-Hola, Khun Phun y Khun Noh.
Tía Noi, la ama de llaves, quién es prácticamente mi segunda madre, nos saluda en la entrada. Es solo la segunda vez que lo ve y ella ya sabe su nombre. No es una sorpresa, en verdad, ya que Noh puede ser todo encanto cuando quiere; como en el desayuno y, generalmente, cuando se trata de comida, comienzo a sospechar.
-Tía Noi, ¿puedes preguntarle al Tío Nhan dónde está la motocicleta de Noh? –le pregunto mientras le paso mi bolso.
-Nhan está limpiándola para ti. Le dije que lo hiciera esta tarde, pero estaba quejándose de un dolor en su espalda. Se sintió un poco mejor y lo está haciendo ahora. –Responde ella con una sonrisa.
Noh reacciona como si le hubiesen disparado.
-¿Dónde está él? –Le pregunta con impaciencia.
-Está en el garaje. Acaba de comenzar, así que no creo que haya terminado aún. ¿Te molestará esperar un poco más, khun Noh? –ella luce confundida mientras él me tira su mochila y corre hacia su amada moto.
-¿Hice algo mal Khun Phun? Le dije que comenzara antes pero, ya sabe, tuvo que lavar los autos también
-Por supuesto que no. No te preocupes por ello Tía. Solo está sintiéndose culpable de molestarlos. Toma, ¿por qué no llevas esto y vas adentro? –Le dejo la mochila de Noh también y lo sigo hacia el garaje.
Lo veo persiguiendo al pobre anciano alrededor de su moto ya mojada. El Tío Nhan no se dará por vencido tan pronto con su manguera, con dolor de espalda o no. Este es el hombre que ha servido a mi familia religiosamente durante 15 años, y solo él mantiene toda nuestra flota de autos; además de llevarnos al trabajo y la escuela de ida y vuelta y aun así logra arreglárselas para lavar la sucia moto de mi amigo. De hecho, fue el Tío Nhan quién me enseñó a conducir, aunque no puedo conducir legalmente hasta que cumpla 18.
-Noh y yo terminaremos. Deberías ir a descansar, Tío Nhan. –le digo.
-¿Estás seguro, khun Phun?
-Definitivamente, solo deja las cosas aquí. Noh y yo podemos arreglárnosla. –Le sonrío y camino hacia él para tomar la manguera de sus manos. Lo observo mientras se dirige lentamente hacia la casa de empleados. Él y la tía Noi de verdad están envejeciendo... a veces olvido que ellos no estarán aquí por siempre, aunque han estado aquí toda mi vida.
Volteo hacia Noh. –Listo, hagámoslo.
-Joven amo Phun, ¿está seguro que puedes hacer esto? –me pregunta burlonamente en un tono servil, alzando las cejas.
-Vi cómo es, Noh –Casualmente le tiro agua encima. Lección 1 del lavado de vehículos: Nunca te burles de un hombre mientras él te apunta con una manguera.
-¡Mierda! ¡Ahora estoy todo mojado!
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El Diario de Phun
FanfictionHasta ahora, la vida de Phun Phumipat ha sido favorable, tanto como un adolescente de 17 años puede tener. Es rico, bien parecido, y ha conseguido una novia - pero hay una trampa. Sus padres quieren que salga (y eventualmente se case) con una chica...