Desperté aproximadamente al medio día, y Leonardo ya no estaba en la cama. Cuando iba a levantarme entro por la puerta del cuarto con un carrito del desayuno, surtido con panes, jugo de naranja, leche, fruta, y cereales.
Sonreí al verlo y se acercó a darme un beso en los labios. No podía pedir más de este viaje, al lado de la persona que amaba.
- Nena, sobre lo de ayer – dijo sentándose a una orilla de la cama, mirándome directamente a los ojos, y estrechando mis manos entre las suyas – Quiero que sepas que fue muy especial para mí, tal vez te suene tonto, pero eres la persona que más ha influido en mi – me sonroje ante su comentario
- Amor – dije sonriendo, aun emocionada por su declaración – Me encantas – le di un pequeño beso en los labios
- Princesa – sonrió mientras me quitaba las cobijas de encima – La ciudad nos espera y no hay tiempo de seguir dormidos – dijo mientras me sacaba cargando de la cama y me llevaba a la mini sala del hotel donde había una bolsa de regalo – Ábrela – dijo refiriéndose a la bolsa, y obedecí. Dentro de esta había un precioso vestido azul obscuro con pequeñas flores en color blanco, y un sombrero playero en color beige – Te lo compre esta mañana, para que lo lleves el día de hoy hermosa, ¿Te gusto?
- Me encanto – dije mientras le daba un beso rápido en los labios, y sonreía para irme a dar una ducha y ponerme el vestido en la recamara.
Antes de salir de la recamara con el vestido puesto, me mire en el espejo unos minutos... Había cambiado mucho esos días, y, aunque suene tonto, podía ver un brillo en mis ojos que nunca antes había tenido. Sonreí estúpidamente al darme cuenta de lo mucho que Leo significaba ya para mí, y Salí de la habitación. Él estaba sentado en el sillón de la sala mirando algunos de los cuadros del cuarto de hotel, y en cuanto me vio, su rostro cambio, sus ojos se iluminaron y una sonrisa se atravesó en su rostro, lo cual me hizo sonrojar, de nuevo. Era increíble la capacidad de este hombre para hacerme sentir tan segura de mi misma, y a la vez tan vulnerable.
- Eres perfecta Camila – dijo mientras se acercaba a mí y entrelazaba su mano con la mía para salir del hotel
Caminamos hasta la puerta del hotel con nuestras manos unidas, y saliendo nos abrazamos y seguimos caminando.
Avanzamos por toda la ciudad, sin un rumbo en específico, únicamente caminando, y observando. Estoy segura de que la ciudad me parece mucho más hermosa, por la persona que la conocí.
Llegamos a la plaza san marcos y nos tomamos algunas fotografías, le pedimos a una pareja que pasaba por ahí, que si nos podían hacer una fotografía juntos y ellos accedieron. Como es costumbre para nosotros, nos dimos un beso justo en el momento en que nos sacaban la fotografía, y al verla, ambos quedamos fascinados con ella
Caminamos de regreso al hotel despacio, queríamos disfrutar mucho de este momento, y de vez en cuando, nos deteníamos para darnos un beso. Este momento era perfecto, no sé qué más podría pedir
En el momento en que entramos al hotel, sentí que mi celular vibraba, y al revisarlo, era llamada de Paula... Le mostré la pantalla del móvil a Leonardo, y el asintió en señal de que debía hacerlo. Me arme de valor y conteste, no sabía que le diría, pues realmente fue una muy estúpida pelea, pero me había dañado lo que me había dicho, que ella no me apoyaría...
- ¿Hola? – escuche después de algunos segundos
- Hola – conteste ni muy seca ni muy amable
- ¿Cómo va todo? – pregunto Paula al otro lado de la línea
- Bien – fue todo lo que respondí, no sabía de qué manera actuar
- Mira... No sé cómo empezar con esto – dijo Paula – Pero, solo quiero que sepas que lo siento, fue una pelea muy tonta, yo debí haber aceptado que llegaste tarde, pues eso nunca ha sido problema para nosotras, debo aceptar que tienes un novio, y que se aman...
- Si, nos amamos, pero recuerda que no estarás ahí cuando me rompa el corazón ¿no? – dije cortante, y en seguida escuche el silencio del otro lado de la línea
- Camila – dijo Paula con voz triste, creo que mi comentario la había lastimado – Lo siento ¿sí? No sé qué más decirte para que lo entiendas. Te dije eso porque estaba molesta, de que pasaras más tiempo con él que con tu mejor amiga
- No puede ser – conteste - ¿estabas celosa por eso? – no sabía si reír o llorar
- No eran celos Camila – dijo Paula en seguida – simplemente es que, yo vine hasta Madrid por ti, para verte, porque te extrañaba, y lo que tú haces es irte con tu novio y olvidar inclusive que nos veríamos ¿crees que eso se le hace a tu mejor amiga? – no conteste en seguida, pues me di cuenta de que lo que había dicho era verdad, ella fue a Madrid por mí, y yo la abandone
- Tienes razón Paula – dije sintiendo como toda la culpa empezaba a caer sobre mi – Lo siento mucho nena, en serio, no me había dado cuenta de eso... La que te debe una disculpa aquí soy yo. Perdóname, en verdad, lo siento mucho
- No tengo nada que discúlpate Camila, las dos cometimos un error, pero ahora todo está bien – Me reconforto mi mejor amiga – Por cierto, me conto Gustavo que ibas a Venecia ¿Ya estas allí?
- Si, llegamos ayer por la tarde – dije sonriendo como si nada de esto hubiera pasado – Venecia es hermosa Paula, algún día debes de visitarla, en verdad
Y seguimos platicando sobre lo que estaban haciendo los chicos de la Uni, sobre lo que le parecía Madrid, le conté a medias lo que paso con Leonardo, evitando los detalles y concentrándome en el "te amo" que nos habíamos dicho la noche anterior. Para cuando concluimos la llamada, ya era por la noche, y decidí ir a buscar a Leo, pero no lo encontré en la recamara. Tampoco había ninguna nota que dijera a donde había ido, lo cual era extraño porque el siempre dejaba recado cuando salía, de cualquier modo, el día de hoy había sido muy cansado emocionalmente, y necesitaba dormir, así que me recosté y sin saber en qué momento, me quede dormida, soñando con la bella Venecia.
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La vuelta a tu corazon en 80 días.
Teen FictionSi, me rompieron el corazón... Carajo, ¿Por que la gente dice que le rompieron el corazón cada 6 días? A mi me habían roto el corazón de verdad, en serio, demasiado. Ni un bote de helado completo lo curaria. Toda esta locura comenzó con mi libro fav...