Capítulo 11

91 11 4
                                    


Han pasado dos meses, mi vida ha dado un giro de trescientos sesenta grados, soy muy feliz porque todo está saliendo muy bien, mis estudios van cada día mejor, definitivamente amo mi carrera; mis amigos son como una segunda familia para mí, con Mónica y Joey me he unido más, son muy importantes porque gracias a ellos conocí a Dereck. Y con él cada día estoy mejor, aún no somos novios pero hemos afianzado muchísimo todo lo que nos une y me gusta que nos tomemos las cosas con calma. Salimos casi todos los fines de semana y también nos vemos ocasionalmente entre semana cuando nuestras ocupaciones nos lo permiten. Y de todo esto sólo hay algo que me incomoda un poco, es Joey, yo lo quiero y le agradezco lo que ha hecho por nosotros pero a veces es muy posesivo e intenso, casi siempre cuando Dereck está conmigo lo llama por algo del trabajo y nos interrumpe, es algo molesto pero lo tolero porque mi hermoso lo vale y por él estoy dispuesta a todo.

Estoy llegando a la cafetería de la Universidad, ahí quedé de verme con mis amigas, las busco con la mirada y cuando las ubico me acerco a ellas y cuando me ven me parece extraño que se pusieran nerviosas y cambiaran la conversación.

--¿Qué tienen? ¿Traigo algo en la cara?

--Sí, un par de ojos, una boca y una nariz—Dice Kate y todas ríen, yo me siento en una de las sillas de la mesa donde ellas estaban.

--Que graciosa Kate—Le saco la lengua—Y bien, ¿de qué hablaban? ¿No me van a decir?

--Todo a su tiempo Sof, todo a su tiempo—Dice Ysa y cambia rápidamente la conversación-- ¿Cómo te fue en el examen?

--Bien, estaba fácil, me tardé porque había que hacer un análisis y pues ya saben que esa es mi especialidad—Sonrío.

--Uff ni que lo digas, en serio no sé cómo puedes escribir tanto y de dónde te salen tantas palabras— Habla Luz—Oye, ¿te contamos que Ysa se fue a la playa y no nos invitó?

-- ¿A si?, que mal Ysa, eso no es amistad—Todas reímos.

--Ya les dije que no fue mi culpa, mi papá insistió el mismo día y pues no me quedó de otra, todo fue muy rápido.

--Si claro, "mi papá"—Dijo Mónica haciendo muecas y soltando una carcajada.

Así estuvimos hablando por un rato más, nada como una tarde de chicas, pero luego nos interrumpió el tiempo cuando nos dimos cuenta que ya teníamos que entrar a clases; yo estaba muy feliz porque mientras más rápido pasara el tiempo, se acercaría la hora de ver a Dereck, quedamos en que él pasaría por mi y estoy ansiosa, tengo dos días que no lo veo.

Una vez terminada la clase me despido de mis amigas y salgo del edificio, busco en el estacionamiento con la mirada el auto de Dereck pero no lo encuentro, así que decido llamarlo y estoy buscando mi celular en mi bolso muy distraída, cuando de repente siento que unas manos me cubren los ojos, yo me sobresalto un poco pero sonrío cuando escucho una voz muy familiar hablándome cerca del oído.

--¿Cómo está la mujer más hermosa de este planeta?—Me quita las manos suavemente de la cara y frente a mi veo que extiende su brazo derecho y lleva una rosa roja, grande y muy hermosa; yo la tomo, me giro para verlo y lo abrazo con todas mis fuerzas, él me corresponde y me abraza más fuerte—Te extrañé tanto mi vida—Dice y sin dejarme reaccionar se separa un poco y me da un tierno beso en los labios.

--Y yo te extrañé a ti mi amor—sonrío—Gracias por la rosa, está muy hermosa.

--No tanto como tú—Sonríe-- ¿Nos vamos?

--Sí, vamos.

Una vez en el auto, vamos conversando sobre lo que hemos pasado esos días sin vernos, él me cuenta sobre su trabajo y yo sobre mis estudios y de una canción nueva que estoy aprendiendo en mi piano.

--Alguna vez tienes que tocar una canción para mi, ¿sí?—Me ve y sonríe.

--Claro que sí, la que tú quieras mi amor.

--Ah bueno en ese caso quiero—Su celular empieza a sonar—Disculpa mi vida, dame un segundo—Él se estaciona, observa la pantalla del teléfono y responde-- ¿Qué pasó Joey?—Me ve y hace gestos de disgusto por su amigo—Te dije que ese pedido ya estaba hecho y estoy esperando que llegue... No lo sé, supongo que en dos días.. ¿Para qué? Todo estaba en orden cuando salí. ¿Es realmente necesario que vaya?—Entorna los ojos con molestia—De acuerdo, ya nos vemos—Suspira y me observa con tristeza.

--¿Qué pasó lindo?

--Tengo que ir a la oficina, parece que hay un problema con un contrato y debo ir porque el cliente quiere hablar conmigo—Se pasa la mano por el rostro con desgano y tristeza.

--Está bien amor, no pasa nada—Le paso la mano ligeramente por las mejillas, él cierra los ojos ante ese contacto—Todo estará bien ¿sí?—Nos veremos otro día—Le sonrío.

--No mi vida, yo quería pasar la tarde contigo, no es justo.

--Tranquilo amor, primero debes cumplir con eso. Ya tendremos tiempo para nosotros.

--¿Por qué eres tan hermosa y comprensiva?—Me observa fijamente—Eres lo mejor que me ha pasado en la vida—Y sin decir más, termina la distancia que había entre nosotros y besa mis labios con mucha ternura, yo le correspondo de la misma forma, no existe nada mejor que él, es liberador y preso a la vez... Finalmente nos separamos y él pega su frente a la mía—Gracias mi amor, gracias por estar conmigo y compartir aunque sea un poco. Te adoro.

--Y yo a ti amor.

Luego de esto, Dereck me llevó a mi casa, yo le insistí que me iría sola para que él fuera a la oficina pero se negó, así que me trajo y una vez hecho esto fui directo a mi piano, no hay una mejor forma para mí de liberar la frustración que tocando algún instrumento... Así que aquí estoy, dejándome llevar por la música ante la rabia y la impotencia; Joey es tan exasperante, casi podría afirmar que esto lo hace apropósito, pero no lo entiendo, él mismo hizo que nos conociéramos, todo esto es muy confuso para mí. Sólo de una cosa estoy segura y es del amor que Dereck y yo nos tenemos.


Ecos De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora