• 9 •

4.6K 315 56
                                    

    · Natsu ·

Ya han pasado cinco años desde que Lucy se fue. He cambiado mucho, siempre soy frío con todos, menos con Happy. Siempre me la paso haciendo misiones. Cada vez que vengo de una, solo entro al gremio, tomo otra, y me voy junto con Happy. Claro, siempre voy al apartamento de Luce. Algunas veces me recuesto en su cama, esperando a que ella pase por esa puerta y me tire por la ventana. Aunque sé que no pasará.

Venía de una misión, fui al apartamento a dejar a mi mochila, y me dirigí al gremio.

Cuando entré al gremio, ya no era el mismo de antes, el gremio que siempre estaba feliz y festejando, ahora era un gremio triste y silencioso. Simplemente no era el mismo. En cuanto entré al gremio me dirigí a la tabla de misiones.

—Natsu, hagamos una misión juntos, ¿te parece?—dijo Lissana acercándose a mí.

—No, Lissana.—le respondí fríamente. Siempre es lo mismo. Cada vez que llego de una misión, Lissana trata de convencerme que haga una con ella.

—Natsu... eres frío.—susurró. La ignoré. —Sólo trato de hacer algo para cambiar el gremio a como era antes, no me gusta verlo de esta manera.

Ella tenía razón. Pero no quería hacer una misión con alguien más. No aún.

Ignorándola, me dirigí hacia Mirajane. —Mira, quiero esta misión.—dije, mientras observaba como Happy platicaba con Charle.

—Claro, Natsu.—dijo apuntando la misión en la tableta. —¿No deberías quedarte por un día, al menos? Pareces cansado.

—No te preocupes Mira.—dije entregándole una sonrisa. —Cuida de tu bebé, y no te esfuerces tanto.—le aconsejé, recordando su embarazo. —Vámonos, Happy—le dije a Happy.

—¡Aye!—respondió. Con el tiempo, Happy fue cambiando. Al principio, se quejaba porque extrañaba a Lucy, pero luego, comenzó a dedicarse a hacer reír a las personas del gremio. Happy era el único que no había cambiado tanto.

Salimos del gremio, y nos dirigimos al apartamento de Lucy.

—Nee Natsu, ¿cuándo crees que Lushee regrese?—preguntó Happy mientras comía su pescado.

—No lo sé, Happy.


· Lucy ·

Han pasado cinco años desde que nos fuimos del gremio. Hemos entrenado mucho. Y ahora puedo decir que ya nos podemos considerar Dragon Slayers. Pero no hemos cambiado en nada. Tal vez en aspecto, pero no en personalidad. Mi cabello me llega abajo de la cintura, tiene unos mechones de color plateado y dorado, y al final su color es de un rojo claro.

—¡Lu-chan!—gritó Levy. Ella tampoco ha cambiado su personalidad, pero su apariencia es diferente, es más alta, y su cabello está mucho más largo; tiene mechones de verde oscuro, y al final su color es color negro.

—¿Qué pasa, Levy?—le pregunté.

—Eve y Sakura están peleando otra vez, y Juvia está tratando de detenerlas pero es muy difícil detenerlas sin que salgan heridas. Así que necesitamos tu ayuda, Lu-chan.—dijo Levy, y yo asentí.

—¿Dónde están?—pregunté.

—Están en el campo congelado.—respondió Levy, y nos dirigimos ahí.

Cuando llegamos, ahí estaban peleando como siempre.

—¡Chicas, basta por favor!—gritó Juvia.

Ya nada es igual [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora