Al entrar, me quedo inmersa en esta casa solitaria, terriblemente solitaria. Quiero llorar, pero las lágrimas se atascan en algún lado, ya no tengo más lagrimas para derramar, pero me equivoco, una gota solitaria resbala por mi mejilla, tán solitaria como yo.
Es año nuevo, mamá dice que baje a cenar, pero yo no quiero, solo me siento en la cama mirando al gran póster de el que cuelga frente mi.
Todo esta en el mismo órden que lo deje, los libros organizados en el cajón, los lápices en el tarrito, unas hojas esparcidas por la cama y el reloj, apuntando que solo quedan 10 minutos para que este año llegue a su fin.
¿Mi año?, podría describirlo en una palabra. Mierda.
Pase los primeros 7 meses llorando y sufriendo por mi horrorosa vida, luego atento contra mi vida y quedo en coma por los siguientes 5 meses.
Pensando que vivía una vida feliz, con mi ídolo como novio, y sus amigos como los míos. Luego despierto y te das cuenta que todo eso ocurrió dentro de tu imaginación.
El no sabe de mi, ni que existo, debe estar con su familia recibiendo el próximo año. Mientras que todos abajo me esperan y sigo acá llorando desde que desperté.
Me acoste en la cama, dejando que una vez más las lágrimas calleran, como todas las noches, pero esta era peor. Me sentía acabada, cansada, inútil. El primer error es aferrarse a algo, el segundo extrañarlo y el tercero creer que esta superado.
Los golpes en la puerta interrumpieron todos mis pensamientos.
- ¿Estas bien? - Daniel entro y cerro la puerta tras el.
- ¿Que crees tu? - reí con desgana.
- ¿Que estas hecha una mierda? - sonrió.
- Ahí esta tu respuesta.
- Subí a recibir el año con mi prima, ya que tu no bajaras - suspiro, lanzándose a la cama.
- Me conoces bien - dije.
- ¿Que pasa April?, llevas así desde que salimos del hospital - dijo, sacando el tema.
- No lo se Daniel - dije, comenzando a llorar, solo me dejaba ver así ante el - Me siento sola, veo a tanta gente que me quiere, estoy rodeada de personas pero me siento sola. Estoy vacía por dentro.
- Ven acá - dijo, atrayendome a sus brazos.
- Lo extraño - llorique.
Y así acabo el año, la gente abajo se abrazaba y pedían sus deseos para el nuevo año. Mientras yo lloraba entre los brazos de mi primo deseando solo una cosa.
Tener a Jack a mi lado.