Mi pequeño Oiran (Yaoi)

Mi primera vez

-¡Oye fíjate por donde vas! - Dije en seguida de ver su corpulento cuerpo y luego, luego pose mi vista hacia otro lugar. -Lo que me faltaba, que el pervertido de hace rato llegase a este lugar. - Me había hecho un pequeño silbido el cual me molesto. -arrh, vete de aquí pervertido ya termino mi trabajo. - Caminé pero para pronto me detuvo de nuevo llevándome al siguiente cuarto.

-Hey tienes que pedir autorización, voy a golpearte y me voy a dar a la huida. -Descuidado me había tomado de la barbilla besando sentía como me forzaba con su lengua dándome un beso y no uno cualquiera si no apasionado, sentí como mi corazón se aceleraba era muy extraño aquel sentimiento que afloraba y luego se alejó un poco de mí, aún no podía articular alguna palabra. -Fuu... No lo haces nada mal. -

"No puedo hacer el mismo truco con él, ¿Qué puedo hacer?, ¿dejarme llevar?, no está del todo mal y ..." Sin pena alguna bajaba su mano haciendo que la abertura del kimono mostrase mi entre pierna. -En serio, alto ...Suena raro que lo diga pero. - No termine de hablar hasta que me muestra el dedo con aquel anillo, abrí mis ojos como plato al ver aquello.

-¿En serio creíste que olvidaría todo?, eres despistado Goten, te miras diferente y no te hubiera reconocido si no lo llevases, o bueno quizás si hubiera venido hasta acá. - No me importo taclearlo y estar encima de él mientras lo abrazaba. -¡Regresaste!, te espere todo este tiempo, idiota pensé que habías muerto realmente. - El me negaba mientras no dejaba de llorar, el me acariciaba el cabello llegándome a tranquilizar.

-Realmente lo siento, lo siento mucho nunca te olvide ni te olvidaría, veo que eres todo un hombre y yo estoy aquí, quiero terminar con la guerra luego hacer lo planeado. - Me le quedaba viendo atentamente realmente estaba muy agobiado. -Lo siento yo nunca perdí la esperanza que regresaras, es mejor que pronto acabe ya que no tenemos mucho que comer. - El al ver que realmente estaba mal me pasaba la mano gentilmente por mi mejilla.

-No creí que me amaras, es decir éramos unos niños más aparte ya puedes hacerlo, debo suponer que. - Antes de que siguiera le puse la mano en su boca para que no mencionara más. -Hoy...hoy es mi primer día como Oiran, el señor con el que me pillaste solo lo emborrache para quitarle el dinero, realmente mantuve la promesa, al igual que tú, debo suponer que vienes por ello, ¿en dónde va querer que disponga mi servicio?. - Sonreí de forma maliciosa al igual que él me regalaba aquella coqueta por igual, pasaba mi mano de manera lujuriosa las pantorrillas notando que tenía un ligero cosquilleo, lo cual saboreaba al ver que me estaba viendo, me acomodaba para que hiciera fricción ambos miembros inertes.

-Tienes prisa, pero yo realmente no. - "eh..." Mi cara se notaba la confusión, me rodo haciendo que yo lo viera frente a frente, me mordí el labio inferior ante la ansiedad luego de que me hiciera un ligero roce. -Ya veo, no te gusta estar abajo. - Negaba lentamente tras pararse e ir a la puerta.

-¿Oye para dónde vas? - Me acomodé mis ropas siguiéndolo, estaba haciendo algo de frío, corría detrás suyo hasta que vi que se detuvo en las termales que estaban enseguida de nosotros. -Al menos ya lo sabes, quiero que me laves la espalda. -

-Pero yo...- Inflaba mis mejillas, ¿entonces no había hecho lo dicho?, solo quería que lo bañara vaya cosa, Trunks ahora de mayor era muy diferente a lo que me planteaba, ahora que lo pensaba a esas horas no había clientes, no tardaba mucho en quitarme el kimono, y medio lado lo veía como se estaba desvistiendo.

-Vamos, no te me quedes viendo así. - Él se había adelantado por lo cual yo me fui detrás suyo, se sentó en aquel banquillo, me había pasado unas cuantas esponjas las cuales comenzaba a poner en agua, tomaba un poco de jabón y la esparcía por su robusto cuerpo, lo hice sin malicia alguna hasta que terminamos, me sentí decepcionado luego que me tomase de la mano.