Ya nada es igual [Editando]

• Epílogo •

· Normal ·

Ya habían pasado siete meses después de lo que se llamaba,"La Gran Tragedia de Fairy Tail".

Todos extrañaban a sus compañeras, pero decidieron no estar deprimidos por ello.

Reconstruyeron el gremio con la ayuda de los demás gremios de la zona.

Erza comía pastel de fresa, mientras conversaba con Wendy. Happy trataba de conquistar a Charle, mientras que ella lo rechazaba. Mira atendía la barra, mientras hablaba con su marido. Cana bebía.

Y Natsu, Gray y Gajeel peleaban. Como siempre.

—¡¿QUIERES QUE TE CALLE,H ORNO CON PATAS?!

—¡INTENTALO, PRINCESA DE HIELO!

—¡YO TE CALLARÉ CON GOLPES, SALAMANDER!

—¿¡QUIERES TRATAR, COME HIERRO!?

Sillas y mesas empezaron a volar por todo el gremio, y quienes las tiraban eran nada más ni nada menos que Gray, Gajeel y Natsu.

Por equivocación, una silla cayó en la cabeza de Laxus, quien lentamente se dio la vuelta para ver quien había sido.

—¿¡QUIÉN FUE EL MALDITO QUE CASI GOLPEA A MIRA?!—gritó Laxus uniéndose a la pelea.

—¡Y YO QUE VOY A SABER, RUBIO!

—¡FUISTE TÚ,P RINCESA DE HIELO!

—¡CLARO QUE NO! ¡FUE EL TORNILLO OXIDADO!

—Laxus...—susurró Mira.

—¡DIGANME YA!-

—¡Laxus!—dijo Mira.

—¡NO FUI YO!

—¡LAXUS!—gritó Mira con una sonrisa forzada.

—¡¿QUÉ?!—gritó Laxus.

—¡DEJA DE JUGAR Y LLÉVAME A UN MALDITO HOSPITAL!—le gritó Mira, haciendo callar a todo el gremio.

—¿A q-qué se refiere, Mira-san?—le preguntó Wendy.

Mira dio un suspiro pesado, y gritó:

—¡NECESITO IR A UN MALDITO HOSPITAL PORQUE EL BEBÉ ESTÁ SALIENDO!—gritó.

¡Pum!

Se escuchó un golpe.

—¡NO TE DESMAYES, IDIOTA! ¡TU MUJER ESTÁ EN PLENO PARTO!—le grito Natsu a Laxus, quien estaba en el suelo.

—¡MALDITA SEA, LAXUS!—le gritó Mira.

—¡TODOS QUITENSE DEL CAMINO!—gritó Erza tomando a Mira estilo princesa, sacándola del gremio.

—¡Vamos mocosos! ¡Alguien que lleve a Laxus!—ordenó el maestro.

—¡AYE!

Erza, con su armadura del purgatorio, iba recorriendo toda la ciudad como una maniática lanzando espadas a cualquiera que se metiera en su camino.

Al llegar al hospital, todo el gremio entró.

—¿Q-Quién es el paciente?—preguntó la enfermera asustada al ver a la mismísima Titania.

—Ella.—le dijo Erza, poniendo a Mira en una camilla.

—¡LAXUS, DESPIERTA, MALDITO COBARDE! ¡TU MUJER ESTÁ PARIENDO A TU HIJO Y TÚ TE DESMAYAS, IDIOTA!—le gritaba Natsu a Laxus, sacudiéndolo de un lado a otro.

· · · · ·

Una vez que todos se tranquilizaron, entraron a la sala de espera. Lo único que se podía escuchar eran los gritos de Mirajane.

La puerta se abrió, dejando ver a un doctor.

—Familia de la Srta.Mirajane Dreyar Strauss.—dijo el doctor, y todo el gremio de Fairy Tail se levantó de su asiento, dejando al doctor confundido. —Etto... el bebé nació exitosamente, y la madre está en perfecto estado.—dijo el doctor. —El único que puede entrar por ahora es el marido de la paciente.—dijo el doctor, haciendo que todo el gremio se sentara nuevamente.

—¡LAXUS, DESPIERTA, COBARDE!—le gritó Natsu. —¡MALDITO RUBIO! ¡TU MUJER YA PARIÓ! ¡YA NO TIENES QUE ESTAR INCONSCIENTE!—le gritó Natsu dándole cachetadas. 

—¡YA ESCUCHÉ, PELIRROSA! ¡NO DEBES GOLPEARME!—despertó Laxus como arte de magia.

—¿U-Usted es el marido?—preguntó el doctor, y Laxus solo asintió. —Por aquí.

Laxus entró, dejando ver a su albina con gotas de sudor en todo su cuerpo, con una manta entre sus brazos.

—¿Mi-Mira?—susurró Laxus.

—¡MALDITO, LAXUS!¡ COMO SE TE OCURRE DESMAYARTE JUSTO CUANDO ESTOY DANDO A LUZ!—le regañó Mira.

—Lo lamento...—susurró cabizbaja.

—Mira.—le dijo Mirajane extendiendo la manta, dejando ver a un bebe de ojos azules.

—¿Qué es?—pregunto Laxus.

—Niña.—respondió una enfermera.

—Gracias por darme una familia...—le dijo Laxus a Mira, antes de darle un corto beso en los labios.

· · · · ·

—¿Sabes? Hoy Mira tuvo a su bebe.—decía Natsu frente a una lápida. —Todos festejaron por horas hasta que cayeron al suelo por tanto alcohol que bebieron la noche anterior. La llamaron Nova. Raro nombre, ¿verdad? Eso pensé yo... ¡Nova Dreyar Strauss! ¡Nuevo miembro de Fairy Tail!—dijo Natsu extendiendo sus manos al aire. —Hoy, Romeo y Wendy, parece que aprovecharon la ocasión, y revelaron que tenían una relación juntos. Increíble, ¿no? Macao estaba llorando de la felicidad, diciendo cosas como:"¡Mi hijo al fin ha crecido! ¡Estoy tan orgulloso de él!" Mientras que Mira y Erza le daban sermones a Wendy por no haberles dicho antes.—dijo con una pequeña sonrisa en sus labios. —Hace una mes, Sakura, Eve y Ice, despertaron. Al saber lo ocurrido, lloraron como si no hubiese mañana. Sakura viene a visitarte todos los días, al igual que Eve a Levy, y Ice a Juvia. Parece que eran increíbles amigas.—susurró riendo.

Vio la lápida de nuevo, y posó su mano sobre el suelo. 

—Hubiera sido genial envejecer junto a ti, Luce.