La vuelta a tu corazon en 80 días.

El viaje comienza

- Pasajeros con destino a Madrid, favor de abordar por la sala 3.
Ese era el sonido que escuche en el aeropuerto que me puso los pelos de punta. Tenía que dejar de pensar, así como deje de hacerlo desde el momento en que compre el boleto hasta ahora.
Claro, se suponía que en este momento debía de estar en la universidad, pero mande todo a la mierda por él. Que irónico no... Deje todo por el cuándo éramos novios, y también después de la ruptura. Comencé a reírme de manera nerviosa y la gente sentada a mí alrededor me miro de manera extraña.
Mi celular vibro, lo abrí y era un mensaje de mi mejor amiga Paula que decía:
-"Camila, ¿Dónde estás? Estamos muy preocupados por ti"
De momento no le respondí el mensaje, porque sabía que si le respondía probablemente me haría cambiar mi decisión. No le conté a nadie por el simple hecho de que no quería pensar mucho en la locura que estaba a punto de llevar a cabo. ¡Me iba de viaje ochenta días! Con lo cual, seguro me acabaría mis ahorros de toda la vida.
Era increíble hasta para mí lo que estaba a punto de hacer. Dejaría atrás a mi familia, a mis amigos, y por supuesto a quien me inspiro en la realización de este viaje; Mi exnovio.
Sin darme cuenta como, mis pies me llevaron al avión que estaba a punto de despegar, pedí el asiento de la ventana para evitar incomodidades a lo largo del viaje. En cuanto me senté en mi lugar, me di cuenta de lo cansada que estaba, y era lógico pues llevaba alrededor de una semana sin dormir, y sin saber la hora ni el tiempo, me quede dormida.
...
Desperté algo atolondrada y sin saber muy bien donde estaba, hasta que comencé a recordar todo lo que había pasado en las últimas 5 horas. Instintivamente voltee a ver a mi acompañante de asiento solo para saber con qué me había topado, y vi a un chico más guapo de lo que pudiera describir que también estaba dormido, sonreír al descubrirme pensando en un futuro con él. ¡Que tonta! Acababa de terminar una relación amorosa y había emprendido este viaje para olvidarme de mi exnovio, y ya estaba pensando en tener otro. Me levante del asiento para ir al baño del avión, pero al momento de intentar esquivarlo, tropecé con mi otro pie y caí encima del chico que estaba en el asiento de al lado, con lo cual él se despertó de golpe.
- Perdona, lo siento muchísimo - dije sonrojada - Que torpe soy.
- No, no - me respondió algo adormilado, pero con una sonrisa preciosa en el rostro - yo era quien estaba estorbando - mintió - Pero, ¿podrías levantarte un segundo para dejarte pasar?
- Dios, perdóname - dije aún más colorada - ¡Qué vergüenza! - dije y posteriormente me di cuenta de que cada vez quedaba peor.
- Si, tranquila - dijo ahora entre risas.
Sin más comentarios me fui llena de vergüenza al baño que se encontraba al final del pasillo. Baje la tapa del escusado y me senté ahí para intentar calmarme, y después de unos minutos comencé a reírme por lo que acaba de suceder. Creo que era la primera vez en días que reía de verdad por algo que me pareciera divertido. Me enjuague el rostro frente al espejo y me peine un poco con los dedos.
Salí y camine hacia mi asiento, al llegar pase con mucho cuidado de no tropezarme.
- ¿Qué te parece si empezamos de nuevo? Hola, me llamo Leonardo - dijo sonriendo el chico con el que había pasado una enorme vergüenza - ¿Y tú linda?
- Me llamo Camila - dije ahora más relajada que hace unos minutos - Encantada de conocerte.
- Me di cuenta de que tienes el libro de la vuelta al mundo en ochenta días porque está en tu asiento - dijo sonriendo - ¿Te gusta?
- Sí, es mi libro favorito - conteste muy animadamente.
Estuvimos más relajados que hace unos minutos, platicando una parte del camino, y durmiendo en otra, me cayó bien y creo que le caí bien. Cuando por fin llegamos a nuestro destino sonreí.
- Bueno Leonardo, fue un placer conocerte y perdona de nuevo por cómo nos conocimos - dije sonriendo.
- Claro Camila - dijo algo triste - pero será triste que ya nos separemos... ¿Podrías pasarme tu celular o algún medio por el que contactarte? - dijo algo tímido.
- ¿Qué te parece si dejamos que el destino decida cuando nos volvamos a ver? - conteste sonriendo
- Claro - sonrió tristemente, pero después se recuperó y se despidió de mí de un beso.
Comencé a caminar por Madrid y a conocer la ciudad, sin dejar de pensar en el chico por el que inicie este viaje, y el otro; con el que lo había compartido.

...

En serio, muchas gracias por leerla, espero que este primer capitulo les haya encantado, seguire subiendo la historia por partes, espero que la sigan leyendo y recibir muchisimo apoyo de parte de ustedes :)

¡Gracias!