Ya nada es igual [Editando]

• 17 •

N/A:_¡NO PONGAN LA MÚSICA TODAVÍA!

· Normal ·

Los miembros del gremio miraban horrorizados la escena que se encontraba frente a sus ojos. Si ellas, las reinas de los Dragon Slayers, no pudieron derrotar a tal persona, ¿cómo podrían hacerlo ellos?

—¡Ves, Layla! ¡Te dije que yo me haría mas fuerte y que algún día te derrotaría y obtendría tus poderes!—gritó como si de un maniático se tratara.

—¿Q-Qué has hecho...?—susurró Lucy con sus ojos de color dorado y escamas saliendo de su cuerpo.

—¡Oh! ¡No me he presentado! Mi nombre es Imaimashīdesu! ¡Pero llámenme Noroi! Es un gusto conocerlos... ¡Fairy Tail!—exclamó con una sonrisa que demostraba satisfacción.

—¿Qué has hecho?—preguntó nuevamente Juvia con sus ojos de color negro y garras saliendo de sus manos.

—Yo soy el antiguo aprendiz de estas tres damas que acaban de morir en frente de sus ojos.—explicó Noroi.

—¿Qué has hecho...?—repitió Levy con sus ojos de color verde oscuro y plantas rodeando su alrededor.

—Ellas me desterraron al saber que estaba aprendiendo magia negra al igual que el mago más poderoso de los tiempos, Zeref. Desde ese momento juré que algún día yo las mataría y obtendría sus poderes. ¡Y parece que lo logré!—gritó sonriente.

—Lamento decirte... que los poderes... que nosotras teníamos antes... ya no nos pertenecen.—susurró Layla con las pocas fuerzas que le quedaban.

—¿D-De qué hablas?—preguntó Noroi con una mueca de disgusto.

—Nosotras... ya no tenemos nuestros poderes...—contestó Celest, sonriendo.

—Los tienen nuestras hijas...—finalizó Aris con una sonrisa en su cara.

—¡MALDITAS!—gritó Noroi antes de lanzarles un ataque que desvaneció el cuerpo de las tres mujeres que antes se encontraban en el suelo. —A ver, a ver... ¿¡Quiénes son las hijas de estas malditas?!—gritó mientras sus ojos tomaban un color escarlata.

N/A:*Pongan música*

—No te dejaremos obtener estos poderes.—dijo Lucy. Lagrimas caían de los ojos de las tres muchachas, quienes se lamentaban por la muerte de sus madres.

—¡Oh! Con que son ustedes.—dijo sonriendo, antes de lanzar un ataque que se dirigía hacía el gremio.

—¡Cuidado!—gritó Cana, pero era demasiado tarde. Todos cerraron sus ojos esperando que el ataque llegara, pero nunca lo hizo.

Una capa de hielo cubría al gremio entero, dejando a todos los miembros dentro, menos a las tres chicas que usaban su Dragon Force.

—¿D-Dragon Force?—susurró el maestro.

—Ni te atrevas a tocar a nuestra familia.—dijo Juvia. Todos se sorprendieron al darse cuenta que el escudo de hielo que los rodeaba había sido causado por la maga de cabellos azules.

—Quédense dentro.—ordenó Levy.

—¡JUVIA! ¡LEVY! ¡LUCY!—gritaban los miembros del gremio al ver que ellas iban a pelear contra el enemigo por si solas.

—¡LUCY! ¡DÉJAME SALIR!—gritó Natsu golpeando repetidamente el escudo, pero solo consiguió una sonrisa de parte de la rubia.

—Estaremos bien.—dijeron las tres magas con una sonrisa. —No los dejaremos solos. Lo prometemos.