- Lo siento. -se disculpa una vez más.
- Déjalo Jesús, no importa. -digo con la voz aun temblorosa.
Suelta un sonoro suspiro y se pasa la mano por el pelo.
- ¿Y tu plan? -le pregunto haciendo que me mire preocupado.
- Está cancelado. -susurra.
Asiento mientras trago saliva y miro al suelo mientras las lágrimas salen de nuevo.
No voy a salir de aquí.
- Eh, Megan. -me llama y lo miro. Se agacha a mi altura y me coge la cara suavemente con sus manos.- Te sacaré de aquí, te lo prometo.
Asiento no muy segura y me echo en el colchón.
Jesús.
Una vez que Megan se queda dormida, voy hacia el salón, donde se encuentra Tom.
- ¡Hijo de puta! -me lanzo a él y le doy un puñetazo en el lado izquierdo de la cara.
- ¡Jesús para! -grita Toni a mi espalda.
- ¡No la vuelvas a tocar! -le agarro del cuello lo más fuerte que puedo y justo en ese momento Toni consigue separarme de él.
- ¡Quieto!
Respiro agitadamente con ganas de darle su merecido, pero me contengo.
- Esta te la guardo, cabrón. -amenazo a Tom y salgo muy enfadado dando un portazo.
Megan.
Unos gritos que parecen venir del salón hacen que me despierte preocupada.
- ¡Se ha vuelto loco! -grita la voz masculina que parece ser del hombre de antes.
- Tom, déjalo. -dice otro.
- ¡Voy a matarlo! -vuelve a gritar la primera voz.- ¡Jesús está loco, joder!
En ese momento, me quedo paralizada.
¿Qué habrá pasado con Jesús?
————
Oooh que Jesús se preocupa por Megan, qué mono parfava.
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