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· Lucy ·

Un dragón.

En la cueva había un dragón. Su piel era de color café, de su espalda desprendían alas, las cuales estaban enrolladas alrededor de todo su cuerpo.

-L-Lu-chan...-susurró Levy mientras temblaba, y al mismo tiempo colocándose detrás de mí.

-V-vámonos.-ordené. Fuimos caminando lentamente hacia la salida, cuando de repente, Juvia tropezó, cayendo al suelo.

Juvia alzó su voz al sentir el impacto contra el suelo, e inmediatamente tapó su boca con la palma de sus manos. La queja de Juvia hizo eco por todo el lugar, causando que el dragón abriera los ojos. Sus ojos eran de color azul profundo, hermosos.

-¿Humanos? ¿Cómo entraron aquí?-dijo el dragón mientras bostezaba.

Abrí mi boca para contestar, sin embargo, me encontré incapaz de emitir algún sonido. El miedo y el pánico qué sentí me dejaron sin voz.

-Aquí sólo pueden entrar los dragones y las descendientes de...-, pausó, y su expresión se transformó a una de sorpresa. -¿Cómo se llaman?

-¿P-Perdón?-dijo Levy.

-Diganme sus nombres.- ordenó el dragón.

-L-Levy McGarden, Juvia Locksar y Lucy Heartfilia.-contestó Levy al escuchar como alzaba su voz.

-¡Son ustedes!-exclamó la dragona sorprendida. Un círculo color café brillante con runas rodeó a la dragona, tomando una forma humana. Sus características eran parecidas a las de su forma anterior, tenía cabello café, piel con un cierto brillo, y ojos color azul.

-Síganme.-ordenó. -Mi nombre es Terra, y como lo dice mi nombre, soy el dragón de la tierra.

Comenzamos a caminar detrás de Terra. Pasaron minutos, y aún así me veía incapaz de hablar.

-Terra-san,-llamó Juvia. -Juvia quiere saber donde nos lleva.

-¿Quien es Juvia?-preguntó Terra.

Juvia alzó su mano, formando una pequeña sonrisa nerviosa en sus labios.

-Oh. Hablas en tercera persona, entiendo.-contestó Terra, sonriendo. -No puedo responder a tu pregunta Juvia, tendrán que esperar hasta que la reina les explique.

· Natsu ·


He buscado a Luce por todas partes, trato de percibir su olor, pero es como si hubiera desaparecido. Hay veces logro percibir su olor, pero me lleva a un callejón sin salida. Termina en una parte del camino hacia una de las ciudades de Fiore. Y para variar, el olor de Lucy está desapareciendo de su apartamento.

El gremio ya no es igual que antes. Erza ya no come pastel de fresa, Wendy es fría, Mirajane es como cuando éramos niños: peligrosa y amargada. El Maestro ya no sale de su oficina, a menos de que sea alguna noticia importante, Gray y yo no peleamos como antes, y si lo hacemos, Erza no nos detiene, ya que no le importa. Gajeel sólo se la pasa en la biblioteca junto a Lily, Cana solo bebe un barril de alcohol ahora, y Happy ya no es alegre. Charle sólo se la pasa leyendo libros, Elfman ya no dice palabras como: '¡pelear es de hombres!' Y yo siempre voy a misiones para pagar la renta del apartamento de Lucy, ya que ahora vivo ahí.

Todo es diferente ahora que Lucy,Levy y Juvia no están. Lucy era la sonrisa del gremio, siempre hacia sonreír a todos no importa en que circunstancia se encuentren, Levy era el cerebro del gremio, ella ayudaba a el gremio a investigar, siempre los apoyaba, y Juvia era las risas del gremio, siempre haciendo reír al gremio cuando acosaba a Gray, siempre los hacía olvidar el pasado y vivir en el presente. En pocas palabras, ellas eran la luz del gremio.

· Lucy ·


-Terra, si tu eres el dragón de tierra, ¿tú creaste este agujero?-preguntó Levy.

-Exacto, McGarden.-respondió Terra.

Llegamos a una cueva, y Terra se inclinó.

-Reina, he encontrado a estas chicas dentro del agujero.-dijo Terra.

-¡Hola, Terra!-respondió la reina algremente. No se podía ver su cara ya que estaba demasiado oscuro. -Te he dicho que no me llames 'reina'. Llámame por mi nombre.

Terra asintió. -Lo lamento. Estas chicas entraron al agujero, y ellas han dicho que sus apellidos son Locksar, McGarden, y...-pausó. -Heartfilia.

El silencio inundó la cueva, hasta que un estruendo resonó por todas las paredes, haciendo eco.

-Heartfilia, ¿has dicho?-susurró la reina.

-Sí, Layla.

Layla., En algún lugar en mi mente, se me ocurrió que era mi madre. Sin embargo, lo aparté rápidamente. Ella estaba muerta, y me rehusaba a creer que era ella.

-Heartfilia, muestrate.-ordenó la reina, y yo me acerqué hasta donde estaba Terra.

-Soy Lucy Heartfilia.-contesté, tratando de mantener una expresión seria.

La reina suspiró. -Lucy...-susurró la reina.
Poco después, sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo. -¡Estás tan grande! Cuando me fui eras mi pequeña niña... Amo a Acuario por haberte criado tan bien, hija.

-¿H-Hija?-susurré asombrada.

-Claro.-dijo separándose de mí, y avanzando cerca de la luz.

Ahí estaba, Layla Heartfilia. Mi madre.

No sé cuanto tiempo me mantuve en silencio. Pudieron ser segundos, pero sentí que necesitaría una eternidad para comprender lo que pasaba.

-Y-Yo...-observé su rostro una vez más. Tenía arrugas, y era diferente a como la recordaba. Mis ojos se inundaron de lágrimas. -¡Mamá! ¡No lo puedo creer! ¡Creí que habías muerto!-grité llorando.

Me tiré a abrazarla nuevamente.

-Lamento todos los engaños, Lucy...-se disculpó mama. -Pero debía cuidar de mi reino. Ser reina no es fácil.

-Espera... si tu eres reina, eso me convierte a mí en...- mamá me interrumpió.

-Princesa.-término mi oración. -Sí, Lucy, tú eres la princesa.

-No es posible...

Mamá rió. -Pero no soy la única reina aquí.-dijo. -¿Me podrías presentar a tus amigas?

-Claro.-contesté. Limpié mis lagrimas. -Ella es Levy McGarden, y ella es Juvia Locksar.-dije señalándolas, y ellas saludaron.

-Oh, ¡son bellas! Parece que alguien más estará feliz al verlas.-dijo mamá, observando a Levy y Juvia.

-Vengan.-dijo Terra, y la seguimos.

Ya nada es igual [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora