Epilogo

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Calor.

Calor.

Éxtasis.

- ¡Justin! -gimo y él sonríe perverso.

Sigue embistiéndome salvajemente y yo me arqueo lo más que puedo en placer. Estamos bañados de sudor pero eso no nos es impedimento.

- Di que te casaras conmigo, por favor -gruñe Justin penetrándome de nuevo.

Placer absoluto.

- Mmmmmm -gimo volviéndome loca.

Le araño la espalda y muerdo delicadamente su hombro. Dios. Deseo tanto este orgasmo. Sin tener que hablar Justin adivina lo que quiero.

-Está bien bebé, tendrás lo que deseas -declara y entonces me penetra más fuerte y se viene dentro de mí mientras yo me desbarato en sus brazos. ¡Sí!

-Te amo- susurro débilmente, dejándome llevar por el orgasmo tan esperado y que parece infinito. Ah.

-Yo te amo aún más -besa gentilmente mi frente y colapsa a mi lado, rodeando mi cintura con sus fuertes brazos.

_

Una vez leí en una revista que los hombres dormían profundamente después de tener un gran orgasmo, así que cuando veo a Justin sumamente relajado a mi lado sonrío, hice un buen trabajo.

Paso las yemas de mis dedos por su boca un poco abierta y sigo así por todo su rostro. Su piel es tan suave y tibia. Tan familiar.

Justo en este momento bendigo todas las lavadoras descompuestas del mundo, en especial a la de mi mamá, pues sin ella yo no hubiera ido a casa de los Bieber y esto tal vez nunca hubiera comenzado. Justin era muy tímido y yo muy ciega.

Ahora todo está donde debería estar.

Justin está a mi lado.

Veo la forma en que su cuerpo se mueve por la respiración y es tranquilizante, aunque para ser honesta todo en él lo es.

Me acerco a su boca y cerca de sus labios susurro:

-Acepto.

-Sabía que lo harías -sonríe y me exalto por un momento pero me recupero de inmediato cuando me toma por las caderas y me voltea en la cama, haciendo que quede debajo de él.

Río sorprendida.

Me regala una sonrisa que deslumbra a cien soles y entonces me besa.

-

NARRA JUSTIN.

Todo en ella es perfecto.

Desde la primera vez que la vi me imagine como sería verla vestida de blanco dirigiéndose hacia mí con su bella sonrisa.

Aun no termino de creer que sea verdad.

Ese vestido hace que su cuerpo se vea realmente bien, es una lástima que no le vaya a durar mucho tiempo, en cuanto nos quedemos solos tendré que quitárselo.

Me sonríe tímida y entonces le devuelvo la sonrisa pero de manera provocadora, prometiéndole demasiadas cosas en un idioma que solo ella puede entender.

Mientras ella este a mi lado siempre habrá esperanza. La amo.

-

Aún estoy temblando.

Casarnos en menos de un mes fue una decisión apresurada pero no me importo, amo a Justin y eso nadie lo iba a cambiar. ¿Para qué esperar tanto cuando nuestro futuro iba a ser el mismo?

You and meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora