Cápitulo 2

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Lauren POV.

¿Esta chica está loca? No noté que le estaba siguiendo el beso, pero lo pare.

-Perdón, fue un impluso. - Le dije alejandome de ella.

-Disculpame, no lo vuelvo a hacer. - Se notaba realmente apenada y yo fingí una sonrisa.

-No lo hagas de nuevo, por favor. - Mi rotro se tornó molesto.

-Es que fue un impulso.

-No creo en los impulsos, si me besaste fue porque realmente lo querías. - Me miró y se rió irónicamente - ¿De qué te ríes?

-Bueno, es que tú también me dijiste que fue un impulso, entonces tú me seguiste el beso porque quisiste. - Se rió bajo, hija de... me trolleo.

-No es lo mismo. - intenté sonar lo más enojada que pude.

-Como sea...

Después de ese "incidente" bien intencionado, regresamos no cruzamos palabra en ningun momento.

Al llegar a mi departamento vi que Steph estaba molesta.

-De seguro te gustó el beso ¿No? - Oh no... esto no es bueno...

-¿De qué beso estás hablando? - Sentí un peso enorme caer sobre mí, "culpa" era su nombre.

-No te hagas la tonta, Lauren. Te vi y no vi que te resistieras en ningún momento.

-Como si tú no me hubieras engañado alguna vez. - Le dije restandole importancia a lo del beso.

-Hey. - Se acercó a mí y acarició mi rostro. - Sólo dime que no fue importante para tí.

-Es obvio que no lo fue, amor, apenas la conozco. - Me acerqué para atrapar sus labios con los mío para darnos un beso tierno.

-Juramelo.

-Te lo juro, Steph.

Camila POV.

-¿En serio la besaste? - Ally no podía creersela. - Esa chica te encanta desde que abriste la primera revista vogue.

-Claro que lo hice ¿Por qué no me crees?

-Sí te creo, pero sabes que estuvo mal lo que hiciste. - Y ahí vine Ally a sermonearme.

-Lo sé, lo sé, pero no creo que vuelva a pasar. - Dandole una mordida a mi manzana.

-Camila, creo que tendré que llevarte a la iglesia. - Dicho eso comencé a reír como loca.

-Si claro, llevar a un demonio a una iglesia, cuentame otro chiste. - Ally se molestó tanto que saco el dedo "prohibido".

-Eres una idiota.

-Eres una santa. - Le di un beso en la mejilla y fui a dormir.

Pasaron los días y Lauren ni siquiera me volteaba a ver. Algo en mí me dolía, pero no tanto como para no poder vivir con eso. Era casi el final de la sesión de fotos para la coleccion de invierno, así que, provablemente, la vería dentro de algun tiempo.

-Hey, se te cayó esto, Camila - Dijo una voz detrás de mí. De inmediato volteé y era ella.

-Gracias, señorita Jauregui. - Dije tomando mi celular de su mano.

-¿Señorita Jauregui? - Dijo extrañada ante mi formalidad para tratar con ella.

-Sí, creo que sería mejor que usted y yo tomemos distancia. - Quería torturarla un poco y sabía que un cambio repentino la haría sufrir un poquito.

Eres Mía - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora