Suelta un sonoro suspiro y hunde su cabeza entre sus manos.
- No sé que hacer. -susurra levantándose de mi lado, dejándome algo desconcentrada.
Al ver que estoy callada, me mira y empieza a dar vueltas por el pequeño cuarto, nervioso.
- Si se enteran de que no te he matado en dos semanas, nos matarán a los dos.
Abro la boca para decir algo pero al segundo la cierro, ya que sé que no será buena idea.
Y por la forma que me mira, sé que no quiere morir.
Con lo cuál, eso significa que... ¿me quiere matar?
Sí, eso creo.
Me acurruco en una esquina y flexiono mis piernas.
- No pienses que te quiero matar, Megan. -murmura acercándose de nuevo a mí.- Todo lo contrario, y lo sabes.
Sollozo lo más flojo que puedo y me rodea con sus fuertes brazos.
- Tranquila..
- Joder. -murmuro.
- Tengo una idea. -dice mi secuestrador separándose de mí.
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¿Qué idea tendrá?
Perdón por estar tantos días inactiva y porque este capítulo sea tan corto.
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