Capítulo 24

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- ¡B4!,¡repito, B4!, tenemos una urgencia - sentí como mi cuerpo era levantado. ¿Aún no estaba muerta?, trate de abrir mis ojos pero tuve que cerrarlos inmediato por la potente luz que quemaba mis ojos.

- ¡Paciente April, unos 16 años, 1,65 aproximadamente! - la misma voz de antes habló.

Lo último que recuerdo era el auto volcandose, Jack estaba a mi lado y...

Jack...

Necesitaba saber de él, ¿como se encuentra?, ¿donde esta?

Las voces se callaron y de un momento a otro estaba sola, en un cuarto blanco. Me levante de la camilla y salí del cuarto, encontrando un largo y vacío pasillo.

- ¡Disculpe! - dije, a una de las señoras de recepción - Estoy buscando a un chico, rubio, estatura media.

- ¡Mila! - dijo, ignorandome completamente. Paso por mi lado y comenzó una plática con una muchacha.

- ¡Gracias! - dije, irónicamente. Al ver que la señora no se movió camine hasta ella.- Señora, le estoy hablando.

- ¡Mila, ayer Bob me llevo a un lujusisimo motel!, todo fue tan perfecto.

- ¡Te estoy hablando! - trate de voltearla, agarrando su hombro. Pero fue inútil, no podía tocarla.

Mire mi mano con horror.

Nadie me veía, era invisible. De lo contrario ya hubiera venido alguien a preguntarme si algo andaba mal. Digo, no es normal ver a una chica tirada en el piso, llorando y suplicando por ayuda.

- Pobre chico, era muy joven.

- ¿El del accidente automovilístico? -asintió - Oí que iba con una chica. A los médicos les costo mucho mantenerla viva, por suerte ahora esta estable.

- No sé como reaccionará al decirle que su novio falleció.

- Trataron de comunicarse con los padres de la chica, pero... - dijo, disminuyendo - Han respondido que no tenían ninguna hija.

Agradecía que en este momento nadie me notara, de lo contrario me sacarían fuera por desorden público. ¿Que no tenían hija?, aunque eso era lo que menos me preocupaba. Pero, ¿Jack muerto?, esta era una broma de mal gusto, busque en todas las direcciones tratando de encontrar cámaras, que alguién saliera y me dijiera que programa era, para felicitarlos por los buenos actores.

Pero nada era así.

Mis papás me habían negado, Jack estaba muerto y yo también pronto lo estaría.

Todos mis pensamientos fueron cortados por unos gritos. Las enfermeras trataban de controlar a un hombre.

- ¡Jóven no puede entrar!

- ¡Dejeme verla!, ¡April!, ¡April! - gritaba, desesperado.

-¿Daniel? - corrí hasta el lugar de la escena - ¡Estoy aquí Daniel, aquí! - lloriquie, frustada de que no me vieran.

-¡Soy familiar de la accidentada!

- Lo siento señor, pero llamamos temprano a los familiares de la señorita April y dijieron que no la conocían.

- ¡Ellos jamás la quisieron! - grito, exasperado - Señora, por favor... Se lo pido, déjeme verla - dijo, intentando calmarse.

La enfermera guardo silencio por unos segundos.

- Llévenlo a la sala de la chica - dijo, un doctor. Debía serlo por la bata blanca que llevaba y una placa dorada colgada a esta.

- Pero Doctor...

- ¿Esta sorda?, llevelo ahora mismo.

- Nos dijeron que la chica no tiene familia... - dijo, una de las enfermeras.

- ¿Quién vendría a un hospital para ver a alguien que no conoces?, ¿No dijieron que la chica no tenía familia? Pues el sea o no familia de la afectada, la conoce y eso es mejor a que nada - las miro detenidamente - Así que ahora llévenlo a la sala, ¿entendido?

- Si, doctor - dijieron a coro.

- No te preocupes, ve con ellas - le sonrió.

Iba a un lado de Daniel caminando detrás de la enfermera. Sabía que el no podía notarme, pero aún así iba tomada de su mano.

Aún no podía convenserme que las personas que me dieron la vida, me negaran. Todas las palabras que salían de su boca no eran más que basura, jamás me amaron.

Sentí un ardor en mi muñecas nuevamente como la vez anterior. Puse una de mis manos por encima de la otra haciendo presión por unos minutos.
Solte mi muñeca al ver un líquido rojo caer por mis brazos. Dos profundos tajos desde dónde se veían mis venas hasta un poco más arriba de mi mano. Mordi mis labios tratando de suprimir un grito, con tanta fuerza que mi lengua degustaba la sangre de estos. Era inútil pedir ayuda, nadie me veía.

De un segundo a otro mi cabeza comenzó a arder, solo basto cerrar los ojos unos segundos para aparecer en otro lugar.

Recordaba esta casa, es la misma que ví la otra ocasión. Hice el mismo recorrido que la otra vez, solo que esta vez me salte el baño, sabía que si entraba me encontraría esa escena.

Pero había algo distinto, algo que la otra vez no notaba. Podía ver los póster colgados en el cuarto... lo peor, es que sabía perfectamente quiénes eran.

Ahí estaban ellos, mis mejores amigos. Nash, Matt, JG, Aaron, Hayes, Carter, Cameron, Taylor, Shawn y Jack. Habían unos cuantos de ellos juntos e individuales, pero solo habían más de uno. El cuarto estaba lleno de imágenes de el, desde el borde de la puerta hasta las cuatro paredes.

Sentí un fuerte mareo, había olvidado la sangre en mis muñecas y estaba perdiendo mucha sangre. Hasta perder el conocimiento.







Desperte a causa del dolor que sentía en todo mi cuerpo, trate de levantarme pero solo conseguí una fuerte punzada. Abrí los ojos lentamente para adaptarme a la luz.

Lo primero que vi fue la máquina a un costado, llena de cables que daban a mis brazos, luego vi una larga cicatriz sobre estos y finalmente a mis padres y Daniel llorando frente la camilla.

- ¿Donde estamos? - fue lo primero que logro salir de mis labios.

- En.... en el hospital - dijo, mamá con un hilo de voz.

- ¿Que día es? - pregunté confusa.

- 24 de diciembre , es noche buena - dijo, Daniel.

- ¿Qué?, pero si ayer era 15 de septiembre.

- Llevas en coma 5 meses April - contestó papá.

- ¿Donde esta Jack?

Imágenes del accidente venían como un vídeo a mi mente.
¿Que hacían ellos acá?, se supone que me habían negado... nadie me veía antes, ¿porque pueden verme?

- ¿Quién? - Mamá me miraba como si estuviera loca.

- Jack, mi novio - conteste, obvia.

- ¿Ese chico rubio? -pregunto Daniel.

- ¡Si, el! - respondí con alegría de que lo recordara.

- No lo sé, debe estar en algún lugar del mundo cantando, como siempre.

- ¿Qué estás hablando Daniel? - reí.

- ¿No es eso lo que hace?, canta con su amigo, ¿no?, de tantas veces que hablas de el me se la mitad de su vida - río.

Las gotas saladas caían por mis mejillas dejando un gusto salado en mis labios. ¿Donde estaba Jack?, no entendía nada de lo que sucedía...










Por favor les agradecería que comentaran y votaran. Aún falta el prólogo.

Angel Days [JJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora