El amigo de las sombras

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Riley se levanta y sale corriendo del local.

- ¡Mira lo que has hecho!-le grito a Lucas antes de salir detrás de Riley, dejando a Zay desconcertado y a un Farkle por lo que parece cabreado.

- ¡Riley!- grito por la calle cuando veo a mi amiga, haciendo que todos se giren para mirarme, algo que no me importa.

Riley no se detiene ante mi chillido, en su lugar, comienza a acelerar todavía más, por suerte soy mejor que ella corriendo y la alcanzo. Cuando tengo la oportunidad estiro mi brazo para agarrar el suyo y hacer que se detenga.

Espero cualquier cosa de mi castaña amiga, sé que es muy dulce pero espero que me chille, n lo hace. Cuando se gira me abraza apretándome contra ella y comienza a llorar muy fuerte, no puedo evitarlo, de mis ojos también comienzan a salir lágrimas.

La gente que camina a nuestro alrededor se queda desconcertada pero a nosotras no nos importa, no nos separamos hasta que las lágrimas de Riley se detiene.

- ¿Quieres que hablemos?- le pregunto a Riley con una media sonrisa, pero es una pregunta un poco absurda porque diga lo que diga íbamos a hablar, necesitamos hablar.

- Sí.- dice Riley con los ojos aun cristalizados por las lágrimas, apostaría lo que fuese a que mis ojos están igual.

Caminamos en silencio hasta la casa de los Matthews aunque a pesar del silencio sentimos que estamos apoyándonos. A veces lo que más necesitamos no es un discurso de mil doscientas palabras sino un amigo que está contigo en silencio, y que a pesar de no decir nada hace que te calmes.

Entramos por la ventana, como siempre. Pero esta vez porque durante el trayecto hemos echado alguna que otra lágrima y nuestros ojos siguen llorosos y no queremos preguntas incómodas.

- Siento haberme puesto así.- dice Riley acomodándose en la ventana.

- Riley, no tienes que disculparte...- digo tranquilizándola.- Lucas es un idiota.- Lo último se me escapa, no pretendía decirlo pero lo dicho dicho está.

- Le gusta.- dice Riley apretando los puños contra sus rodillas y mirándolas fijamente.

- No...- digo yo intentando calmarle, pero no sé que decirle.

- Sí...- dice dejando que nuevamente una lágrima recorra desde su ojo marrón hasta su barbilla.

- Lo siento.- es lo único que puedo decir.

- No tienes que sentir nada... Él es el que te quiere, no tú a él. - Dice con una sonrisa que hace que sienta miles de punzadas en mi corazón.

- No...

- Tal vez debería dejar que estén juntos.- eso hace que sienta algo de felicidad, lo que hace que me sienta todavía peor... ¿Cómo puedo sentir felicidad de que ocurra algo que dañe a mi mejor amiga?

- Yo no le quiero, no voy a estar con él.- Le miento... O tal vez no... No sé lo que siento mi corazón está dando vueltas... Puede que confunda amor con amistad, al fin y al cabo él es uno de mis mejores amigos y somos pequeños... Los sentimientos se confunden.

- Y yo ya no puedo estar con él.

- ¿Vas a cortar con él?

- Él ya ha cortado conmigo al gustarle tú o tal vez nunca ha estado conmigo...

- Riley tal vez estamos sacando las cosas de contextos y Lucas no quería decir eso.- Le digo aunque no sé si he hecho bien, no quiero pose sus esperanzas en algo que yo sé que no es cierto.

- Todo encaja... ¿No lo ves?- me pregunta alzando la voz, aunque no porque está enfadada conmigo sino porque no puede soportar lo que está pasando.

Riley es un alma dulce y bondadosa, vivía en un mundo de dulcura y bondadez y ahora ese mundo se está desmoronando para descubrir el verdadero mundo en el que vive... Y eso es justo lo que tenía que evitar, yo tenía que proteger a Riley de la maldad de el mundo... Tenía que impedir que la gente hiciese daño a Riley y he acabado siendo yo la que se lo ha hecho. Las lágrimas comienzan a salir de mis ojos como si fuesen cascadas, no puedo detenerlas simplemente fluyen por mis mejillas sonrojadas.

- Lo siento, lo siento tanto, lo siento, lo siento.- no dejo de repetirle a mi amiga entre llantos.

-No pasa nada.- Ahí está Riley con su sonrisa, aún pasándolo mal sigue animandome e intentando que sea feliz.- Debí darme cuenta antes... Lucas estaba raro conmigo, no dejaba de mirarte y a mí... No me miraba a no ser que tú estuvieses a mi lado... Y después está mi amigo de las sombras.- dice Riley sacando su teléfono y abriendo la conversación con el misterioso chico.- Debí hacerle caso- dice sin apartar la mirada de aquel aparato electrónico.

De repente un nuevo mensaje aparece.

"Siento mucho que te hayas enterado de que a Lucas le gusta Maya... Y menos de esa forma... Intenté avisarte pero de seguro no me creíste... Al fin y al cabo solo soy un desconocido frente al mejor chico... Que además era tu novio... Siento que sufras, la verdad no te lo mereces... Eres una gran persona y nunca tienes que dejar de ser la mejor versión de ti misma y mucho menos por alguien que no sabe que es lo que tiene
Espero que te recuperes de este golpe que la vida te ha dado... Yo estoy aquí, aunque no me veas, aunque no notes mi presencia... siempre estaré contigo.

Tu amigo de las sombras"

- Que lindo- dice Riley al terminar de leer el mensaje pero a mí se me acaba de pasar una idea por la cabeza y no le presto mucha atención.- ¿Maya?- dice Riley moviéndome ligeramente para que abandone mis pensamientos.- ¿Estás bien?

- Sí.- digo a secas observando nuevamente el mensaje que ha recibido mi castaña amiga.

- ¿En qué piensas?- Me pregunta con una media sonrisa.

- En que... ¿por qué no averiguas quien es tu misterioso amigo?

- ¿Cómo lo hago?

- Preguntale- digo señalando el teléfono de mi amiga.

Quería mandar mi apoyo a las familias de los fallecidos y heridos, al iguala que a los mismo, en los atentado ocurridos en París.

Algo que quisiera decirte  (lucaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora