Capítulo 5.

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Ya eran las ocho y media pasadas, y yo aún no me había cambiado de ropa ni había preparado nada para la cena. Estaba nerviosa, y me preocupaba más el que ponerme para verme bien que el hecho de que iba a cenar con un total desconocido. Entro a mi habitación y echo un vistazo en el armario. Eligo unos shorts negros bastante ajustados y y un cardigans gris que me tapa casi por completo los pantalones. Me pongo unos botines de cuero marrón muy cómodos, salgo y voy al aseo. Aliso mi largo pelo y me hago varios tirabuzones por la parte delantera. Pongo un poco de rímel en mis pestañas y y pellizco mis mejillas para que tengan un buen color. Faltan 10 minutos para las nueve así que salgo y me dirigo a la cocina. Saco un poco de pollo y empiezo a cortarlo en trozos. A las nueve en punto el timbre de mi departamento suena. Mi corazón late más rápido de lo normal y me preocupa. Solo es una cena, y recuerda que tu no querías. Voy rápidamente y abro. Ahí esta él, mas sexy que nunca. Trae una botella de vino caro entre sus manos y me sonríe pícaramente. Lleva una camiseta sin mangas que le queda bastante ancha a rayas rojas y blancas dejando ver sus músculos y algún que otro tatuaje en su bíceps. Es realmente atractivo, muerdo mi labio superior tirando de el hacia abajo y tiro tanto que hasta me hago daño.

-Hola.-Dice él.- Nueve en punto.

-Chico puntual.-Digo mientras me aparto un poco para que pueda entrar.

Entra dejando un rastro de su maravilloso perfume trás de él. Observa mi departamento con detenimiento y noto como sonríe. Se dirige a la cocina y deja la botella de vino encima de la pequeña mesa.

-¿Que preparas?-Dice mientras echa un vistazo.

-Un salteado de pollo con verduras.-Digo mientras me acerco yo también y sigo cortando el pollo.

-Mmm buena elección. ¿Puedo ayudarte en algo?-Dice con esa naturalidad que le caracteriza.

-Puedes ir cortando las verduras, si quieres.

-Manos a la obra.-Dice mientras se frota las manos y da una palmada. Se acerca y coge un cuchillo. Da varias vueltas , supongo que estará buscando algo. Observo sus pasos. Va de aquí para allá totalmente perdido, lo que me hace reír como una idiota. Se gira y me mira con esos ojos divertidos que nunca me cansaré de ver y ríe él también. Se acerca al frigorífico y saca varios pimientos, un poco de zanahoria, tomates , ajo y una cebolla.

Se pone a mi lado y comienza a trocear las verduras. Yo me dedico a poner una sartén con un poco de aceite para freír el pollo y la idea que se me pasa por la cabeza me hace reír de nuevo. Parecemos una pareja que convive juntos preparando la cena para después tumbarse en el sofá para ver un poco la tele mientras se dan besos y se regalan caricias.

-¿De que te ríes ahora?-Pregunta mientras termina de cortar las verduras.

-Te ves bastante gracioso así.-Digo mientras sigo riéndome.

Él me mira y se ríe también, se acerca hacia mí y me mira fijamente.

-Y tu te ves hermosa.-Susurra.

Sé que apenas han pasado varios segundos pero no quiero que termine. Él acerca su mano y roza la mía con delicadeza. Dios mío, me ha puesto los pelos de punta.

Tentación Prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora