa se desaparece y mi cuerpo se tensa por completo, en este momento es cuando las palabras no pueden salir de mi boca, realmente para ser sinceros, mi cerebro no procesa las palabras siquiera. No se como explicarle a alguien mi dolor, mi sufrimiento, mi trauma, mi cicatriz, no se como explicarle lo que sucedió para que yo tenga mi rostro lleno de golpes. Nunca antes había tenido que explicar nada de esto, así que soy nueva en abrir mis sentimientos o en decir lo que llevo por dentro.
- Lo que sucedió... Pues.. La verdad es que no se como empezar - dije un poco confundida.
- Ok, te entiendo, por ahora solo dime quien te hizo eso - dice dando un sorbo a su café.
- Fue..Fue mi..padre - logre decir en un hilo de voz.
- ¿Tu padre te ha golpeado de tal manera, April? - preguntó alterando la voz.
Esto hizo que mis nervios empezaran a dispararse a millón, estaba tensa hablando del tema y ahora más al ver que él se había alterado, no sabía que hacer, me estaba empezando a sentir mal.
Hermoso lectores, espero que les vaya gustando la historia, motivence a comentar y a votar por ella, espero que se emocionen con cada capítulo, aunque no crean ustedes son los que me dan ganas de escribir cada capítulo, haganse notar, no quiero fantasmas aquí. Les mando un abrazo virtual y letritas de amor como yuya <3. Los quiero un montón.
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Almas Gemelas.
Fiksi RemajaLa historia de dos jóvenes que estaban caminando por el mismo camino, simplemente que estaban tan ocupados en sus vidas que no se dieron cuenta de que eran dos almas gemelas perdidas en este mundo lleno de odio. Es una historia que cautiva corazones...