Cuando el fotógrafo nos tomó la foto, ambos nos separamos y sonreímos. La tristeza de hacia un rato se me estaba pasando con el cariño de mi amigo. El fotógrafo imprimió tres copias de la foto y le entrego una a Leo, una a mí, y él se quedó la que pondría en su galería. La foto había quedado perfecta... En verdad parecíamos novios.
Leonardo no quería llevarme al hotel pues sabía que mi ánimo decaería de nuevo, así que seguimos caminando por la ciudad.
- Nena, sé que tal vez sea una indiscreción de mi parte - me pregunto dubitativo - Pero me gustaría saber por qué razón terminaron tú y Gustavo.
Esperaba que me preguntara cualquier cosa, menos lo que pregunto, así que la pregunta fue como si me hubieran golpeado el abdomen.
- Claro que te puedo contar - dije suspirando, y respirando repetidas veces tratando de controlarme un poco - pero es probable que mientras te cuente llore, puesto que aún no supero completamente esto... Cuando yo conocí a Gustavo, él era un chico tímido, no era para nada guapo, o por lo menos no lo dejaba ver. Yo era la única persona que le hablaba... éramos mejores amigos y yo lo quería muchísimo. Comenzamos a ser novios porque él me lo pidió, y yo era muy feliz a su lado, a pesar de que las personas me decían que yo podía estar con alguien mejor, yo seguía eligiéndolo a él. Había mas candidatos, tal vez más guapos, pero ninguno como el - dije evitando llorar, pero en este punto me estaba costando muchísimo trabajo - Varios meses después de que fuéramos novios, el comenzó a vestirse mejor, se cortó el cabello, de manera que así todos lo veían guapo. El comenzó a hablar con más chicas, dejo de ser tímido, cada vez me hacía menos caso, me ignoraba, tardaba horas en contestar mis mensajes, me rechazaba las llamadas. Pasaba con otras chicas frente a mí -comencé a llorar, pero no podía parar, tenía que sacarlo todo- De esta manera poco a poco fue acabando con el cariño que yo le tenía... Él fue rompiendo mi corazón. Por eso le dije que había cambiado, pues de una u otra manera se invirtieron los papeles, y ahora era a él a quien le decían que podía estar con alguien mejor... La diferencia entre él y yo, es que él si prefirió a otras personas antes que a mí... En el momento en que el decidió terminar nuestra relación, ya estaba muy dañada, pero aun así me dolió, porque yo tenía la esperanza de que de alguna manera todo se pudiera recuperar, y a pesar de que creía que podría superarlo fácilmente no lo logre, porque prácticamente cualquier cosa me recordaba a Gustavo, fue más importante para mí de lo que quise aceptar... Y en la escuela era mucho peor verlo al lado de otras chicas y claro que dolía, dolía mucho... Y aun duele - conteste con los ojos totalmente hinchados y húmedos. Leonardo me dio un abrazo enorme, y yo se lo devolví, llorando por milésima vez en el hombro de mi amigo, de uno de mis verdaderos amigos. Deje salir todo, el dolor, la tristeza, el coraje, todo... Quisiera decir que con este llanto deje de pensar en Gustavo automáticamente, pero por desgracia no fue así.
Seguimos caminando, pero ahora íbamos abrazados. Pasamos por una tienda de helados, y Leo entro a comprar uno doble de chocomenta, sin saberlo compro mi sabor favorito. Por desgracia solo compro el suyo.
- Guapa, compre este helado para los dos, es que no me alcanzo para comprar uno para cada uno - sonrió tratando de contagiarme su alegría, y yo sonreí tristemente - Es mi sabor favorito, espero que te guste.
- Igual es mi sabor favorito - conteste con voz desanimada, pero intentando sonreír.
- Nena, si no quieres sonreír no lo hagas, si quieres llorar, llora - me dijo seriamente - La mayoría de la gente te dice que no llores, que seas feliz. Pero yo sé que hay momentos en los que simplemente no puedes, así que llora, saca todo, desahógate por completo y hasta entonces podrás ver a Gustavo... ¿Sabes? La gente no siempre tiene que estar sonriendo - me miro con una sonrisa triste.
- Claro - conteste sonriendo tristemente.
Nos sentamos en un banco y comenzamos a comernos el helado, primero él y luego yo, y así era la secuencia. En un momento el tiro parte del helado sobre mi ropa, formando una mancha con forma graciosa. Comencé a reír tontamente ante lo que estaba pasando, ni siquiera sé si tenía sentido reírse ante esta situación, pero lo estaba haciendo.
- Nena, discúlpame, en serio lo siento demasiado - me dijo mirándome seriamente.
Y entonces de la nada se me ocurrió, él se disculpó y yo no estaba en mis cinco sentido, él tenía un poco de helado en la comisura de uno de sus labios y yo quería probarlo, el sonrió y yo me acerque a sus labios, dándole un beso tierno pero con fuerza, con todas las emociones que tenía por sacar. El me abrazo mientras aun nos besábamos y yo puse una de mis manos en su hombro. Sus labios en efecto sabían a chocomenta, al igual que los míos. Nos quedamos así por unos minutos, hasta que necesitábamos un poco de aire. Ambos sonreímos, ahora mi sonrisa si era de felicidad. Leonardo me ponía feliz de cualquier manera. Besándome o sin hacerlo.
- Querido, yo también te robare un beso por cada disculpa - anuncie riéndome a carcajadas.
- Perfecto, así estaremos a mano - añadió sonriendo y haciéndome cosquillas, con lo cual yo solo me empecé a reír aún más.
Quien iba a pensar que un helado de chocomenta, podría ser la solución a mi tristeza. O mejor dicho, Leonardo y un helado de chocomenta.
Había evitado pensar en ello, pero era inevitable darme cuenta de que por supuesto mi grupo de la universidad ya había llegado a Madrid. Pero decidí no pensarlo, y dejarme llevar en el momento que estaba viviendo.
Leonardo me tomo de la mano y seguimos caminando a lo largo de la ciudad. Mi estado de ánimo había cambiado muy drásticamente en las últimas horas. De feliz a triste, y de triste a feliz nuevamente, lo cual era algo muy complicado de explicar, así que lo resumí en dos palabras, o mejor dicho, dos personas "Gustavo y Leonardo".
Llegamos a la entrada del hotel en menos de lo que esperábamos. Y Leo me tomo de las manos.
- Camila - dijo sonriendo - eres una persona increíble, en verdad agradezco demasiado haberte conocido y...
- ¡CAMILA! - una voz por detrás de mi interrumpió a Leo, volteé y me encontré con lo que tanto temía, y que no quería encontrar... Mi grupo de la universidad. Incluido Gustavo...
...
Bueno chicos, el dia de hoy deje el capitulo hasta aquí, porque hubo una revelación muy importante en el libro, y quise darles tiempo de digerirlo XD
Ya hablando en serio, espero que en verdad la historia les este gustando. La estoy escribiendo con demasiado cariño y creo que el resultado es bueno :D
Gracias por cada vista en serio :3
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La vuelta a tu corazon en 80 días.
Teen FictionSi, me rompieron el corazón... Carajo, ¿Por que la gente dice que le rompieron el corazón cada 6 días? A mi me habían roto el corazón de verdad, en serio, demasiado. Ni un bote de helado completo lo curaria. Toda esta locura comenzó con mi libro fav...