Capítulo quince.

3.4K 231 25
                                    

Una vez que lo conseguimos, de tanta fuerza, nos nuestras manos se sueltan y de un raro movimiento, quedo pegada a la pared y él enfrente mía.

Cerca, muy cerca.

Jesus.

Noto su respiración chocar con la mía, y me estoy poniendo nervioso.

¿Jesus Oviedo nervioso por una chica? ¿Desde cuándo?

Megan pasa sus manos por mi nuca y la rodea.

Pongo mis manos cuidadosamente sobre su cintura y la pego más a mí.

Suelta un pequeño gemido y me acerco a su cuello.

Poso un pequeño beso sobre este, haciendo que la piel se le ponga de gallina.

Voy dejando un camino de besos hasta llegar a la comisura de sus labios.

Megan.

Una vez que ha llegado a la comisura de mis labios, Jesús se separa y me mira a los ojos.

¿Cómo puedo estar apunto de besar a mi secuestrador? ¿El hombre que me quería matar?

Acerca su cara a la mía tanto como antes, y por fin junta nuestros labios.

Muevo los labios lentamente, al compás con los suyos.

Baja sus manos hasta mis muslos y me impulsa hacia arriba para que mis piernas queden alrededor de su cintura.

Baja de mis labios hasta el valle de mis pechos y posa un beso sobre estos.

Subo mis manos y le tiro suavemente del pelo.

- ¡Mierda, Oviedo! ¡¿Qué te dije?! -grita alguien muy enfadado detrás de Jesús, a lo que este para de besarme y su respiración se acelera.

Conozco a este Jesús.

Está enfadado, mucho.

---

+10comentarios.

Secuestrada. | J |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora