capitulo 45

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¿Por qué le había dado fin a mi relación con Justin?, era la pregunta que estuve haciéndome a mí misma todo el día. Y la respuesta era simple, era tóxica. Algo mucho más que solo dañina.

Yo estaba segura de sus sentimientos hacía mí pero también de su traición.

Al final de cuentas él se había acostado con Selena aquel día, a solo unos pasos de mi habitación y después de haberme besado tan apasionadamente y recorrido mi cuerpo con sus manos.

Antes habíamos peleado, para aquellos días yo aún no sabía lo que él sentía por mí, ni él lo que yo sentía hacía él, pero esta vez era diferente. Está vez ambos habíamos sido honestos.

O al menos yo lo había sido.

¿Por qué dolía tanto su traición? Era sencillo, porque lo amaba y a pesar de aquello lo seguía haciendo, y lo que era peor, creía jamás dejar de hacerlo.

Tantas cosas malas en tan poco tiempo.

Me mire una vez más en el espejo después de lavarme la cara, suspire y me fui a dormir.

Justin me tomo de la cintura y comenzó a besarme apasionadamente, haciéndome gemir. Extrañaba sus manos encima de mí, y ahora que estaban aquí planeaba disfrutarlas. Dirigí mis manos hacia su miembro ya erecto y lo presione, saboreando cada segundo de placer. Realmente me deseaba, su parte baja hablaba por él. Y yo realmente lo deseaba a él.

Desesperada porque sus manos me seguían recorriendo solo la cintura, lo lance hacía la cama y comencé a desnudarme para él. Me observo fascinado, sonreí, esto realmente lo excitaba. Tire de mis pantimedias y él las tomo para después olfatearlas, no pudo evitar sonrojarme.

Camine hacia él decidida y puse su rostro en mis pechos, frotándolos contra él mientras mis pezones se endurecían. Quería hacerle saber que no solo él era mi dueño, sino que yo también era la suya. Hice que me besara cada pezón, lo hacía con tanta delicadeza posible que me desesperaba. Yo quería al Justin salvaje, al que me hacía gritar con embestidas.

Lo aleje de mí un poco y me puse de rodillas, le enseñaría que sí él no podía ser rudo, yo sí.

Seductoramente tome su miembro y comencé a masturbarlo, mientras Justin me miraba maravillado e incrédulo. Me gustaba. Seguí con mi tarea pero esta vez lamí la punta de su erecto miembro, suave y delicioso. Y así lo introduje sin más a mi boca, adentro, afuera, adentro... cada vez más y más rápido. No sería compasiva, quería hacerlo venirse descontroladamente. Afuera, adentro, afuera, adentro, más y más fuerte y rápido.

Justin gimió, supe que lo estaba matando de placer así que tome sus testículos y con una mano los toque para estimularlos. Este era mi hombre, todo en él me pertenecía. Seguí disfrutando hasta mi garganta su gran y grueso juguete, se sentía tan bien con él dentro de mi boca.

Escuche un gruñido, Justin quiso salirse de mi boca empujándome un poco pero lo succione con fuerza y de pronto sentí un líquido tibio en mi garganta y lo trague sin pensar. Oh por Dios, estaba tan excitada. Mis pezones ardían y rogaban por sus labios, así como mi sexo.

De pronto sentí tanto deseo que desperté. Mierda. Había estado soñando, pero se sentía tan real. Estaba a punto de llorar de frustración cuando una silueta llamo mi atención en medio de la oscuridad.

Alguien me observaba.

Quise gritar pero fue más rápido y se abalanzó contra mí.

Era una sensación extraña porque seguía excitada pero al mismo tiempo estaba aterrada.

Trate de zafarme pero fue aún más inútil. Solo recuerdo sentir el calor de sus labios posesivos sobre los míos y aquello fue suficiente para domarme. Sabía quién era y lo deseaba. Por qué ahora mismo no me importaba si me había traicionado con todo mundo, solo quería ser suya.

Lo necesitaba.

Necesitaba a Justin.

You and meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora