NARRA JUSTIN.
Y de pronto es como si me hubieran quitado la capacidad para respirar.
Ella está allí de pie frente a mí, su blusa un poco levantada deja ver parte de su cadera pero ella aún no se ha dado cuenta de eso. No espero que lo haga. Sé que esta será la última vez que la veré y espero grabarme lo más posible que pueda de ella.
Me pregunto qué habría pasado si no le hubiera dado opciones, si solo la hubiera besado como acostumbro hacer cuando nos enojamos. Es mi manera de tranquilizarla, de decirle que nadie es tan fuerte como para hacerme alejarme de ella, solo ella.
Ni siquiera tenía planeado darle a elegir, quería venir y solucionar todo con ella como siempre lo hacemos, haciendo el amor.
Entre a su casa cuando su madre salió en un taxi junto con mamá para ir al super mercado juntas. Mamá me había prometido entretenerla lo más posible para que yo pudiera hablar con ___(tn)___, no me imaginaba que había alguien más con ella y que no estaban precisamente hablando.
Lo primero que hice fue comportarme totalmente inmaduro y estúpido, como acostumbro cuando se trata de ella. Verla con aquel desconocido, que ahora sé que se llama Dante, hizo que mi sangre hirviera. No era coraje ni odio, era envidia. Porque él podía tener el amor de ella y yo no.
Antes de darle dos opciones tuve que darme otras dos a mí.
Darle opciones y arriesgarme a terminar con el corazón destrozado o no dárselas y hacerla sentir obligada a estar conmigo. Fue difícil pero al final pude hacer lo correcto.
Termine con el corazón destrozado.
Me gustaría arrodillarme frente a ella, pedirle perdón por todas las estupideces y cobardías que he hecho pero eso sería dejarla sin opciones, hacerla sentir obligada, y jamás haría eso.
Veo como las lágrimas corren por su rostro y en este momento es donde quiero mandar todo al carajo y abrazarla. Consolarla. Hacer que todo esté bien. Pero no puedo.
En mi mente se mantiene fresca la última vez que hicimos el amor después de coquetear por mensajes. Estaba preparando la ducha y planeaba hacer una video-llamada con ella y pedirle que también se metiera a la ducha. Estaríamos en cuartos separados pero podríamos hacer el amor por cámara. Con ella el amor se podría hacer de cualquier manera. El amor es ella. Escuche que la puerta de mi habitación se abrió y cuando salí del baño las luces estaban apagadas pero allí estaban las velas que usamos la vez de nuestra reconciliación, encendidas. En la parte más oscura pude distinguir su silueta y sonreí.
Estaba juguetona.
Tal vez esa era su despedida porque todo en ella se sentía diferente, hasta su respiración. Sus gemidos no fueron iguales, ni sus movimientos, incluso sus caricias fueron totalmente ajenas a ella. Terminamos más rápido de lo que solíamos hacerlo pero lo acepte porque ella estaba rendida y rápidamente se durmió. Lo que también yo hice. Recuerdo pasar frío en la noche. Ella no estaba abrazándome como solía hacerlo.
Debía suponer que algo estaba mal pero no lo hice.
Cuando desperté ella ya no estaba en mi habitación, ni en la suya. Pensé que aquel era el peor momento de mi vida pero estaba muy equivocado, este lo era.
Lo único que me queda es hablar con Dante, pedirle que la cuide por mí. Aunque preferiría solo darle un golpe en la cara y dejarle claro que él jamás será suficiente para ella, que nadie lo será nunca, ni siquiera yo por más que me duela aceptarlo.
- Ahora puedes irte -dice ella tratando de borrar todo rastro de lágrimas del rostro en vano.
No espero nada más y lo hago.
Un segundo más aquí con ella podría ser mi perdición.
Agradezco que mamá se llevara a Jazzy y Jaxon porque no podría justificar mi comportamiento delante de ellos. Tengo ganas de romper todo. ¿Por qué me odia? ¿POR QUÉ? No quiero caer en mis ataques de nuevo, no resistiría decepcionar a alguien más a estas alturas.
Subo corriendo hacía mi habitación y abro lentamente la cortina para ver hacía la casa de ___(tn)___, sus cortinas aun cerradas. Pienso que no podré ver todo lo que hacen ellos cuando me entero de que no harán nada porque en ese justo momento Dante sale de su casa y ella no lo hace con él. Suspiro. Por lo menos ya no están juntos.
¿Qué estará haciendo ella?
Ahora lo único que deseo es dormir, dormir hasta que el dolor termine, cosa que nunca va a pasar, o hasta que ella me perdone, cosa que tampoco pasara.
Me recuesto en la cama y cierro los ojos.
Un grito me despierta. ¿Jazzy?
Me aclaro los ojos y corro hacía la estancia. ¿Por qué grita Jazzy? ¿No se supone que estaría con mamá? Al llegar me encuentro con la cocina llena de harina y una versión de Selena tomando a un niño fuertemente del brazo.
- ¡Suelta a Jaxon, Selena! - le exijo y ella lo hace rápidamente. Su rostro lleno de harina también- ¿Qué haces aquí y que está sucediendo? - la cuestiono.
- Lo siento mi amor -contesta con su natural tono de zorra- vine a visitarte y tu madre me dijo que estabas dormido, no me dejo despertarte. Después salió y me encargo a tus hermanos.
- ¿Hace cuánto fue eso? - ¿Cuándo tiempo estuve dormido?
- Hace como cinco minutos - dice ella haciendo una mueca cuando Jazzy me abraza.
- ¿En cinco minutos lograste este desastre? -pregunto divertido, sé que no lo hizo ella.
- Eso es lo de menos -contesta indignada- ¿Podrías acompañarme a tu baño? Quiero limpiarme y ya no confío en ningún sitio de la casa -mira por última vez a mis hermanos con odio y comienza a caminar, voy detrás de ella para guiarla, aunque al parecer ella se guía sola.
Esto es algo que nunca he soportado de ella, odia a mis hermanos.
Jamás podría querer a alguien que sienta desprecio por ellos pues son mi razón de sonreír. ¿Cómo alguien puede odiar a esas dos pequeñas bestias comestibles?
- Gracias -dice ella una vez que termina de secarse el rostro con la toalla.
- De nada -contesto solo por educación y comienzo a caminar hacía la salida cuando me detiene.
- Por todo, en especial por lo de la otra noche.
¿Qué?
- Oh, sí, de nada -murmuró sin tomarle importancia.
- En serio Justin, yo sabía que todas las chicas del colegio te querían entre sus sabanas, incluyéndome, pero tú no dejabas a nadie llegar más allá de besos apasionados -se acerca seductoramente a mí- Ser la primera en tu cama fue lo más erótico que me haya pasado -murmura cerca de mis labios.
¿La primera en mi cama? Ni siquiera me he...
- ¿De qué hablas? -oh, no, no, no. Mierda, mierda, mierda.
- De que disfrute que me hicieras el amor -pasa su lengua por mi labio inferior- para ser un virgen fuiste todo un experto. ¡JA! -Suelta una carcajada desagradable- y no fuimos los únicos que disfrutamos eh, mire a la estúpida noviecita de mi primo espiándonos, al parecer mi primo no le da lo que debe -se burla Selena y de pronto mi mundo se vuelve a caer en el mismo día.
No era ___(tn)___, era Selena.
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You and me
Teen Fictionuna novela cargada de mucho romanse les aseguro que les encataraaa