Estábamos a Lunes, el Domingo lo habíamos pasados todos de resaca y hoy la mayoría de la gente seguía durmiendo y yo estaba en el jardín trasero con una guitarra que había encontrado en una de las habitaciones.
Después de contarle a Kate toda la historia me dijo que Michael se estaba comportando muy raro, es decir, siempre había sido un imbécil con las chicas, pero que esta vez está siendo diferente.
La verdad no me importa, voy a pasar de él, nunca me ha agradado y por que me atraiga no voy a perder los papeles por un idiota. Espera, no he dicho que me atraiga, o puede que si, no lo sé.
Se movió algo a mi derecha y al girarme lo vi jugando con la hierba. Parece que me persigue.- ¿Tocas la guitarra?.- Dijo aún mirando hacia abajo.
- Lo intento.- Respondí seca.
- Yo si que la toco.- Esta vez dirigió su mirada hacia mi.
- Pues toma.- Le di la guitarra, me levanté del suelo y entré en la casa, dejando fuera a un Michael confundido.
Dentro estaban desayunando Kate y Finn hablando muy animadamente, y en el sofá estana Travis estirado haciendo zapping.
- Trav te reto a una partida en el call of duty.- Le dije sentándome en su barriga.
- ¡Eff! No seas bestia por favor, voy a acabar vomitando el tazón de cereales que me acabo de comer.- Se quejó incorporándose mientras yo reía.
- Eres una nenaza.- Añadí dándole un puñetazo en el brazo.
- ¿Nenaza yo? Espera y verás la paliza que te voy a dar al call of duty.- Encendió la xbox y me pasó un mando.
**
El Lunes se pasó rápido, aunque no hicimos gran cosa, solo vaguear.
Yo prácticamente me pasé el día jugando con Trav hasta la hora de cenar, que hice la cena junto a las chicas.
Después de cenar fuimos todos a dormir, menos Lydia Kate Jake y Finn, que se quedaron jugando al trivial.Me estaba quedando dormida cuando escuché que alguien tocaba la puerta.
- Pasa.- Casi susurré con voz adormilada y escuché la puerta abrirse y cerrarse.
- ¿Podemos hablar?.- Era Michael.
Me incorporé y di un par de palmadas a mi lado en la cama y se sentó.
- ¿Que fue lo de hoy?.- Pregunto con tono acusador.
- ¿Que fue lo del sábado?.- Respondí con el mismo tono y me miró levantando una ceja y sonriendo de lado.- Mira no se a qué estás acostumbrado, pero ya te aseguro que conmigo no va a ser así, te seguí el beso por el alcohol, porque sobria jamás lo habría hecho, aunque igualmente me pareció patético besarme e irte a los baños con otra guarra.- Solté todo de golpe y que a gusto me había quedado.
Michael soltó una carcajada y lo miré con odio hasta que paró.
- Que celosa estás.- Y sonrió de lado.
- No estoy celosa, estoy asqueada. Por si no lo sabías, no me agradas, así que vete y déjame dormir tranquila.- Dije tumbándome otra vez y dándome la vuelta.
- No parecía eso mientras me besabas.- Se burló, bufé y escuche como caminaba hacia la puerta.- Duerme bien, rubia.
Estaba cerrando la puerta y entonces lo interrumpí.