Minutos después,tumbados en la cama, sin mediar palabra, separamos nuestros labios. No mucho. Lo suficiente para mirarnos a los ojos y quedar fascinados. Hipnosis. Miles de imágenes pasan con rapidez por mi mente, recuerdos de nuestra primera vez, sensaciones, sentimientos... hemos vivido tanto en tan poco tiempo...estoy en una nube constante de la que no quiero bajar... Y, sin embargo, no puedo hacer que el tiempo cese su avance, que las agujas del reloj dejen de moverse. Separarme de él me costaba mi alma, pero se me hacía cada vez más tarde...
Le animo a levantarle, varias veces. Giro sobre la cama, juego, tampoco tengo fuerzas para alejarle de mí.... Dean prueba un movimiento, me sujeta de las muñecas y en pocos segundos hace que mi espalda vuelva a reposar sobre las sábanas y él sobre mí. Me mira, me besa y... me convence. Debería irme a trabajar... Me levanto, dejando mi cuerpo desnudo, cubierto sólo por unas finas braguitas negras. Dean observa cada uno de mis pasos y yo, siendo consciente de ello, procuro avanzar muy lentamente, insinuándome, dejando que contemple mi desnudez...
-¿De verdad tienes que marcharte ahora?- Pregunta con voz dulce. Él también se levanta casi desnudo y me agarra de la cintura por detrás para posteriormente besar mi cabello.
-Tengo, pero no quiero.- Murmuro a la vez que me doy media vuelta quedando frente a frente una vez más. En la oscura habitación se cuela la tenue luz de Luna Llena de la ciudad de Brooklyn. Observo su torso. Bien cuidado y bastante marcado. Su pelo dorado y despeinado después de lo ocurrido me hace sonreír.
Son casi las 11 de la noche, Dean y yo llevamos prácticamente toda la tarde desde que llegue ,en mi habitación. Él un cabeza loca, yo una loca enamorada. Había echo una vez más que me olvidara de mis problemas por un largo rato y la sonrisa que se dibujaba en mi cara cada vez que lo recordaba lo dejaba más que claro.
- No me tientes pequeña. Creo que podría cometer una locura.- Susurra en mi oído poniéndome los pelos de punta. Oh sí, comete esa locura, ráptame. Quiero quedarme a tu lado esta noche.
Volvemos a unir nuestros labios y yo me acurruco en su pecho. En ese que tanto me gusta. En el que me siento como en casa.
Los dos nos vestimos rápidamente. Yo opto por unos shorts vaqueros desgastados, una camiseta de tirantes y unas sandalias bastante veraniegas. Dean por su parte lleva unos pantalones entubados azul marino y una camiseta de manga corta blanca que le queda bastante ajustada, por lo que sus músculos se marcan y hacen que muerda mi labio inferior por dentro. Dean me descubre mirándolo y ríe a carcajadas.
-¿Se ha quedado con ganas señorita? Por mi no habría problema en volver a repetirlo.- Dice con ojos juguetones. Oh dios mío, será mejor que corra. Echo a correr hacia el salón y doy la vuelta al sofá, Dean esta al otro lado y hace varios movimientos secos hacia los lados como intentando venir a por mí. La adrenalina corre por todo mi cuerpo y mi corazón late enérgico y lleno de felicidad.
-Para, estás loco- Digo riendo. Aunque en verdad quiero que siga haciéndolo. Sé que si me pilla lo único que puede hacerme es besarme. Y quiero que lo haga, ya echo de menos sus cálidos y mullidos labios que me besan con tanta ternura.
-¿Loco? Ummm, puede ser.- Dice mientras se golpea sus labios con su dedo índice y sonríe de lado. Guiña uno de sus ojos y sé que no va parar hasta encontrarme. Hoy está en su faceta de juguetón y es algo que me encanta, puesto que no la había conocido nunca. Grito y echo a correr por todo el salón. Dean me atrapa entre sus fuertes brazos y me besa vorazmente, con hambre.
-Loco por ti, Nicole.- Dice a la vez que se separa un poco de mí y acaricia mi mejilla tiernamente.
-Podría quedarme así toda la noche- Susurro y froto nuestras narices.
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Tentación Prohibida.
RomanceNicole Harris es una joven de 22 años la cuál aún no ha experimentado lo que es el amor. A pesar de pertenecer a una de las familias mas ricas de Nueva York, Nicole se muda al famoso barrio de Brooklyn para ganarse la vida por sus propios esfuerzos...