Megan.
Miro a un punto fijo de la habitación y la puerta se abre lentamente. Dirijo mi mirada hacia ella y veo aparecer a mi secuestrador con algo en la mano.
Se acerca a mí y pone una venda alrededor de mi cabeza, tapándome los ojos y logrando que no vea nada.
Me agarra del brazo y tira de mí hasta que parece que salimos de la habitación, ya que se puede respirar mejor.
Oh, sí. Ahí dentro falta un oxígeno que te cagas.
Ando guiada por mi secuestrador, pero de repente me choco con alguien.
Solloza y al instante sé de quién se trata. Mel, mi mejor amiga. Oh, te aseguro que saldremos de esta, Mel.
Seguimos andando hasta llegar a otra habitación, y me mete dentro junto a él.
Me quita la venda de los ojos y la examino. Al menos esta es mas grande.
Jesús.
Una vez que le quito la venda, examino de nuevo su rostro. Es jodidamente preciosa. Hago el esfuerzo por no quitarle las lágrimas que caen de sus ojos, y aparto la vista de ella.
Tienes que mantenerte firme Jesús, no te ablandes ahora.
- Más tarde te traigo comida. -digo en un intento de parecer frío.
Asiente y anda hasta acabar sentada en el cómodo colchón que se encuentra junto a la pared.
Mira hacia todos los lados y fija su mirada en mí, asustada.
Aparto la vista de ella y bajo la cabeza. Abro la puerta y salgo de la habitación rápidamente.
Al salir de la habitación, me encuentro con Toni, el cual me coge de la camisa levantándome en peso.
- Esta te la guardo. -me amenaza.
Me suelta y antes de que se pudiera ir, lo cojo del cuello y le pego un puñetazo.
-Dije que a mí nadie me amenazaba.
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