Capítulo 8.

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Han pasado varias semanas desde que me enteré que Dean está casado. Una de ellas, la pasé encerrada en mi habitación, únicamente salía para trabajar en Larousse y para comprar lo necesario, intentando siempre no coincidir con Dean en el ascensor. Intentaba por todos los medios no cruzarme con él. Había dejado al lado la universidad, y me sentía fatal puesto que estábamos casi en exámenes finales. Dean por su parte, había venido cada día tocando al timbre de mi departamento para que le abriese, pero ni siquiera le había abierto. No quería saber nada más de él. Me sentía una completa idiota por haberle entregado mi virginidad aquél día. Aquel maravilloso día. Aquel que marcó un antes y un después en mi vida. Ahora entiendo por qué el amor es una jodida mierda. Es cierto que echaba de menos acurrucarme en su pecho cuando todo iba mal, y que me dedicara una de esas miradas consoladoras, pero odiaba que todo me saliese mal. Nunca podría estar con él, no si estaba casado.

-Nik, no se que te está pasando, pero me preocupa.- Dice Kimberly mientras remueve con la cucharilla su café.- Antes no eras así. Has dejado de venir por la universidad, y únicamente sales para trabajar en Larousse, cosa que también me preocupa demasiado. Ese trabajo no me gusta para tí.

-Deja de echarme la bronca Kim. Sabes perfectamente que no voy a dejar Larousse, gano lo suficiente para mis cosas, y respecto a la universidad, llegaré a tiempo con los exámenes. Lo prometo, comenzaré a estudiar mañana mismo. - Digo mientras echo un vistazo alrededor de Café Club. Kimberly me ha secuestrado y me ha sacado contra mi voluntad para tomar un café, ya que hacía semanas que no nos veíamos.

-Más te vale, si necesitas ayuda con algo, simplemente pidemelo Nicole. No te encierres en ti misma porque sabes que así no conseguirás aprobar.- Dice mientras recoge su pelo en una cola alta debido al calor que ya hace.

Bebo de mi café helado y vuelvo a mirar a mi alrededor. Me siento incómoda, no quiero encontarme a Dean por aquí. Me cruzo de brazos y frunzo el ceño.

-¿Y Dean? ¿No has vuelta a saber nada de él desde lo que paso?- Pregunta de repente sacándome bruscamente de mis pensamientos.

Resoplo y niego con la cabeza. No quiero saber nada de él Kim. Ya te lo he dicho mil veces.

-Pues sabes, yo creo que deberías hablar, preguntarle si de verdad está casado o no. Es posible que esté divorciandose.- Vuelve a decirme, esta vez un poco más enfadada.

No, no, yo lo escuche, el estúpido de su hermano lo dijo bien claro. Patrick, había olvidado el tema completamente desde que la policía cogió mi testimonio el día que de repente llamaron a la puerta de mi departamento. Aunque sería difícil pillarle. Hombres con su descripción había miles en Brooklyn y millones en todo Nueva York. Solo yo sabía quién era. Kim solo sabia de la existencia de Patrick por ser el hermano de Dean. Ni Alexandra ni Kyle, que habían estado bastante preocupados por este tema sabían nada más acerca de él.

-No me interesa Dean.- Digo bastante fría intentando autoconvencerme de que no me interesa, aunque la verdad es que no me lo he sacado de la cabeza en este largo mes que había pasado desde entonces.

-Pero mirate, estás pillada por ese chico hasta las trancas Nicole. Que lo quieras ver o no, es tu problema. - Dice levantando las manos. Odio cuando Kim cree que sabe todo acerca de mí.

-¿Y que si fuera así? Es imposible. Es una tentación prohibida, al igual que me paso con Kyle. -Digo alzando la voz al principio y dejándola en un susurro después.

- Nicole, puedes intentar seguir engañandote a ti misma o levantarte ahora mismo, ir , buscarle y aclarar todo esto. Sinceramente, no creo que Dean se merezca todo esto, no sin dejarle la oportunidad de defenderse.

Tentación Prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora