— ¿April?— dijo, asomándose por el borde de la puerta.
—Adelante, no te voy a morder — dije, incentivandolo a entrar.
— ¿Te encuentras bien?
— No puedo quejarme, pero he tenido días mejores — admiti.
— No lo dudo.
Camino con temor hasta la camilla y se arrodilló.
— Te hubiera ido a dejar, siempre tan orgullosa.
— Supongo que no podré ir a casa de Cam— bufé.
- Si quieres puedo hablar con los chicos para posponer la junta.
Negué.
— Les queda poco tiempo, no te preocupes por mi.
— Eso dijiste la última vez y mira donde estas — dijo, dolido.
— Mirame — dije, tomando su mentón, obligandolo a verme a los ojos - No es tu culpa.
- Pero...
- No lo es - lo corte - Quiero que te vayas tranquilo, prometelo.
Dudo unos segundos.
- Lo prometo.
- Gracias - sonreí - Ahora ve a dormir.
- ¿Debería?
- Vuelvo mañana, podrás ir a casa en la noche.
- Esta bien - dijo, poniéndose de pié - Te amo - dió un corto beso a mis labios.
- Y yo a ti.
°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
Estaba sola, completamente sola. Daniel estaba en la universidad, Papá y Mamá trabajando y los chicos en casa de Cameron. Sola.
El diario estaba frente mis ojos, era ahora o nunca.
Maldición.
Tenía llave.
Baje hasta la oficina de papá por alguna herramienta para deshacer el maldito candado. Volví al cuarto con un martillo en mano, cerre la puerta detrás de mi y me sente en Indio.
El candado cayo al piso por el impacto con el martillo.
Lo primero en que me fije fue la fecha, hace más de un año.
15|03|2015
Escuche a mi madre y me fui a mi habitación. Me senté sobre mi cama en posición india, puse "Play" a la siguiente canción mientras las lagrimas corrían por mis mejillas,no tenía ganas de discutir, simplemente estaba agotada y ganas para responder me faltaron. Pero claro ella no podía dejar las cosas tranquilas, quería tirar leña al fuego.
-¿Porque lloras?
-Mamá por favor, solo deja las cosas así-comenzar una discusión era lo último que quería.
-¿Qué estas escribiendo?
Grave error, mamá estaba leyendo el diario. Luego comenzó a burlarse.
Espero que esto pase luego, estoy cayendo en un hoyo negro que no hace más que caer y caer. Me sentía sola, tengo a muchas personas al rededor, tan cerca pero tan lejos a la ves. Aconsejo a las personas, las ayudo, escucho sus problemas pero yo no tengo a nadie. Intente alejarme, pero me fue imposible.
