Capítulo 13.

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Llego a nuestro bloque de departamentos pasados diez minutos. Dios, si que quedaba lejos el asqueroso antro de Patrick. Me faltan fuerzas, puesto que no he descansado nada y todas las ideas de lo que posiblemente me haya hecho, no paran de atormentarme. El camión de mudanzas esta aparcado, y varios hombres meten algunos de los muebles. Pago al taxista y bajo rápidamente.

- ¡No! ¡No! Paren- Les digo mientras me acerco a ellos corriendo. Los dos me miran algo extrañados pero no me hacen caso, pasan de mí totalmente, así que subo rápidamente por las escaleras, no tengo tiempo de esperar al ascensor. Subo las escaleras de dos en dos haciendo así el doble de ejercicio.

Llego al tercer piso y la puerta de su departamento está abierta. Bien, debe estar dentro. Entro, mientras el corazón me late a mil por hora. Un hombre mayor, de unos cincuenta años o más se encuentra mirando por la ventana, la cuál ofrece, una de las mejores vistas de Brooklyn.

-¿Dean? - Pregunto con miedo y con la voz bastante temblorosa.

El hombre, se da la vuelta lentamente, con las manos cogidas detrás de su espalda, me mira y parece reconocerme, porque sonríe, y al parecer, es una sonrisa de alegría. En aspecto, es muy parecido a Dean, pero con bastantes años más. ¿Será su padre?

- Sabíamos que vendrías Nicole. Pero Dean ya no está aquí.- Dice, y automáticamente me derrumbo al suelo, clavando las rodillas a este. Pongo las manos en mi rostro y doy rienda suelta al llanto. Joder. Lo he perdido por una estupidez. Estúpido Patrick.

Él se acerca con cautela y se arrodilla junto a mí, me levanta la cara con su dedo índice y me obliga a mirarlo. Sus ojos son del mismo color dorado de Dean. Si, no hay duda, es su padre.

- Ha dejado esto para tí.- Vuelve a decir entregándome una especie de guión de esos que hacen para las peliculas.

- ¿Que es esto?- Le pregunto mientras miro la portada. ' Eres tú ', está escrito como título. De fondo, una foto mía durmiendo. La reconozco al instante. Fue la primera vez que dormí con él en su departamento. Nuestra primera vez. La sábana blanca cubre mi cuerpo desnudo, por lo que no se me ve nada.

- Es tuyo. Creo que deberías leerlo. Puede darte una pista para encontrarle.- Dice mientras acaricia mi pelo.

Me levanto del suelo y él hace lo mismo.

- Muchas gracias Tom.- Le digo mientras le doy un tierno abrazo, que él me corresponde al instante.

- Veo que aún recuerdas mi nombre.- Murmura, y aunque no le veo la cara, sé que ha sonreído. Dean ha debido contarle todo. - Sigues igual de bonita Nicole.

- Han pasado diecisiete años,yo estoy mucho más cambiada, en cambio tu sigues estando igual de joven.

- Oh , no digas tonterías, estoy más viejo, y tengo más canas.- Dice con una sonrisa burlona, la que hace que después de todo lo ocurrido, sonría.

- Ve, arréglate y leelo.- Vuelve a decir mientras señala la especie de libro. Dean ha debido escribir esto. Dios, es un amor. Y me lo dedica a mí. Me muero de ganas por leerlo así que le doy otro abrazo a Tom y me despido de él. Entro en mi apartamento y una lágrima, en este caso de felicidad, cae por mi mejilla. Me quiere, de eso no cabe duda.

Me siento en el gran sofá y empiezo a leer. Leo un capítulo detrás de otro, dios, es nuestra historia. Es todo lo que siente por mí. Las lágrimas de emoción y felicidad se pelean por salir. Paro de leer un momento y me doy una ducha. Llevandose así toda la suciedad del asqueroso de Patrick, con el que debería volver a hablar, y meterle en la cárcel si hubiese abusado de mí. No me importaba lo que le pasara a él. Ahora solo me importaba Dean. Salgo del agua caliente y me envuelvo en una toalla, seco mi pelo y vuelvo a sentarme en el sofá para terminar de leer. Saber que todo esto ha sido escrito por el hombre al que amo, y que todo lo que escribe, lo escribe pensando en mí es una sensación inexplicable. Termino de leer unas dos horas después. Ya sé donde debe estar. O quizás ya no esté. De todas formas me pongo unos leggins negros y una camiseta de tirantes roja y mis convers favoritas y agarro mi bolso marrón. Las marcas de los arañazos parecen notarse menos, pero siguen estando ahí, y no se que escusa darle a Dean si me pregunta.

Tentación Prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora