capitulo 25

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Desperté por el sonido de algo cayendo, me levanté exaltada y me dirigí a la cocina, ahí estaba Harry recogiendo unos platos del suelo. 

-¿Qué pasó? –dije riendo a carcajadas- 
-No te burles, quería llevarte la comida a la cama como de novelas –dijo sonriendo, no evité sonreír-
-Ven, déjame ayudarte –lo ayudé a recoger los platos rotos- Listo. 
-¿Adónde vas? –dijo al verme caminar de reversa- 
-A dormir…así podrás enviarme mi desayuno de novela. –el sonrió por bajo y seguí caminando hasta llegar a la cama, me acosté-

Minutos después vi a Harry entrar por la puerta con una bandeja que tenía mi desayuno en el.

-Ay que lindo, que sorpresa no me lo esperaba –dije sonriendo- 
-Sí…es que sorprendo demasiado. –dijo y besó mis labios-
-Come…te encantará. 

Tal y como el lo dijo, me encantó. Estaba demasiado deliciosa. 
Más en la tarde estábamos el y yo ahí, conversando y riendo de cualquier estupidez. Más en la noche me llevó a su casa ya que el creía que ‘mis padres de preocuparían’ podría ser cierto, pero dudo que crean que el me estaba prostituyendo. 
Entré a mi casa y mis padres estaban ahí, sentados en el sofá. Mi padre con sus lentes puestos, leyendo un periódico, y mi madre estaba con sus lentes, igual que mi padre, solamente que ella leía una revista. 

-Buenas noches –dije sentándome en medio de los dos, ellos no dijeron nada- Buenas…noches –dije nuevamente- He dicho buenas noches, ¿papás? 
-Oh, hija. Discúlpame, es que esta sección de modas esta increíble, mira, dice que el 85% de mujeres usan sostenes más grandes de lo que realmente necesitan… 
-Sí mamá, ya veo –dije- ¿Y usted papá, qué ve? –dije- 
-Bueno, esta sección es más interesante que la de tu madre, esto es sobre la economía, pero también hablan sobre el calentamiento global, extrañamente también hablan de negocios. ¡Mis tres cosas favoritas en una misma sección! ¿No es increíble? –dijo mi padre mirándome- 
-No…creo que no. –dije- 
-Haz faltado al colegio –dijo mi madre- 
-Solo hoy mamá. 
-¿Y tenías algo pendiente? –preguntó nuevamente y negué con la cabeza- Esta bien, ¿irás mañana, cierto? –preguntó mirándome- 
-Sí…tengo que practicar el baile para el musical, bueno no exactamente musical pero si es como uno solo que es una obra. 
-Hija mía, no me había fijado. Haz cambiado demasiado –dijo mi padre viéndome, muy sorprendido. ¡Incómodo!- 
-Sí…tiene como más cuerpo. Ya sé que es eso –dijo mi madre sonriendo- 
-¡Por el amor de Dios papás, cálmense! –dije sonrojada- Iré a mi habitación…extraños –la última palabra la susurré, subí las escaleras y llegué a mi habitación- 

Abrí la puerta de mi habitación y me tiré instantáneamente a la cama, estaba un poco cansada. 
Me senté en el borde de la habitación y quité un mechón que cubría la mitad de mis ojos. Me levanté y me puse a buscar una pijama. Al encontrarla me metí a la ducha y me bañé, al terminar salí en vuelta en una toalla y me empecé a secar para ponerme la ropa. 
Al ya tenerla puesta me recosté en la cama, agarré mi celular y empecé a escuchar música con mis audífonos.
Sentí como mis ojos se cerraban, así que apagué la música y coloqué mi celular junto con los audífonos en mi cómoda, me acosté de nuevo, me tapé con la sábana, cerré mis ojos y quedé completamente dormida.

Adolecente (Harry y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora